Un mundo sin ni?os

La crisis global de fertilidad es peor de lo que piensas. Lo ha contado en varios art¨ªculos, en El Confidencial y The Spectator, el economista Jes¨²s Fern¨¢ndez-Villaverde. Escribe: si tienes 55 a?os o menos, tienes la oportunidad de ver algo que pocas generaciones han visto, sin guerras o epidemias: un sostenido declive en la poblaci¨®n humana. Fern¨¢ndez-Villaverde rebaja el c¨¢lculo global de la tasa de fertilidad de la ONU a 2,18: por debajo de la tasa de reemplazo. La poblaci¨®n todav¨ªa no cae porque el momentum demogr¨¢fico implica que las mujeres nacidas en los ochenta y los noventa siguen teniendo hijos. As¨ª que aunque los nacimientos bajan en picado, todav¨ªa superan a las muertes. El declive no es solo en pa¨ªses ricos, como se pensaba; y ha sido m¨¢s r¨¢pido de lo esperado. Fern¨¢ndez-Villaverde desmonta tres hip¨®tesis optimistas. La ca¨ªda de la poblaci¨®n no ser¨¢ buena para el medioambiente, porque una poblaci¨®n asfixiada econ¨®micamente por el envejecimiento estar¨¢ menos preocupada por el calentamiento global. La inmigraci¨®n deja de ser una soluci¨®n si la ca¨ªda demogr¨¢fica ocurre en todo el planeta; la inmigraci¨®n que necesite un pa¨ªs puede ser un desaf¨ªo para la sostenibilidad de ese pa¨ªs, los inmigrantes tambi¨¦n consumen servicios (tambi¨¦n cobran pensiones, etc.). Y los problemas de este declive (despoblaci¨®n, familias distanciadas) no son f¨¢ciles de resolver con IA.

Otro economista, Juan F. Jimeno, se?alaba: ¡°El capital humano es la principal fuente de productividad y, por tanto, del crecimiento econ¨®mico¡±. Si hasta ahora se trataba de acumular capital humano de manera intensiva a trav¨¦s de la educaci¨®n, explicaba, de ahora en adelante ser¨¢ m¨¢s importante recuperar la natalidad. No se puede acumular capital humano sin ni?os, aseveraba Jimeno, que a su vez glosaba al soci¨®logo Luis Garrido. En Espa?a nacen al a?o unos 200.000 ni?os hijos de padre y madre espa?ola, m¨¢s en hogares con niveles educativos bajos y menor nivel educativo. En 1983 nacieron 456.000 ni?os; en 2023 322.000. Para explicar el cambio argumentaba que la utilidad de los hijos ha disminuido (ya no son ayuda para tareas o sost¨¦n para la vejez); el precio es elevado (en coste, en tareas dom¨¦sticas, en renta disponible, en tiempo); formar una familia ya no es el proyecto central que fue. Las ayudas o las pol¨ªticas de conciliaci¨®n pueden ser necesarias por otras razones, pero no bastan para recuperar la natalidad. No sabemos qu¨¦ hacer y nos jugamos el futuro.