Amaia y punto
Volver siempre es un desastre, salvo que se tenga el coraje de hacerlo
Dos pesadillas recurrentes: vuelvo a jugar al tenis y vuelvo a estar en un examen. Resumido todo ello en la pesadilla central: volver. Volver siempre es un desastre, a donde sea, volver es dar marcha atr¨¢s. En el sue?o no llego nunca a las bolas; no solo no ajusto el golpe, sino que el brazo lo muevo de manera antinatural (como cuando escribo); en los ex¨¢menes no queda tiempo y no queda aire: respiro con dificultad y tengo el folio en blanco cuando la profesora anuncia que quedan dos minutos. Son actividades, jugar y estudiar, interrumpidas dram¨¢ticamente a los 20 a?os que sigo agitando en sue?os como un miembro fantasma. Son, por lo dem¨¢s, actividades de la gente com¨²n: para una hay que tener una raqueta y para otra una cierta voluntad. Pero Amaia Montero, reina del pop, ha estado dos a?os sin salir a un escenario a cantar, un oficio en el que se mejora, como en todos, repiti¨¦ndolo. Le pregunt¨¦ a Alejo Stivel, cantante de Tequila, si no cantaba en sus a?os de par¨®n en el escenario. Podr¨ªa hacerlo, dijo, pero no tengo a miles de personas delante: no valdr¨ªa de nada. Amaia Montero sali¨® al Santiago Bernab¨¦u, delante de 60.000 personas, y cant¨® Rosas, y la cant¨® bien en los tramos que la dejaron, porque no hubo un alma en ese estadio que no se arrancase las cuerdas vocales con ella. Entonces descubri¨® que podr¨ªa ser invitada a cualquier concierto, o incluso interrumpirlo, que dar¨ªa igual: ella es nuestra, del pueblo, nos pertenece y le pertenecemos. Entonces supo haber atravesado algo indecible, y adem¨¢s literalmente, de ah¨ª los eufemismos sobre su estado y su par¨®n, y tuvo el arrojo de salir a un estadio repleto de gente que no la esperaba y meterla en el bolsillo como el primer d¨ªa. Eso no solo es talento: eso es fuerza. Se consigue porque una persona en la cumbre, Karol G, se acuerda de ti, y porque el d¨ªa menos pensado se revela el secreto del viaje: volver no es un desastre si se tiene el coraje de hacerlo; volver, muchas veces, es avanzar.
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