Ir¨¢n tras la muerte de Rais¨ª

El fallecimiento en un accidente de helic¨®ptero del presidente de Ir¨¢n, Ebrahim Rais¨ª, junto al de su ministro de Exteriores, Hossein Amir Abdollahian, supone la desaparici¨®n de uno de los exponentes m¨¢s duros de la teocracia iran¨ª en un momento en que Ir¨¢n hace frente a importantes desaf¨ªos tanto en el exterior ¡ªcon un enfrentamiento abierto con Israel que ha desembocado por primera vez en un intercambio directo de fuego¡ª, como en el interior, por el profundo malestar expresado en las calles a ra¨ªz del asesinato de la joven Mahsa Amini por la polic¨ªa en 2022. En el plazo de 50 d¨ªas deben convocarse elecciones, y aunque el r¨¦gimen de los ayatol¨¢s es un mecanismo perfectamente engrasado para mantener el poder, la abrupta muerte de Rais¨ª abre importantes inc¨®gnitas tanto sobre la sucesi¨®n del l¨ªder supremo, Al¨ª Jamenei, de 85 a?os, como en torno a los complicados equilibrios de poder dentro del sistema.

El presidente fallecido representaba la ortodoxia ultraconservadora m¨¢s intransigente ante cualquier evoluci¨®n pol¨ªtica o social, un contrapoder a las corrientes aperturistas encarnadas por su predecesor, Hasan Rohan¨ª (2013-2021). Partidario de la represi¨®n brutal, fue apodado el juez de la horca por la supervisi¨®n de miles de ejecuciones de presos pol¨ªticos en 1988. Tambi¨¦n fue responsable de la respuesta a las protestas tras el asesinato de la joven Amini, con cerca de 500 muertos y m¨¢s de 19.000 detenidos hasta ahora. Seg¨²n la misi¨®n de la ONU para Ir¨¢n, las fuerzas iran¨ªes han cometido cr¨ªmenes contra la humanidad. Ser¨ªa ingenuo esperar un cambio dr¨¢stico en esta pol¨ªtica represiva de la que Ir¨¢n ha hecho uno de los pilares de su estrategia interior, pero es evidente que el sector ultraconservador ha perdido uno de sus puntales.

En cambio, la muerte del presidente s¨ª que abre el abanico de posibilidades para el proceso de sucesi¨®n de Jamenei. A pesar de ganar las elecciones en 2021 con el apoyo del aparato del r¨¦gimen (que se encarga de expurgar cualquier candidatura que suponga una amenaza), Rais¨ª lo hizo con la participaci¨®n m¨¢s baja de la historia, apenas el 48%. Esto no impidi¨® que su nombre apareciera como uno de los favoritos para sustituir al l¨ªder supremo de la teocracia persa.

Por lo que respecta al exterior, firme partidario de la agresi¨®n rusa a Ucrania y del enriquecimiento de uranio para el programa nuclear iran¨ª, bajo su mandato se ha producido el primer ataque directo desde Ir¨¢n a Israel, colocando a la regi¨®n al borde de la guerra abierta. Poco se puede esperar en cuanto a cambios internos en el r¨¦gimen en esta nueva etapa, pero el perfil del sucesor de Rais¨ª ser¨¢ la clave que marque el grado de tensi¨®n que Ir¨¢n aplique al enfrentamiento con quienes considera sus enemigos.