Claridad en el gasto en defensa

El gasto en defensa vive un verdadero auge a nivel global, impulsado por la guerra de Ucrania, el conflicto en Oriente Pr¨®ximo y las crecientes tensiones geopol¨ªticas y fronterizas en distintos puntos del globo. Si el a?o pasado ya se alcanz¨® un m¨¢ximo hist¨®rico de 2,44 billones de d¨®lares de gasto militar, seg¨²n datos del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI), con un aumento del 6,8% con respecto a 2022, todo indica que esta tendencia se va a mantener en los pr¨®ximos a?os. Este aumento sin precedentes del gasto militar es una respuesta directa al deterioro de la paz y la seguridad en el mundo y se traduce en un incremento de los presupuestos dedicados a municiones, armamento y equipamiento, que ha disparado las cuentas de resultados de las empresas del sector y que no siempre cuenta con el total respaldo de la opini¨®n p¨²blica.

En el caso de Espa?a, el gasto en defensa viene repitiendo un patr¨®n al que convendr¨ªa poner fin. A diferencia de otros cap¨ªtulos, el gasto p¨²blico real en defensa suele ser muy superior al presupuestado inicialmente, con incrementos en los dos ¨²ltimos a?os que oscilan entre el 20% y el 30% por encima de lo previsto. Una desviaci¨®n que se volver¨¢ a producir este a?o despu¨¦s del acuerdo firmado por el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, y el presidente de Ucrania, Volod¨ªmir Zelenski, el pasado mayo para enviar armas a Kiev por algo m¨¢s de 1.000 millones.

No se trata de eventuales imprevistos derivados del env¨ªo de una misi¨®n militar al extranjero o del estallido de un conflicto inesperado, sino de un modus operandi que utilizan los gobiernos para sortear presiones internas y esquivar a la opini¨®n p¨²blica. A lo largo del ejercicio, el Ejecutivo aprueba distintas ampliaciones de cr¨¦dito o partidas con cargo al Fondo de Contingencia para hacer frente a los pagos que van engordando el presupuesto final. Los 10.155 millones asignados a Defensa en 2022 rebasaron finalmente los 13.000 millones. Para 2023, el Gobierno adjudic¨® 12.825 millones a gasto militar y al final los desembolsos rondaron los 15.000 millones.

No obstante, los expertos advierten de que el gasto militar va mucho m¨¢s all¨¢ del asignado al Ministerio de Defensa, ya que en realidad se reparte entre distintos departamentos como las ayudas a las industrias militares o partidas dedicadas a I+D+i que, sin embargo, los Presupuestos no recogen como gasto militar. Ahora que el Gobierno se dispone a aprobar el proyecto de ley de Industria y Autonom¨ªa Estrat¨¦gica puede ser un buen momento para establecer qu¨¦ papel se quiere otorgar a este sector en la apuesta por la reindustrializaci¨®n y los grandes proyectos de inversi¨®n que el Gobierno espera atraer con la nueva norma.

Los pa¨ªses miembros de la OTAN han adquirido el compromiso, con mayor urgencia a partir del inicio de las hostilidades a las puertas de la UE hace m¨¢s de dos a?os, de alcanzar al menos el 2% del PIB en gasto en defensa para finales de esta d¨¦cada. Seg¨²n datos de junio, 23 de los 32 pa¨ªses de la Alianza ya han alcanzado ese umbral. Espa?a se halla muy lejos de ese list¨®n, a pesar de las triqui?uelas presupuestarias. Es el ¨²ltimo de la clasificaci¨®n, con un gasto del 1,28% del PIB, pese a haber aumentado un 50% el gasto militar en los ¨²ltimos cuatro a?os y a que ese incremento ir¨¢ inevitablemente a m¨¢s en el futuro. Conviene no hacerse trampas al solitario, y que las cuentas p¨²blicas reflejen lo m¨¢s fielmente posible los objetivos pol¨ªticos de este Gobierno y los compromisos internacionales que comprometen a gobiernos futuros.