Una epidemia de la que solo se supo un 1%: el ejemplo de los fallos del sistema para rastrear enfermedades

A principios de 2016 la alerta salt¨® en Brasil. El n¨²mero de ni?os nacidos con microcefalia (el cerebro m¨¢s peque?o de lo normal) hab¨ªa aumentado un 377%. R¨¢pidamente, se relacion¨® este incremento con un virus que transmite un mosquito y que en la mayor parte de los casos no provoca s¨ªntomas: el zika. Esos beb¨¦s que nac¨ªan con la cabeza reducida mostraban la cara de una enfermedad que hasta ese momento hab¨ªa permanecido casi invisible en el continente.

Con unos juegos ol¨ªmpicos a la vuelta de la esquina, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) declar¨® el problema emergencia de salud p¨²blica internacional, pero el virus hab¨ªa llegado para quedarse y ahora se estima que est¨¢ presente en toda la regi¨®n. La instituci¨®n registr¨® alrededor de 700.000 casos. Un macroan¨¢lisis realizado este a?o por investigadores de la Universidad de Notre Dame calcula, sin embargo, que aquella epidemia alcanz¨® al menos a 123 millones de personas. ¡°Hay dos factores que influyen en que solo se detectara el 1% durante la epidemia. Una es que el 50% de los casos fueron asintom¨¢ticos y escaparon al sistema de vigilancia. El otro es que los pacientes no acuden al sistema de salud a no ser que est¨¦n muy graves¡±, explica Sean Moore, bi¨®logo e investigador principal de este estudio publicado en la revista PLOS.

Moore presenta un escenario muy parecido al que deja la covid-19: r¨¢pida expansi¨®n, muchos asintom¨¢ticos y un sistema sanitario desbordado. ¡°Igual que en esa ocasi¨®n, con la covid se han visto las carencias en la capacidad de hacer tests, que son caros, especialmente si necesitan confirmaci¨®n en un laboratorio. Esto es un problema a¨²n mayor en los pa¨ªses de ingresos medios y bajos¡±, a?ade el especialista. Los autores del estudio han utilizado estad¨ªsticas de 15 pa¨ªses en Latinoam¨¦rica y el Caribe, en los que residen m¨¢s de 500 millones de personas.

Fue precisamente el aumento de pruebas a las embarazadas y el n¨²mero de beb¨¦s afectados en lo que se ha apoyado este equipo de investigadores para extrapolar los datos. ¡°Si no hubiese sido por los casos de microcefalia este virus podr¨ªa haber pasado desapercibido, porque se confunde f¨¢cilmente con el dengue, presente en la zona¡±, apunta el microbi¨®logo de la Universidad de Navarra, Ignacio L¨®pez Go?i. ¡°Cuando miras los datos que facilita la OMS sobre enfermedades infecciosas, las horquillas de afectados son enormes y esto es debido a nuestra capacidad limitada de diagnosticar¡±, indica.

El zika se transmite por un mosquito, mientras que la covid-19 lo hace por el aire y el contacto con superficies. Pero en ambos casos, la conclusi¨®n es la misma: si no se sabe el alcance de las infecciones, no se pueden tomar medidas acertadas. ¡°En el caso del zika, sabes d¨®nde fumigar para eliminar a los mosquitos. En el caso de la covid, sabes d¨®nde intervenir y poner en cuarentena a contactos o limitar actividades de riesgo¡±, se?ala Moore. En aquel momento, los especialistas recomendaron a las mujeres no quedarse embarazadas y a las que lo estaban no viajar a zonas de riesgo. La confusi¨®n de datos fue tal que incluso varios deportistas renunciaron a acudir a los juegos ol¨ªmpicos de R¨ªo.

Cuando la OMS dio por concluida la emergencia sanitaria, a finales de 2016, asegur¨® que se hab¨ªan registrado 2.300 beb¨¦s con microcefalias, aunque el organismo ya reconoc¨ªa entonces que hab¨ªa una ¡°subestimaci¨®n significativa¡± de la situaci¨®n real. Cuatro a?os m¨¢s tarde, el an¨¢lisis de los datos empieza a mostrar una fotograf¨ªa m¨¢s realista de lo que supuso esa emergencia. ¡°Lo mismo pasar¨¢ con la covid, solo detectamos la punta del iceberg, en unos a?os veremos que ese mill¨®n de muertos que llevamos ahora ser¨¢ mucho mayor¡±, asevera Go?i. La OMS ya se ha expresado en la misma l¨ªnea. Sus representantes estiman que un 10% de la poblaci¨®n mundial se ha infectado, 22 veces m¨¢s que los casos realmente notificados.

¡°Siempre va a haber cierto grado de imprevisibilidad, porque para eso son pandemias, pero necesitamos sistemas de vigilancia que nos hagan ir por delante. Este es el sentido por ejemplo del control de las aguas residuales¡±, sostiene Go?i. ¡°El problema es que todo esta vigilancia es una inversi¨®n de futuro y la clase pol¨ªtica tiene una visi¨®n muy a corto plazo¡±, remata. El autor de la investigaci¨®n sobre el zika se muestra optimista: ¡°En estos meses se ha invertido mucho dinero para mejorar la capacidad de pruebas, y espero que estos sistemas de vigilancia se mantengan en el tiempo para mantener a raya a otros pat¨®genos¡±.

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