La llamada de atenci¨®n de Biden
El presidente de Estados Unidos advierte a su pa¨ªs de que la democracia est¨¢ en riesgo de extinci¨®n si no se frena a la versi¨®n trumpista del Partido Republicano en las pr¨®ximas elecciones
El discurso del presidente Joe Biden en el horario de m¨¢xima audiencia en Filadelfia el 1 de septiembre acab¨® con cualquier ambig¨¹edad sobre la situaci¨®n pol¨ªtica actual de Estados Unidos. La democracia en Estados Unidos corre un serio riesgo de extinci¨®n.
Estas palabras pueden seguir sonando extra?as para algunos. A pesar de los acontecimientos de los ¨²ltimos a?os, en la mente de muchas personas el Gobierno autoritario sigue estando asociado a los experimentos democr¨¢ticos incipientes en los pa¨ªses en desarrollo o a las p¨¢ginas m¨¢s oscuras de la historia europea, no a Estados Unidos. Es cierto que el electorado estadounidense lleva varios a?os en un estado de polarizaci¨®n, y que el Partido Republicano empez¨® a derivar hacia la derecha mucho antes de que el expresidente Donald Trump entrara en pol¨ªtica. Pero hasta ahora, salvo la guerra civil, todas las crisis pol¨ªticas que han salpicado la historia de EE UU se han resuelto dentro de los l¨ªmites de la venerable Constituci¨®n del pa¨ªs.
Esta vez, dijo Biden en su c¨¢ndido y alarmante discurso, las cosas podr¨ªan ser diferentes. Merece la pena citar algunos pasajes:
¡°Demasiado de lo que est¨¢ sucediendo en nuestro pa¨ªs hoy en d¨ªa no es normal. Donald Trump y los republicanos MAGA [siglas en ingl¨¦s de Hacer grande a Am¨¦rica de nuevo] representan un extremismo que amenaza los cimientos de nuestra rep¨²blica... Los republicanos MAGA no respetan la Constituci¨®n. No creen en el Estado de derecho. No reconocen la voluntad del pueblo. Se niegan a aceptar los resultados de unas elecciones libres, y est¨¢n trabajando ahora mismo mientras hablo en un Estado tras otro para dar el poder de decidir las elecciones en Estados Unidos a partidistas y compinches, empoderando a los negacionistas de las elecciones para socavar la propia democracia¡±.
No son exageraciones. El Comit¨¦ Especial del Congreso sobre los acontecimientos del 6 de enero de 2021 ha desenterrado pruebas convincentes sobre la participaci¨®n directa de Trump en la insurrecci¨®n del Capitolio. El movimiento ¡°stop the steal¡± [¡±detener el robo¡±] ha estado trabajando sin descanso en muchos Estados controlados por los republicanos para arrebatar a los administradores imparciales el poder de declarar el resultado de las elecciones presidenciales y conferirlo a organismos pol¨ªticos. Su intenci¨®n declarada es asegurarse de que en 2024 el candidato presidencial republicano (que bien podr¨ªa ser de nuevo Trump) no se encuentre con los obst¨¢culos que Trump encontr¨® en 2020, cuando ¨¦l y sus partidarios presionaron de diversas maneras a los funcionarios electorales para que cambiaran el resultado del voto popular en varios Estados. El discurso de Biden es una llamada abierta a defender la democracia estadounidense de un poderoso enemigo interno que no se detendr¨¢ ante nada para alcanzar el poder.
El enemigo en cuesti¨®n son los ¡°republicanos MAGA¡± ¡ªseguidores de Trump¡ª. Biden los distingue de los republicanos moderados, que son leales a la Constituci¨®n estadounidense y no mantienen una ¡°lealtad ciega a un solo l¨ªder¡±. Al mismo tiempo, subrayando la gravedad del ¡°peligro claro y presente¡± para la democracia estadounidense, Biden reconoce expl¨ªcitamente que el Partido Republicano est¨¢ ¡°dominado, impulsado e intimidado por Donald Trump y los republicanos MAGA¡±. Ante esta situaci¨®n, Biden llama a todos los que se preocupan por la democracia estadounidense a defenderla ejerciendo sus derechos de participaci¨®n electoral y de libre expresi¨®n (¡°speak out, speak up, vote, vote, vote¡± [¡±expresaos, hablad m¨¢s alto, votad, votad, votad¡±]). ?Funcionar¨¢? Es demasiado pronto para decirlo. Hay algunos signos ligeramente alentadores, pero la situaci¨®n sigue siendo dif¨ªcil.
Dentro de dos meses, en noviembre, los estadounidenses votar¨¢n en las elecciones de mitad de mandato, en las que tradicionalmente al partido del presidente le va mal. Esta vez, sin embargo, la tendencia es algo diferente. El 24 de junio, el Tribunal Supremo anul¨® el precedente del caso Roe contra Wade y elimin¨® la protecci¨®n constitucional del derecho al aborto en el nivel federal. Desde entonces, la situaci¨®n electoral ha cambiado ligeramente a favor de los dem¨®cratas. El sondeo de la ¡°papeleta gen¨¦rica del Congreso¡±, que pregunta a la gente a qu¨¦ partido apoyar¨ªa en unas elecciones (datos de la encuesta promediados en fivethirtyeight.com), ha cambiado la ventaja republicana del 2,3%, el 25 de junio, a una ventaja dem¨®crata del 0,9%.
Los resultados de las recientes elecciones parciales tambi¨¦n muestran una tendencia a favor del Partido Dem¨®crata. En las ¨²ltimas tres semanas, los candidatos dem¨®cratas ganaron en dos distritos del Congreso en Alaska y Nueva York que anteriormente estaban en manos de los republicanos. Todas las dem¨¢s elecciones parciales celebradas despu¨¦s de la decisi¨®n Dobbs, aunque ning¨²n esca?o cambi¨® de partido, muestran un claro giro de votos hacia los dem¨®cratas.
Sin embargo, sea cual sea el resultado de las elecciones de mitad de mandato, la crisis de la democracia estadounidense continuar¨¢ mientras el Partido Republicano est¨¦ en posiciones trumpistas. Es imposible, a estas alturas, predecir si ese partido volver¨¢ al redil constitucional y cu¨¢ndo lo har¨¢. Las repercusiones del registro del 8 de agosto en Mar-a-Lago, la residencia de Trump en Miami, en el que el FBI confisc¨® documentos clasificados guardados ilegalmente, han perjudicado a varios candidatos republicanos apoyados por Trump, y han inducido a algunos republicanos de alto perfil, como los gobernadores Larry Hogan (Maryland) y Glenn Youngkin (Virginia), a tomar p¨²blicamente cierta distancia del expresidente.
De ah¨ª que la famosa broma de Trump de que ¡°podr¨ªa pararse en medio de la Quinta Avenida y disparar a alguien¡± y aun as¨ª ¡°no perder¨ªa ning¨²n votante¡± pueda haber perdido algo de su bravura. Pero incluso si Trump dejara de ser visto como un activo electoral, o incluso abandonara la pol¨ªtica, la orientaci¨®n antidemocr¨¢tica del Partido Republicano no cambiar¨ªa necesariamente. Los candidatos presidenciales m¨¢s populares despu¨¦s de Trump son el gobernador de Florida, Ron DeSantis (cuyas posturas son indistinguibles de las de Trump) y el hijo del expresidente, Donald Trump Jr. Por el bien de la democracia estadounidense, es de esperar que las c¨¢ndidas palabras de Biden convenzan a los republicanos m¨¢s moderados y a los independientes para que se movilicen por ¨¦l.
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