Las cosas fugaces que no acabar¨¢n nunca
Como Yamal, todos tuvimos un d¨ªa 17 a?os y pudimos disfrutar de lo que fuera sin pensar que pod¨ªa acabarse o que nos lo pod¨ªan quitar
A m¨ª me pasa que creo que las cosas que me pasan est¨¢n a punto de acabarse y, en vez de disfrutar de lo bueno, temo que se vaya a esfumar enseguida. Es un error com¨²n, supongo: confundir el resultado del trabajo o de un esfuerzo con la suerte; pero tiene su l¨®gica, porque el trabajo suele dar frutos que, en ocasiones, quedar¨¢n sin querer a expensas de un golpe del azar. No siempre pasa, pero pasa, y uno no decide sus miedos ni sus frustraciones.
Hay algo en el juego de la selecci¨®n espa?ola de f¨²tbol que conjura ese miedo y que quiz¨¢ sea una de las claves que la han llevado a campeonar en Europa: jugar sin ese temor. Han jugado para ganar y, a la vez, para divertirse. Es imposible sentir el miedo a que se acabe esa diversi¨®n desprejuiciada, porque parece m¨¢s bien una actitud. Una decisi¨®n. Qui¨¦n sabe si un desaf¨ªo.
A m¨ª me ha parecido siempre que el f¨²tbol conten¨ªa miles de historias que no ten¨ªan nada que ver con el f¨²tbol, sino con todo lo dem¨¢s. Se puede saber de Espa?a y de su sociedad por lo que compramos en la farmacia o en el supermercado, por lo que digan las encuestas o los datos y, por supuesto, por c¨®mo juega su selecci¨®n: sea en los toques de bal¨®n, en las trayectorias de los jugadores o en la reacci¨®n que su f¨²tbol provoca entre la afici¨®n.
No ha habido partido de la selecci¨®n en esta Eurocopa en el que no se haya hablado del juego combinado, aunque lo que no ha faltado ni una sola vez han sido las referencias a la edad de los futbolistas. Todo el mundo sabe que NicoWilliams tiene 22 a?os y que Lamine Yamal cumpli¨® los 17 en la v¨ªspera de la final. Puede parecer una obsesi¨®n con los a?os pero se entiende bien, porque a los 17 a?os no existe el miedo de que algo pueda acabar ma?ana mismo.
A los 17 nada se acaba. En realidad, a esa edad la vida va a durar para siempre, y eso es lo que el f¨²tbol nos ha recordado esta vez: que todos tuvimos un d¨ªa 17 a?os y pudimos disfrutar de lo que fuera sin pensar, por prudencia o por miedo, que pod¨ªa acabarse o que nos lo pod¨ªan quitar. Algunas cosas duran para siempre y a esas cosas tan extra?as y fugaces, supongo, se les suele llamar felicidad.
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