Todo puede ir a peor en Gaza
La comunidad internacional debe doblar su presi¨®n para impedir que el ej¨¦rcito israel¨ª entre a sangre y fuego en Rafah
Ni sobre el terreno, ni en la negociaci¨®n para un alto el fuego, ni en la b¨²squeda de un consenso internacional que permita poner fin al inhumano castigo militar que Israel impone a Gaza desde hace medio a?o, ni en la liberaci¨®n de los rehenes secuestrados el 7 de octubre parece haber una evoluci¨®n positiva. El anuncio de una entrada del ej¨¦rcito israel¨ª en Rafah, el estancamiento de las negociaciones indirectas entre Israel y Ham¨¢s, el des¨¢nimo de los mediadores y el veto de Estados Unidos al reconocimiento de Palestina como miembro de pleno derecho de la ONU son pruebas palpables de que la ofensiva contra la Franja ¡ªque se ha cobrado ya m¨¢s de 33.000 vidas¡ª est¨¢ lejos de terminar.
Rafah, situada al sur de Gaza junto a la frontera con Egipto, es la ¨²nica poblaci¨®n en la que el ej¨¦rcito de Israel a¨²n no ha entrado abiertamente por tierra, aunque la ha bombardeado con intensidad y ha sido escenario de diversas incursiones de comandos. All¨ª se hacinan 1,4 millones de personas del total de 2,2 millones de habitantes de la Franja. Son en su mayor¨ªa refugiados cuyas casas ya han sido destruidas al Norte. Adem¨¢s de a los bombardeos, tienen que hacer frente al hambre, la falta de agua y la pr¨¢ctica inexistencia de medicamentos. Benjam¨ªn Netanyahu la considera una plaza fundamental en su estrategia para aplastar a Ham¨¢s, pero a nadie se le escapa la magnitud de la tragedia que podr¨ªa desencadenar una entrada a sangre y fuego en la zona.
Netanyahu ha recibido avisos contra este movimiento en las ¨²ltimas semanas, entre otros, por parte de su principal aliado, Estados Unidos, pero lo cierto es que los preparativos militares, apuntalados por las declaraciones del Gabinete israel¨ª, suponen un nefasto signo de la determinaci¨®n del l¨ªder del Likud y primer ministro. En la guerra en Gaza, Netanyahu ha demostrado sobradamente su desprecio por la contenci¨®n, por los da?os que pueda sufrir la poblaci¨®n civil palestina y por los miles de compatriotas suyos que exigen un alto el fuego que permita la liberaci¨®n de los rehenes en manos de Ham¨¢s.
Mientras, aunque la Uni¨®n Europea ha endurecido el tono con Israel, exigido un alto el fuego inmediato y aprobado las primeras sanciones a colonos israel¨ªes de Cisjordania por ¡°graves abusos de derechos humanos contra los palestinos¡±, el veto estadounidense en el Consejo de Seguridad supone un varapalo para que se den las condiciones diplom¨¢ticas en las que deber¨ªa negociarse el fin del conflicto, tanto en la Franja como en toda Palestina. Washington se excusa en que prefiere un acuerdo previo entre israel¨ªes y palestinos, pero esa es, hoy por hoy, una condici¨®n que no hace m¨¢s que dar ox¨ªgeno a la estrategia destructora de Netanyahu. Hace semanas que la situaci¨®n en Gaza es insostenible. A la comunidad internacional corresponde, de forma realista y cre¨ªble, doblar su presi¨®n para que al menos empiece a ser humana.
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