El cord¨®n sanitario de Von der Leyen
El gui?o de la presidenta de la Comisi¨®n a la extrema derecha amenaza la posibilidad de grandes acuerdos en la UE
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisi¨®n Europea y aspirante del Partido Popular Europeo para repetir en el cargo tras las elecciones de junio, se mostr¨® este lunes dispuesta a romper el cord¨®n sanitario que a¨ªsla desde hace a?os a los grupos de ultraderecha presentes en el Parlamento Europeo. La conservadora alemana parece decidida a establecer su propio cord¨®n, un per¨ªmetro de seguridad democr¨¢tica flexible y a la medida que, seg¨²n ella, solo dejar¨ªa fuera a las formaciones claramente antieuropeas, prorrusas y contrarias a libertades fundamentales, como ser¨ªa el caso de los partidos de Marine Le Pen en Francia, Matteo Salvini en Italia o AfD en Alemania.
Von der Leyen, en cambio, est¨¢ abierta a entenderse con ECR (siglas en ingl¨¦s de Reformistas y Conservadores Europeos), una amalgama de partidos ultranacionalistas y euroesc¨¦pticos integrada por formaciones como Hermanos de Italia, liderado por la primera ministra italiana, Georgia Meloni; PiS, con el polaco Jaroslaw Kaczynski al frente, o el espa?ol Vox. ¡°Depender¨¢ mucho de la composici¨®n del Parlamento y de qui¨¦n forme parte de cada grupo¡±, asegur¨® la alemana en la noche del lunes en Maas?tricht durante el primer debate electoral para los comicios europeos del 9 de junio.
El peligroso gui?o de Von der Leyen a una parte de la extrema derecha amenaza con romper la gran coalici¨®n entre populares y socialistas que de facto ha regido los designios de la Uni¨®n Europea durante 70 a?os. Se tratar¨ªa de un se¨ªsmo pol¨ªtico de grandes proporciones que, de entrada, pondr¨ªa en peligro la renovaci¨®n de Von der Leyen en el cargo, y de paso podr¨ªa condenar a la UE a un bloqueo parlamentario similar al que han sufrido varios pa¨ªses, incluida Espa?a, en los ¨²ltimos a?os.
Es cierto que la fragmentaci¨®n electoral ha terminado con el duopolio en Bruselas de la democracia cristiana y la socialdemocracia y hace inevitable una geometr¨ªa variable y multipartidista. Pero traspasar la l¨ªnea de pactar con partidos que cuestionan abiertamente los derechos y libertades conquistados en las ¨²ltimas d¨¦cadas, como es el caso de los que forman ECR, puede hacer que Von der Leyen se quede encerrada en su propio cord¨®n de seguridad, sin posibilidad de encontrar aliados m¨¢s all¨¢ de la extrema derecha.
Su compa?ero de partido en Espa?a, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, ya sufri¨® ese autoaislamiento tras las elecciones del 23-J por haberse inclinado de antemano hacia la ultraderecha de Vox. La conservadora alemana, que lleg¨® a la presidencia de la Comisi¨®n en 2019 con el respaldo de populares, socialistas y liberales, debe sopesar con tiento sus movimientos antes y despu¨¦s del 9-J para no arruinar el legado de su primer mandato, que la acredita para un segundo, y no condenar a la Uni¨®n a una par¨¢lisis institucional inad?misible en el actual escenario geoestrat¨¦gico mundial.
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