Abrocharse la chaqueta
Al novio de Ayuso se le ve entrar en un juzgado siempre con el gesto de intentar meter el bot¨®n en el ojal. Cuando lo consiga, imagino que se acabar¨¢ esta est¨²pida pelea de gallos
Este enredo judicial interminable de bulos y fiscales que se trae la presidencia de la Comunidad de Madrid se acabar¨¢ cuando el novio de la se?ora Ayuso logre por fin abrocharse la chaqueta. Una y otra vez a este se?or se le ve entrar en un juzgado siempre con el mismo gesto de llevarse las manos a la tripa, tratando de meter el bot¨®n en el ojal correspondiente. El d¨ªa en que lo consiga imagino que se dar¨¢ por terminada esta est¨²pida pelea de gallos que se traen la presidencia del Gobierno y la Comunidad de Madrid en la que, seg¨²n parece, un presunto delincuente amenaza a un fiscal con llev¨¢rselo por delante y no al rev¨¦s. Este espect¨¢culo no deja de ser divertido, y los l¨ªderes de opini¨®n, contertulios y comentaristas, no paran de estirar el chicle. Mientras el novio de la se?ora Ayuso logra o no su empe?o de que las perdices manden sobre las escopetas, fuera de este laberinto judicial, el ciudadano se ve obligado a atender a cat¨¢strofes m¨¢s serias. En la guerra de Gaza se puede venir abajo un inestable alto el fuego, tal vez porque el ej¨¦rcito israelita, ah¨ªto de sangre, no ha conseguido todav¨ªa saciar con ella la sed de venganza, que ya ha producido m¨¢s de 46.000 muertos, con mujeres y ni?os. Por otra parte, al cambio clim¨¢tico se ha unido ahora la presidencia de Estados Unidos de Donald Trump, cuyo cerebro est¨¢ a merced de todas las borrascas pol¨ªticas imaginables. Los cataclismos de la naturaleza cada vez m¨¢s intensos y consecutivos no son nada con lo que puede suceder si el car¨¢cter tormentoso de Donald Trump, en el papel de b¨²falo, y el de Elon Musk, como payaso loco, chocan a la hora de sentarse en la taza del retrete de oro macizo. Finalmente, Hollywood sigue bajo el fuego. No son efectos especiales. Se trata de una inmensa hoguera en la que arden tambi¨¦n nuestros sue?os, sin que John Ford pueda levantar de sus tumbas a Gary Cooper y a John Wayne para apagarla. Y si con todo esto el mundo salta en pedazos, el novio de Ayuso no va a necesitar abrocharse la chaqueta.
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