Pedro S¨¢nchez se ¡®reconcilia¡¯ con Page

Pedro S¨¢nchez se ha reconciliado con Emiliano Garc¨ªa-Page. Y es que algunos ajustes que el PSOE acometi¨® en su reciente congreso suponen toda una declaraci¨®n de intenciones. Desde el abandono de las teor¨ªas queer hasta el acuerdo interno sobre la financiaci¨®n de Catalu?a, se aprecia un distanciamiento sutil frente a las pol¨¦micas derivadas de pactar con Podemos o con el independentismo, motivos que contribuyeron a la ca¨ªda de varios de sus barones en 2023 y cuyo ajuste parece clave para ayudarles a reflotar en 2027.

Solo hay que remontarse a los comicios municipales y auton¨®micos de 2023 para entender hasta qu¨¦ punto las alianzas del presidente resultaron lesivas para el PSOE de la Espa?a mesetaria y sur. La coletilla del ¡°que te vote Txapote¡± irrumpi¨® en plena campa?a, despu¨¦s de que Bildu colocara en sus listas a algunos condenados por delitos de sangre, que ante la pol¨¦mica renunciaron a concurrir a las elecciones. Y, pese a que la derecha se agarr¨® a ella, esa frase solo fue el s¨ªmbolo de un caldo de cultivo m¨¢s profundo. Algunas encuestas detectaron posteriormente que las alianzas con el independentismo y el paso por el Ejecutivo del partido de Pablo Iglesias eran rechazados por muchos votantes socialistas. Tanto fue as¨ª que el PSOE perdi¨® miles de votos aquel 28-M, aunque m¨¢s se desplom¨® la izquierda alternativa, lo que supuso la ca¨ªda de varios gobiernos progresistas. En definitiva, en 2023 se hizo evidente que hay una Espa?a, especialmente en Catalu?a y Euskadi, que apoya a S¨¢nchez, donde el nacionalismo y las ideas de Podemos y Sumar no presentan ninguna resistencia, sino al contrario, lo que le permite seguir en el poder. Y, en cambio, hay otra Espa?a m¨¢s conservadora o centralista ¡ªvamos a llamarla as¨ª¡ª donde las alianzas del Gobierno resultan letales, y hoy arrasa la derecha.

As¨ª que S¨¢nchez se reconcilia ahora de forma metaf¨®rica con lo que Page simboliza. El presidente de Castilla-La Mancha supone el m¨¢ximo exponente de un PSOE cr¨ªtico con que haya territorios ¡°privilegiados¡± o con la amnist¨ªa, e incluso de un PSOE m¨¢s reactivo a la influencia que los postulados de Podemos ha ido teniendo en la izquierda desde 2016, pese a haber pactado con ellos. Es parte de un paradigma de esa otra Espa?a. Y aunque est¨¢ claro que seguir¨¢ habiendo pactos con Carles Puigdemont o Ione Belarra, el posicionamiento del partido coincide con un giro sutil en la legislatura respecto a la imagen p¨²blica que generan los socios alrededor del presidente del Gobierno.

Primero, desde el inicio era evidente que la financiaci¨®n para Catalu?a no iba a ser un concierto como el vasco. Exagerar su dimensi¨®n solo fue la forma que ERC tuvo de asegurarse que sus bases no tumbaran la investidura de Salvador Illa por p¨¢nico a hundirse en unas nuevas elecciones. Es m¨¢s, el propio PSC ha desinflado la esperanza del pacto fiscal en las ruedas de prensa del Govern. Por eso, parece toda una met¨¢fora que Marta Rovira, una de las mu?idoras del acuerdo, vaya a quedarse a vivir en Suiza, pese a haber sido amnistiada. Ahora bien, que la financiaci¨®n para Catalu?a se diluya ¡ªser¨¢ singular, pero aprobada en el Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera, donde est¨¢n las autonom¨ªas del PP¡ª es la mayor carta de presentaci¨®n para los barones del PSOE en sus futuros comicios. Y aunque Oriol Junqueras logre volver a dirigir ERC, podr¨ªa lavarse las manos de lo que decidi¨® la anterior ejecutiva.

Segundo, la amnist¨ªa ya no supone el mismo esc¨¢ndalo en t¨¦rminos de imagen que hace un a?o. A la lentitud en su aplicaci¨®n ¡ªni a Puigdemont ha llegado todav¨ªa¡ª se le suma que el Partido Popular ha dejado de hacer casus belli de ello: de un lado, porque hace un a?o no era tan evidente como ahora que el proc¨¦s est¨¢ hundido, y la prueba es que Salvador Illa gobierna en la Generalitat; del otro, tampoco le conviene a Alberto N¨²?ez Feij¨®o seguir protestando, ya que quiz¨¢s alberga la esperanza de pactar con Junts alguna vez.

Tercero, la izquierda contigua al PSOE no tiene ya el mismo predicamento en el debate p¨²blico que hace a?os. A diferencia de Podemos, la presencia de Sumar en el Consejo de Ministros no genera una hipermovilizaci¨®n en la derecha, porque hace menos ruido. Que S¨¢nchez haya dado el poder a las feministas cl¨¢sicas deja margen para que sea la izquierda alternativa la que defienda las teor¨ªas queer desde fuera del Gobierno, como intento de reconstrucci¨®n de un espacio que arrastra una severa crisis.

Pese a todo, el fuerte presidencialismo de S¨¢nchez amaga con seguir lastrando a sus barones en 2027, como sucedi¨® en 2023. El desembarco de ?scar L¨®pez en Madrid es un caramelo para Isabel D¨ªaz Ayuso, al ser un ministro contra el que dirigir las cr¨ªticas por los casos judiciales abiertos. As¨ª es la pol¨ªtica: si hace poco Espa?a estaba sumida en el esc¨¢ndalo por la amnist¨ªa, o hace cuatro meses por la financiaci¨®n para Catalu?a, hoy son otros los frentes. Y, por eso, la reconciliaci¨®n con Page supondr¨¢ un bal¨®n de ox¨ªgeno para la Espa?a m¨¢s conservadora, pero el antisanchismo tan intestino sigue siendo igual de imprevisible como potente movilizador de voto a la derecha.