Ganar la batalla antes de librarla
Israel ha transformado los sistemas de comunicaciones del enemigo en armas letales para quienes las usaban
Ahora no quedan dudas. Israel ha restaurado su capacidad disuasiva. Gracias a una inteligencia soberbia ¡ªquiz¨¢s la mejor del mundo¡ª y en una sola jugada de enga?o tecnol¨®gico, ha realizado una gesta militar de las que hacen ¨¦poca. En tres d¨ªas, ha destruido la log¨ªstica de mando y control de Hezbol¨¢, neutralizado a un 20% de sus combatientes, sembrado la confusi¨®n entre sus seguidores, descabezado la organizaci¨®n y arruinado la confianza en los jefes militares y en el jeque Hasan Nasral¨¢, el l¨ªder m¨¢ximo que hab¨ªa aconsejado tirar los m¨®viles y regresar a los viejos buscas y walkie-talkies. Si empieza la contienda regional tan temida, uno de los dos contendientes entra en combate habiendo sufrido el destrozo propio de quien ya ha sido derrotado.
La mayor novedad en los anales de la guerra es que Israel ha transformado los sistemas de comunicaciones del enemigo en armas letales para quienes los usaban. La espada, la lanza y la flecha rompieron las reglas del combate a pu?etazos y pedradas. Como las armas de fuego rompieron las del acero y el escudo; el tanque, las del caballo; el avi¨®n y el submarino, las del transporte de superficie marina o terrestre, y la at¨®mica, todas hasta poner en peligro la propia existencia de la humanidad. Nasral¨¢ ha dicho que ahora se han roto ¡°todas las reglas de enfrentamiento¡±, como si la guerra no fuera precisamente el momento en que se rompen todas las reglas de enfrentamiento. Y as¨ª ha sucedido con una trampa tendida por el Mosad que se?ala los peligros del doble uso de la conectividad con cualquier tipo de aparato.
Las guerras son fuente de innovaci¨®n tecnol¨®gica y militar. De Ucrania llegaban lecciones sobre la funcionalidad de los drones, la obsolescencia del tanque y las interferencias en los sistemas de comunicaci¨®n y control. De Gaza llegan otras lecciones, algunas muy crueles, sobre la guerra urbana y el uso de la inteligencia artificial para determinar el porcentaje admisible de v¨ªctimas civiles colaterales por cada enemigo a eliminar. Pero ha sido de L¨ªbano de donde ha llegado la noticia pavorosa de la reversi¨®n de los sistemas de comunicaci¨®n del enemigo para convertirlos en armas para el asesinato selectivo de sus mandos. Nadie que est¨¦ mezclado en esos feos asuntos b¨¦licos podr¨¢ confiar a partir de ahora ni siquiera en sus electrodom¨¦sticos. Ej¨¦rcitos y guerrillas deber¨¢n revisar sus sistemas de comunicaci¨®n. Las armas y los artefactos tecnol¨®gicos deber¨¢n someterse a pruebas y revisiones. Quiz¨¢s regresar¨¢n los mensajeros y el mensaje cifrado sobre papel.
Todo terminar¨¢ sabi¨¦ndose en un asunto como este, que es a la vez un ¨¦xito militar y una acci¨®n terrorista masiva, calificada ya de crimen de guerra. Seguro que una operaci¨®n tan compleja ha costado esfuerzos y astucia a raudales. Tambi¨¦n tiempo. Diez a?os de trabajo se han necesitado al parecer para tenerla bien armada. Espiar es esperar, seg¨²n John Le Carr¨¦. Estrategia y paciencia. Y ni un solo escr¨²pulo.
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