?El bolsonarismo pos-Bolsonaro?
Las elecciones en la mayor ciudad de Brasil anuncian un nuevo cap¨ªtulo en la corrosi¨®n de las democracias
Desde que el bolsonarismo emergi¨® en Brasil, result¨® bastante evidente que el fen¨®meno pol¨ªtico iba mucho m¨¢s all¨¢ del personaje que le daba nombre. Hoy, inelegible hasta 2030 por haber cometido delitos electorales, el expresidente Jair Bolsonaro empieza a temer que el bolsonarismo pueda incluso prescindir de ¨¦l. El aviso llega en forma de una nueva figura llamada Pablo Mar?al, que irrumpi¨® en la disputa por la alcald¨ªa de S?o Paulo, la ciudad m¨¢s grande y rica del pa¨ªs, robando votos al candidato al que apoya Bolsonaro. Seg¨²n los ¨²ltimos sondeos, Mar?al est¨¢ t¨¦cnicamente empatado en el primer puesto con el candidato de izquierdas Guilherme Boulos, respaldado por el presidente Lula da Silva, y con Ricardo Nunes, actual alcalde de S?o Paulo, respaldado por Bolsonaro. El expresidente y sus hijos han torpedeado a Mar?al en las redes sociales, pero sin mucho ¨¦xito por ahora. El fin de semana pasado, Bolsonaro escuch¨® de su hijo pol¨ªtico no biol¨®gico la frase que tanto le gusta decir pero que probablemente nunca imagin¨® que alguien tendr¨ªa la osad¨ªa de decirle a ¨¦l. Mar?al le espet¨® a Bolsonaro que ¡°se comportara como un hombre¡±.
Ricardo Nunes, que recibe el apoyo de Bolsonaro en estas elecciones, est¨¢ mucho m¨¢s en sinton¨ªa con la derecha tradicional que con el bolsonarismo. Pero es esta derecha la que el expresidente necesita de su lado en el Congreso para, por ejemplo, intentar evitar que lo encarcelen. El problema de Bolsonaro es que el 44% de los seguidores del bolsonarismo, seg¨²n una encuesta del instituto Datafolha, prefieren desobedecer a Bolsonaro y votar a Mar?al. Como algunos han explicado en las redes sociales, Mar?al es mucho m¨¢s bolsonarista que Nunes. Y lo es.
Sin cargos pol¨ªticos previos, Pablo Mar?al es un antiguo coach que ahora se anuncia como CVO (chief visionary officer en ingl¨¦s). Sobre s¨ª mismo, dice que naci¨® pobre en el Estado de Goi¨¢s y se hizo millonario vendiendo autoayuda. En uno de sus cursos motivacionales, llev¨® a un grupo a una aventura en la monta?a, haciendo caso omiso de todas las advertencias de alto riesgo, y casi los mat¨® a todos. El ¡°visionario¡± ya ha sido condenado por formar parte de una banda que desviaba dinero de bancos y se sospecha que algunos dirigentes de su partido, el Partido Renovador Laborista Brasile?o, tienen v¨ªnculos con el Primer Comando de la Capital, una de las mayores organizaciones criminales de Am¨¦rica Latina. Sus pocas propuestas como candidato son grotescas, como resolver el problema cr¨®nico del tr¨¢fico en S?o Paulo ¡ªuna ciudad de casi 12 millones de habitantes¡ª instalando telef¨¦ricos. En los debates, es a¨²n m¨¢s violento que Bolsonaro, capaz de ataques incompatibles con la convivencia.
Es importante prestar atenci¨®n a las diferencias entre Bolsonaro y Mar?al, porque pueden anunciar un nuevo momento en la acelerada corrosi¨®n de las democracias. Aunque afirma haber nacido en la pobreza, Mar?al es hijo de las redes sociales. La justicia electoral cancel¨® sus perfiles online porque pagaba a seguidores para que recortaran sus v¨ªdeos y los difundieran, pero el candidato abri¨® otros nuevos y vuelve a tener millones de seguidores. Aqu¨ª es donde presenta una diferencia importante en comparaci¨®n con Bolsonaro: todo su poder proviene de las redes sociales y de su capacidad de jugar en este sistema. Es ah¨ª donde Mar?al forja una realidad enteramente paralela, a diferencia de Bolsonaro, que usa y abusa de las redes sociales pero tiene una trayectoria pol¨ªtica violentamente coherente.
Es probable que el ¨²nico inter¨¦s de Pablo Mar?al por convertirse en alcalde ¡ªo incluso en presidente de la Rep¨²blica en 2026¡ª sea exclusivamente ganar m¨¢s dinero utilizando la visibilidad. Nadie sabe en qu¨¦ cree realmente, porque puede decir que cree en cualquier cosa que rentabilice su figura. El motivo de entrar en pol¨ªtica para enriquecerse se radicaliza con este nuevo personaje.
Quien mejor evidencia el cambio es otro candidato de S?o Paulo, Jos¨¦ Datena, presentador de un programa de televisi¨®n que criminaliza a pobres y negros al mostrarlos como delincuentes preferentes. Hasta hace poco, la izquierda lo execraba y lo consideraba de lo peor que hay, pero el bolsonarismo ha envilecido tanto la pol¨ªtica que hoy suena equilibrado. ¡°Cre¨ªa que iba a dar un espect¨¢culo¡±, dijo Datena sobre su participaci¨®n en el primer debate televisado. Se vio obligado a reconocer que no. En un debate en la televisi¨®n, el hombre de la televisi¨®n qued¨® eclipsado por el hombre de las redes sociales. Datena es violento y verborreico; Mar?al es violento y corto como un tuit.
Bolsonaro est¨¢ aprendiendo que no conseguir¨¢ controlar las aberraciones que surgen de las cloacas por la tapa que abri¨®, porque solo se siguen a s¨ª mismas. No hay fidelidad en el mundo de los influencers. Entre las alianzas que necesita hacer para evitar que se le responsabilice de los cr¨ªmenes que cometi¨® durante su presidencia y un heredero precoz e indeseado meti¨¦ndole el dedo en la cara, Bolsonaro acusa estar en el infierno.
Podr¨ªa ser delicioso ver a estas dos monstruosidades humanas batirse en duelo, pero es aterrador por lo que anuncia. En un mundo moldeado por internet, el mito de ayer puede ser cancelado hoy. Tanto es as¨ª que Pablo Mar?al podr¨ªa ser solo un fen¨®meno pasajero, hasta que surja otro a¨²n peor. Lo m¨¢s importante que se?ala el bolsonarista sin apoyo de Bolsonaro es que, hoy, en la ciudad m¨¢s grande de Brasil, hay un n¨²mero significativo de electores dispuestos a votar a alguien que ni siquiera es apto para ser persona. Bolsonaro y Mar?al pasar¨¢n, sus votantes no.
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