Tsitsi Dangarembga, la escritora que puede ganar el Premio Booker y/o acabar en la c¨¢rcel en Zimbabue
La autora africana se enfrenta casi al mismo tiempo a dos tribunales: uno decidir¨¢ si es responsable de un delito por sus protestas contra la corrupci¨®n en su pa¨ªs; el otro, si ha escrito una de las mejores novelas del a?o, seg¨²n el prestigioso premio literario que se falla el 19 de noviembre
El pasado 28 de julio, el nombre de Tsitsi Dangarembga apareci¨® en la primera lista de finalistas del Booker Prize, uno de los premios m¨¢s prestigiosos de la literatura en ingl¨¦s. Solo tres d¨ªas despu¨¦s, el protagonista era un escueto mensaje en la cuenta de Twitter de la escritora: ¡°?Arrestada! En Borrowdale. Ope estar¨¢ bien¡±; y una fotograf¨ªa en la que se la ve¨ªa de espaldas siendo introducida en un furg¨®n policial. Los medios internacionales se hicieron eco de la detenci¨®n de una prestigiosa escritora durante las protestas contra la corrupci¨®n y a favor de una reforma institucional profunda en Zimbabue. A sus 61 a?os, Dangarembga tiene una novela considerada una de las mejores obras africanas de todos los tiempos y una de las 100 que han cambiado la historia, una larga carrera en el mundo del cine y un extenso historial de militancia y activismo social y pol¨ªtico.
Pregunta: Su detenci¨®n apareci¨® en todos los medios de comunicaci¨®n internacionales, ?cree que ha ayudado a hacer visible la ola de protestas en Zimbabue?
Respuesta: S¨ª, creo que mi arresto ha ayudado a hacer m¨¢s visible las reivindicaciones, pero no solo la protesta actual, sino tambi¨¦n el nivel de represi¨®n al que est¨¢n sometidos los ciudadanos de Zimbabue. Ha habido otras detenciones de alto perfil que tambi¨¦n han despertado la atenci¨®n internacional, la del periodista Hopewell Chin¡¯ono, que denunciaba la participaci¨®n de la familia del presidente en la corrupci¨®n en los suministros y fondos para luchar contra la covid-19; o la del opositor Job Sikhala. Sin embargo, el hecho de que mi arresto se produjera tres d¨ªas despu¨¦s de que This Mournable Body [Faber & Faber] fuera incluida en la lista del Booker Prize aument¨® el inter¨¦s internacional y ayud¨® a que las noticias sobre la situaci¨®n en Zimbabue llegaran a los medios y a las personas que normalmente no est¨¢n informadas sobre lo que sucede en el pa¨ªs.
P: Su compromiso pol¨ªtico y social viene de muy lejos, mucho antes que esta noticia, ?a qu¨¦ responde?
R: Mi compromiso con el progreso social viene de mi moralidad, los principios personales que he desarrollado a lo largo de mi vida y por los que me rijo. Valoro la participaci¨®n, la justicia, la amabilidad, la inclusi¨®n y la dignidad para todos. Tambi¨¦n valoro ser una ciudadana de Zimbabue y act¨²o donde puedo para ser una de las buenas. Como zimbabuense me parte el coraz¨®n el deterioro de todos los sectores de mi pa¨ªs y el impacto devastador que tiene en la poblaci¨®n. La pobreza y la miseria nos acechan. El miedo y la incertidumbre son nuestro pan de cada d¨ªa. He aprendido que si quiero que la situaci¨®n mejore tengo que actuar para promover el cambio.
P: Con su reconocimiento literario internacional seguramente podr¨ªa vivir tranquila en su pa¨ªs o en el extranjero, quiz¨¢ algunas personas se preguntan por qu¨¦ se ¡°complica la vida¡± de esa manera.
R: Ahora es muy dif¨ªcil vivir tranquilamente en el pa¨ªs para cualquiera. Quiz¨¢ podr¨ªamos vivir sin violencia activa, pero en mi opini¨®n, eso no es la paz. La covid-19 ha hecho m¨¢s duro el estado policial y el declive econ¨®mico hace que cada d¨ªa sea una lucha. Incluso levantarse para ducharse es un reto para m¨ª, porque no he tenido agua corriente durante 15 a?os. Otros servicios como la electricidad y el transporte son igualmente dif¨ªciles de obtener. En los controles de carretera o en los tr¨¢mites burocr¨¢ticos estamos constantemente chocando con las autoridades. Con una inflaci¨®n de m¨¢s del 700%, incluso los que tienen ingresos decentes se empobrecen y pierden poder adquisitivo. El reconocimiento que ha tenido Nervous Conditions y otros trabajos no se han traducido en unos ingresos boyantes y, aunque mi situaci¨®n no puede compararse con la de la mayor¨ªa de los zimbabuenses, mi vida aqu¨ª ha sido bastante dif¨ªcil econ¨®micamente. Adem¨¢s a las autoridades les parece que no soy pol¨ªticamente atractiva y eso me ha restado oportunidades. Quer¨ªa que mis hijos crecieran aqu¨ª y por eso me empe?¨¦ en vivir en Zimbabue. Pero ahora, sobre todo con las dificultades para trabajar en el ¨¢mbito creativo, considerar¨ªa la posibilidad de vivir en otro lugar si se presentara la ocasi¨®n.
Quiz¨¢ podr¨ªamos vivir sin violencia activa, pero en mi opini¨®n, eso no es la paz. La covid-19 ha hecho m¨¢s duro el estado policial y el declive econ¨®mico hace que cada d¨ªa sea una lucha.
P: A menudo vemos a las escritoras implicadas en la construcci¨®n de un futuro m¨¢s justo. ?Cu¨¢l es el papel del arte y la cultura en la transformaci¨®n social?
R: El arte expone las ideas a la sociedad de manera atractiva y accesible. El arte y la cultura muestran c¨®mo somos y c¨®mo podr¨ªamos ser. Tambi¨¦n pone productos en los mercados y dinero en los bolsillos de la gente. Las ideas remiten al espacio pol¨ªtico. Las representaciones, al espacio social. Los productos, al espacio econ¨®mico. As¨ª que el arte tiene un papel fundamental en la naci¨®n. Un sector art¨ªstico somnoliento es un signo de una naci¨®n moribunda. El arte dirige e impacta en la cultura, manteni¨¦ndola viva y activa. Tenemos que tener cuidado de que el impacto sea positivo.
P:This Mournable Body dibuja algunos de los elementos del Zimbabue de hoy, ?qu¨¦ es lo que no funciona en el pa¨ªs?
R: Zimbabue se encuentra en una crisis de gobernabilidad que afecta a la vida econ¨®mica, social y pol¨ªtica. Ha estado en esta crisis de gobierno desde la creaci¨®n de la colonia brit¨¢nica en 1890. Era esencialmente una empresa de extracci¨®n y este enfoque nunca cambi¨®. Nuestro Gobierno extrae del medio ambiente y de la gente, lo cual ha acabado modelando un ciudadano que no es capaz de asumir con ¨¦xito las tareas de una ciudadan¨ªa democr¨¢tica responsable. La crisis de la gobernanza ha dado lugar a una crisis de la persona. Lo que se necesita es una transformaci¨®n profunda en la conciencia que se ha generado en Zimbabue durante 130 a?os, cuando los seres humanos fueron vistos y siguen si¨¦ndolo como recursos para ayudar a esa extracci¨®n, y se margina o se etiqueta como prescindibles a los que se niegan a aceptar ese papel.
Un sector art¨ªstico somnoliento es un signo de una naci¨®n moribunda.
P: ?La descripci¨®n de este escenario en su novela pretende denunciar, concienciar y movilizar, o es una necesidad ¡°¨ªntima¡± de conjurar fantasmas?
R: Cuento historias con la intenci¨®n de que contribuyan a una transformaci¨®n positiva de la persona. Me propongo comprometer la subjetividad de mis lectores de manera positiva, aunque signifique atravesar algunos espacios que no estaban bien iluminados, o incluso completamente a oscuras.
P: La sustituci¨®n de Mugabe por Mnangagwa no ha sido la soluci¨®n...
R: No esperaba nada bueno porque no ha habido una ruptura con el pasado modo extractivo del Estado. No es sorprendente que no haya habido desarrollos positivos para la mayor¨ªa y que nuestra experiencia de vida haya empeorado.
P: En una ¨¦poca habl¨® de que en el origen de los problemas de Zimbabue y de ?frica hab¨ªa una ¡°neurosis existencial¡±, entendida como una falta de conciencia. ?Cree que las movilizaciones sociales en muchos pa¨ªses muestran un cambio o son un espejismo?
R: No creo que esa ¡°neurosis existencial¡± sea sin¨®nimo de falta de conciencia. Muchos zimbabuenses son muy conscientes de lo que est¨¢ mal en el pa¨ªs y reconocen lo que hay que hacer para que mejore, pero no pueden por falta de oportunidades o de recursos. Las leyes dificultan las reuniones fundamentales para generar el cambio pac¨ªfico y se usan para criminalizar esos encuentros, como la manifestaci¨®n en la que fui detenida. Los medios han estado secuestrados por minor¨ªas, el resultado es una sociedad de personas dominadas por la ansiedad, porque sabemos lo que hay que hacer y sabemos que no tenemos los medios para hacer los cambios pac¨ªficos necesarios. Este sistema es obra de las autoridades de Zimbabue, pero la comunidad internacional ha actuado de manera similar. S¨ª, creo que algo est¨¢ cambiando, generalmente a trav¨¦s de los j¨®venes, que se movilizan y exigen cambios. Son m¨¢s conscientes de sus derechos que las personas de mi generaci¨®n. Tambi¨¦n son conscientes de las oportunidades que se les presentan. Al mismo tiempo, tenemos millones de poblaciones marginadas en centros rurales y periurbanos que viven vidas de fantasmas, agradecidos por un saco de arroz de dos kilos. Para iniciar una transformaci¨®n, los impulsos de cambio deben incluir a esas poblaciones desvalidas. La soluci¨®n para la paz y la prosperidad en Zimbabue debe ser generada activamente por la naci¨®n y abrazada a todos los niveles.
* El autor forma parte de Wiriko, asociaci¨®n cultural que tiene como objetivo la difusi¨®n de las manifestaciones art¨ªsticas y culturales africanas contempor¨¢neas y desarrolla actividades de divulgaci¨®n a trav¨¦s de un magac¨ªn on line y de formaci¨®n en el Aula Virtual.
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