Anatom¨ªa de la lectura en Espa?a
La combinaci¨®n de libros m¨¢s literarios y m¨¢s populares figura entre los placeres consolidados de la sociedad espa?ola
La encuesta sobre la lectura en Espa?a que hoy publica Babelia, realizada para EL PA?S y la Cadena SER por 40dB., arroja resultados que contradicen buena parte de los prejuicios que algunas ¨¦lites intelectuales difunden sobre el estado cultural en el que vive la sociedad espa?ola. No solo sigue siendo la lectura una actividad sustancial de los espa?oles, sino que ning¨²n indicador rebaja el persistente prestigio social de la lectura, pese a la sobreabundancia de pantallas y redes sociales. La encuesta no da argumentos para la depresi¨®n, aunque tampoco traza un mundo entregado a la mejor literatura, entre otras cosas porque no ha existido nunca ese mapa.
Algo m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n es lectora habitual (entre una y dos veces a la semana). Se mantiene la prevalencia cl¨¢sica de unas cuantas d¨¦cimas en favor de las mujeres, sigue rampante el porcentaje de hombres que no leen a mujeres ni las recomiendan, y tanto ellas como ellos se adentran en la edad adulta como lectores habituales hasta sumar un 60% en la franja de edad de mayores de 40 a?os. Los formatos est¨¢n variando tambi¨¦n de forma l¨®gica y cada vez son m¨¢s quienes combinan la lectura en papel con la pantalla o el audiolibro, que se consolida como formato. Aumenta entre los m¨¢s j¨®venes la lectura de libros en su original ingl¨¦s. Se desmontan algunos prejuicios: la inmensa mayor¨ªa de la poblaci¨®n lectora acude a libros sin saber nada de su autor y atra¨ªda fundamentalmente por el tema y la narrativa, que sigue siendo la reina de la lectura. La novela gr¨¢fica alcanza un novedoso 41% de lectores mientras el Premio Planeta consolida su prestigio popular al ser con mucha diferencia el incentivo clave para muchos lectores.
Entre los aspectos m¨¢s morbosos de la encuesta est¨¢n dos preguntas pr¨¢cticas que reflejan la caprichosa y feliz diversidad de lecturas. Aunque resulte llamativo que el Quijote o el Lazarillo sean los libros que m¨¢s ¡°han cambiado la vida¡± de las personas consultadas, el resto de los t¨ªtulos citados son tan diversos que apenas es posible determinar un criterio articulado. Es seguro que los lectores responden de forma enteramente imprevisible, con su propia pauta electiva y sin mandatos imperiosos ni prescripciones incontestables. Solo es una mala noticia para quien a?ore un presunto canon literario tan imperturbable como minoritario. A la gente le gusta regalar libros de un autor tan popular como Arturo P¨¦rez-Reverte, seguramente porque los ha disfrutado primero como lector: figura en cabeza de la lista de autores ¡°m¨¢s relevantes¡± del siglo XXI, junto a cl¨¢sicos contempor¨¢neos como Almudena Grandes, en segundo lugar, y Javier Mar¨ªas, en octavo puesto, y por supuesto autores de formato mucho m¨¢s comercial, como Carlos Ruiz Zaf¨®n, Mar¨ªa Due?as o Julia Navarro.
Resulta reconfortante saber que en la sociedad espa?ola prevalece la lectura como placer y veh¨ªculo de crecimiento emocional e intelectual.
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