Algo se mueve en Venezuela

El convulso horizonte electoral de Venezuela se ha despejado, al menos por el momento, con la inscripci¨®n de un candidato opositor de consenso. El diplom¨¢tico Edmundo Gonz¨¢lez Urrutia suscit¨® unanimidad entre las principales fuerzas antichavistas y al mismo tiempo no se ha estrellado, por ahora, con el muro de vetos impuestos por el Gobierno de Nicol¨¢s Maduro. Inhabilitada Mar¨ªa Corina Machado, la dirigente m¨¢s popular del pa¨ªs seg¨²n todas las encuestas, y eliminada de la carrera presidencial su sustituta, Corina Yoris, la candidatura de este experto en relaciones internacionales marca un punto de inflexi¨®n con vistas a las elecciones del 28 de julio.

Gonz¨¢lez Urrutia, de 74 a?os, es el primer pol¨ªtico aceptado por la oposici¨®n mayoritaria y tolerado por el chavismo. Esta combinaci¨®n abre un escenario nuevo en el que a¨²n es muy arriesgado hacer previsiones, pero que en el inamovible tablero venezolano deja algunas pistas. De entrada, es el primer paso hacia unos comicios competitivos entre Maduro y un adversario que, sin tener el liderazgo o la popularidad de Machado, s¨ª cuenta con su apoyo y el de toda su maquinaria. El veterano diplom¨¢tico, que acompa?¨® al propio Hugo Ch¨¢vez en uno de sus primeros viajes al extranjero, apareci¨® como una salida inesperada, pero tambi¨¦n la ¨²nica posible.

En segundo lugar, esta elecci¨®n demuestra cierta voluntad pol¨ªtica del aparato gubernamental y judicial. Es decir, una disposici¨®n inicial a permitir la participaci¨®n en las presidenciales de un adversario con opciones, algo que no ocurri¨® en 2018. Aun as¨ª, no es suficiente. No ha cesado la persecuci¨®n de algunos sectores de la oposici¨®n. El pasado fin de semana, las autoridades detuvieron a tres seguidores de Machado, que se suman a decenas de activistas que llevan semanas o meses en la c¨¢rcel bajo gen¨¦ricas acusaciones de conspirar contra el mandatario venezolano.

A pesar de ello, el panorama electoral es m¨¢s estable que hace tan solo unas semanas. Las presiones internacionales, encabezadas por Estados Unidos y procedentes tambi¨¦n de Gobiernos progresistas como los del colombiano Gustavo Petro o el brasile?o Luiz In¨¢cio Lula da Silva, que saludaron la inscripci¨®n de Gonz¨¢lez Urrutia, han contribuido a crear un clima propicio.

No obstante, esa vigilancia no debe darse por concluida. Y las turbulencias pueden generarse incluso en algunos adl¨¢teres de la oposici¨®n. En julio concurrir¨¢ a las elecciones una facci¨®n opositora, conocida como la de los ¡°alacranes¡±, acusada de colaborar con el chavismo y que tradicionalmente se ha empleado en torpedear los planes de los sectores mayoritarios. Tambi¨¦n el exrector del Consejo Nacional Electoral (CNE) Enrique M¨¢rquez ha optado por desmarcarse de Gonz¨¢lez Urrutia y pretende presentarse en solitario. La oposici¨®n tiene por delante una larga carrera de obst¨¢culos y el Gobierno, el reto de demostrar que acepta una competici¨®n en igualdad de condiciones. Con todo, algo se mueve en Venezuela.