Gloria y miseria del f¨²tbol espa?ol

El f¨²tbol espa?ol firm¨® el lunes en Par¨ªs un doblete hist¨®rico: Rodrigo Hern¨¢ndez, centrocampista del Manchester City, quiz¨¢ el mejor jugador del mundo hoy en su puesto, y Aitana Bonmat¨ª, centrocampista del Barcelona con un incomparable palmar¨¦s la ¨²ltima temporada, ganaron el Bal¨®n de Oro. Es la primera vez que dos jugadores nacidos en el mismo pa¨ªs logran en la misma edici¨®n el prestigioso trofeo que concede la revista France Football.

Esta victoria, como record¨® Rodri en su discurso, refleja tanto la calidad de los profesionales nacionales ¡ªhombres y mujeres¡ª como la fortaleza de los clubes espa?oles. Desde el triunfo de la selecci¨®n femenina en el Mundial celebrado el a?o pasado en Australia y Nueva Zelanda, el f¨²tbol espa?ol puede exhibir, entre otros ¨¦xitos, una Eurocopa, dos Ligas de las Naciones y dos Champions. En el caso masculino se le suma tambi¨¦n el oro ol¨ªmpico. No es casualidad por tanto que Espa?a copase el lunes los podios de ambos Balones de Oro o que los galardones a los dos mejores equipos del planeta recayeran en el Real Madrid masculino y el Bar?a femenino.

Un galard¨®n individual puede tener poco sentido en un deporte como el f¨²tbol, en el que el equipo importa tanto. Sin embargo, Rodri ejemplifica bien ese esp¨ªritu de juego solidario y alejado del ego¨ªsmo que brill¨® en la Eurocopa de julio. El mediocentro del City es el segundo hombre espa?ol que logra el premio m¨¢s prestigioso del f¨²tbol mundial, 64 a?os despu¨¦s de que lo lograra Luis Su¨¢rez. Para Bonmat¨ª es su segundo Bal¨®n de Oro consecutivo, tras los otros dos, tambi¨¦n consecutivos, de su compa?era en la selecci¨®n y en el club azulgrana Alexia Putellas. Tal logro va m¨¢s all¨¢ de lo deportivo y muestra el camino de profesionalidad y lucha que las futbolistas espa?olas han debido afrontar dentro y fuera del campo para llegar donde est¨¢n y convertirse en un referente social frente a tantos desprecios y discriminaciones. Una lucha por la igualdad que tuvo su merecido reconocimiento en la distinci¨®n que recibi¨® Jenni Hermoso.

En este contexto de especial celebraci¨®n, resulta lamentable que la gala quedase enturbiada por la ausencia del Real Madrid al completo, una decisi¨®n prepotente y descort¨¦s cuyo responsable ¨²ltimo es su presidente, Florentino P¨¦rez. Vinicius sumaba muchos m¨¦ritos para recibir el trofeo, pero que el delantero blanco no fuese el vencedor ¡ªen un deporte en el que saber perder resulta tan importante como saber ganar¡ª no justifica que el club no acudiese a una ceremonia en la que, adem¨¢s, fue coronado como el mejor equipo del mundo; su entrenador, Carlo Ancelotti, como el mejor t¨¦cnico, y donde hasta seis compa?eros de vestuario de Vinicius eran finalistas. No lo merece la afici¨®n del propio Real Madrid, no lo merecen los muchos futbolistas espa?oles que protagonizaron la velada y no lo merece un deporte que atraviesa en Espa?a una nueva ¨¦poca de esplendor.