Las almas peregrinas
Carme L¨®pez Mercader recoge en ¡®Duelo sin br¨²jula¡¯ la cat¨¢strofe absoluta de perder a alguien tan pr¨®ximo y tan querido, Javier Mar¨ªas
Al empezar el libro est¨¢ dicho a las claras su asunto: la desolaci¨®n infinita. ¡°Primero llega la muerte y despu¨¦s el duelo, la desolaci¨®n infinita¡±, escribe Carme L¨®pez Mercader. El que muri¨® es Javier Mar¨ªas, su marido, su compa?ero y su amigo, su hombre ¡ª¡±el meu home¡±, dir¨¢ en alg¨²n momento, prefiere la expresi¨®n en catal¨¢n, le resulta m¨¢s descriptiva¡ª. ?Pero c¨®mo diablos puede escribirse de esa desolaci¨®n infinita, c¨®mo puede siquiera vivirse, c¨®mo concebirla cuando ocurre lo peor y no hay ya lugar en el mundo para el que ha sido abandonado, c¨®mo sobrevivir a lo que no es nada m¨¢s que, y lo dice tambi¨¦n, ¡°una cat¨¢strofe absoluta¡±?
Carme L¨®pez Mercader explica que los dolientes caminan despacio ¡°y casi arrastrando los pies¡±. Duelo sin br¨²jula, su libro, es el ¨²ltimo publicado por Reino de Redonda, la editorial que cre¨® Javier Mar¨ªas, y en la que estuvo desde el principio y hasta el ¨²ltimo minuto Carme L¨®pez Mercader. Tanto que la despedida de la editorial es este texto que trata del duelo, otra despedida, y tiene sentido cuando se refiere a lo que le pasa al cuerpo, porque en un paisaje en ruinas solo se puede caminar arrastrando los pies. No pod¨ªa creerse que el dolor pudiera ser tan feroz, apunta en sus p¨¢ginas, y es que el dolor es tambi¨¦n f¨ªsico, machaca por todas partes. Thomas Browne, un autor al que Javier Mar¨ªas tradujo en estado de gracia, escribi¨® de esos momentos de desolaci¨®n infinita: ¡°Llorar hasta volverse piedra es f¨¢bula¡±. Tiene raz¨®n porque es verdad eso que los m¨¢s cercanos repiten y repiten ¡ªque la vida sigue¡ª como quien hurga en la herida de los que ya no son capaces m¨¢s que de hacer ¡°el trayecto zombi de ida y vuelta¡±. Que se podr¨¢ llorar y llorar y llorar, pero que no hay consuelo alguno, no hay camino para alcanzar el descanso, menos para una calma p¨¦trea e indomable.
Cuenta Carme L¨®pez Mercader que, al preparar su ¨²ltimo libro, Javier Mar¨ªas tradujo un poema de W. B. Yeats que luego termin¨® incluyendo en sus p¨¢ginas. Empezaba as¨ª: ¡°Cuando seas vieja y canosa¡¡±. Al d¨ªa siguiente le dej¨® la pieza en su escritorio con una frase subrayada, ¡°pero un hombre am¨® tu alma peregrina¡±. Duelo sin br¨²jula empieza en un agujero donde no circula el aire y en el que solo existe una sensaci¨®n de ahogo permanente, pero luego esa historia de dolor y de muerte va transform¨¢ndose en una sutil celebraci¨®n de la vida. Carme L¨®pez Mercader no hace trampas en ning¨²n momento y sabe, y se rebela contra eso, que nada ser¨¢ igual, ni siquiera ella misma. Y queda bien dicho, y con una belleza sobria y contenida, que la muerte de un ser querido es intolerable. Pero luego supo recoger tambi¨¦n ese amor por su alma peregrina. Al fin de cuentas, quiz¨¢ la vida no sea m¨¢s que eso, un deambular de almas peregrinas que van de un lado a otro sin saber mucho m¨¢s, un poco perdidas. Y lo hacen, a ratos, con un poco de compa?¨ªa de quienes las aman.
En Duelo sin br¨²jula, Carme L¨®pez Mercader reconstruye lo que significa perder a alguien pr¨®ximo. En su caso se trataba de Javier Mar¨ªas ¡ªmuri¨® el 11 de septiembre de 2022¡ª, un escritor con quien muchos lectores sostuvieron y sostienen una larga y fecunda conversaci¨®n y al que siguen echando de menos. Carme L¨®pez Mercader se lo ha devuelto a su manera y acaso les contagie asumir como propio ese desaf¨ªo que se impuso Elias Canetti: ¡°Desde hace muchos a?os nada me ha inquietado ni colmado tanto como el pensamiento de la muerte. El objetivo serio y concreto, la meta declarada y expl¨ªcita de mi vida es conseguir la inmortalidad para los hombres¡±.
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