La debilidad territorial socialista

Los resultados de unas elecciones europeas, unos comicios que no son percibidos por muchos ciudadanos como decisivos, no pueden tener una clara extrapolaci¨®n a unas generales, pero ofrecen una buena radiograf¨ªa de la implantaci¨®n de los partidos y de las tendencias de su electorado. El domingo, el PSOE aguant¨® en un 30,2% de los votos ¡ªel 23-J obtuvo un 31,7%¡ª en medio de una monumental ofensiva de la derecha y se confirm¨® como gran excepci¨®n de la socialdemocracia europea. El consuelo internacional no puede, sin embargo, ocultar el desigual resultado territorial. Las urnas han vuelto a dibujar un mapa azul ¡ªel PP se impuso en todas las comunidades a excepci¨®n de Catalu?a, Pa¨ªs Vasco, Navarra y Canarias¡ª que resulta especialmente preocupante para el PSOE en dos autonom¨ªas muy pobladas y donde los populares gobiernan con mayor¨ªa absoluta: la Comunidad de Madrid y Andaluc¨ªa.

En Madrid, el PP super¨® al PSOE en 348.762 votos. Son 110.000 menos que en las generales, pero los n¨²meros siguen arrojando un saldo negativo: la mitad del diferencial de Alberto N¨²?ez Feij¨®o sobre Pedro S¨¢nchez en estos comicios (700.000 votos) procede de una comunidad en la que el PSOE lleva demasiado tiempo sin dar con una candidatura solvente y no improvisada desde Ferraz cuando se acercan los comicios regionales o locales. En el caso de Andaluc¨ªa, las cifras son menos abultadas. El PP sac¨® 165.857 votos y 5,7 puntos de ventaja, pero Juan Manuel Moreno Bonilla se apunt¨® la cuarta victoria consecutiva desde 2022 en el que fuera tradicional feudo del PSOE, incapaz de neutralizar tanto el discurso extremista de Isabel D¨ªaz Ayuso como las buenas maneras de Moreno Bonilla.

El recuento de las europeas reproduce una foto que parece fija: la ¨²nica gran reserva de votos de Pedro S¨¢nchez para marcar diferencias con Feij¨®o est¨¢ en Catalu?a, donde Salvador Illa gan¨® las auton¨®micas de hace un mes y el PSOE volvi¨® a ganar el domingo. El territorio que ha condicionado su investidura a trav¨¦s de los acuerdos con los independentistas le ha permitido recortar distancias y superar al PP en 400.000 votos en las europeas. Los 125.000 de ventaja en el Pa¨ªs Vasco hicieron el resto.

Incluso con su idiosincrasia, un alto nivel de abstenci¨®n y los votos absorbidos a formaciones a su izquierda como Sumar, las elecciones europeas confirman que la asignatura pendiente del PSOE sigue siendo fortalecerse territorialmente. Solo encabeza los gobiernos de Navarra, Asturias y Castilla-La Mancha, y tambi¨¦n en estas dos ¨²ltimas comunidades sucumbi¨® el domingo. Tras la enorme p¨¦rdida de poder institucional del 28-M, hace ya m¨¢s de un a?o, la direcci¨®n socialista se comprometi¨® a renovar liderazgos ¡ªalgo que solo ha sucedido en Extremadura y la Comunidad Valenciana¡ª y a recuperar terreno. No ha sido as¨ª.

El discurso de normalizaci¨®n ¡ªcon la ley de amnist¨ªa a la cabeza¡ª que tan buenos resultados le da en Catalu?a y, en parte, en el Pa¨ªs Vasco y Navarra, le penaliza en el resto de Espa?a. La incapacidad del PSOE para explicar una medida de gracia que no quiebra la igualdad de los espa?oles ante la ley ha abonado el relato del agravio no ya entre ciudadanos, sino entre autonom¨ªas.

Esta era la legislatura llamada a abordar el debate territorial. De plantearse hoy, el partido del Gobierno llegar¨ªa a ¨¦l con una debilidad evidente, algo preocupante en una formaci¨®n de ¨¢mbito estatal y esp¨ªritu federal. Es imperativo que su comprensi¨®n de la plurinacionalidad de Espa?a vaya acompa?ada, autonom¨ªa por autonom¨ªa, de un proyecto v¨¢lido para todo el pa¨ªs.