La crisis como oportunidad para la transparencia y la integridad

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A finales de 2019 en Am¨¦rica Latina resurgi¨® el debate indispensable sobre la (des)igualdad en nuestras sociedades. Los ciudadanos expresaban su descontento tanto en acceso a servicios como en sus altos costos. En otros casos, el reclamo era por el desapego a principios del sistema democr¨¢tico, la impunidad judicial, la percepci¨®n de falta de transparencia o a casos de corrupci¨®n.

El descontento por la corrupci¨®n se ha trasladado de los pol¨ªticos a las instituciones. En efecto, en Am¨¦rica Latina el apoyo al sistema democr¨¢tico ha disminuido cada a?o desde 2010. Muchos ciudadanos sienten que la corrupci¨®n ha debilitado severamente las posibilidades de que nuestros pa¨ªses salgan adelante. El 85% de los latinoamericanos piensa que la corrupci¨®n es un tema grave. Los casos a nivel regional como el Odebrecht, los llamados Panama Papers y otros esc¨¢ndalos han sido clave en generar este sentimiento.

Algunos pueden percibir detr¨¢s de estas manifestaciones un fen¨®meno repentino o espont¨¢neo. La realidad es que este desencanto refleja un problema que se ven¨ªa cocinando a fuego lento. Los ciudadanos de Am¨¦rica latina y el Caribe hace mucho tiempo expresan una fuerte preocupaci¨®n por la corrupci¨®n que captura las tarifas y condiciones de los servicios p¨²blicos, que beneficia a una empresa con la adenda indebida de un contrato, que altera las reglas democr¨¢ticas del r¨¦gimen pol¨ªtico o que otorga impunidad judicial a los poderosos.

Una oportunidad hist¨®rica

La pandemia de la Covid-19 ha sumado otro elemento a esta crisis. Desde marzo de 2020 los medios de comunicaci¨®n y redes sociales no se ocuparon de otra cosa. Algunas reglas fundamentales del Estado de Derecho, como la privacidad de los datos personales, la divisi¨®n de poderes y la transparencia sobre el uso de recursos p¨²blicos se enfrentaron a una prueba de fuego.

Esta crisis puede ser una oportunidad en favor de la integridad. De hecho, varios pa¨ªses est¨¢n analizando o directamente poniendo en pr¨¢ctica cambios importantes en la manera que organizan la vida pol¨ªtica y econ¨®mica de manera m¨¢s acorde con las expectativas de la mayor¨ªa, en algunos casos con cambios constitucionales, como es el caso de Chile.

La calidad institucional es determinante para la provisi¨®n de servicios p¨²blicos, el clima de negocios y la confianza ciudadana

En efecto, como indica el Marco Sectorial de Transparencia e Integridad del BID, la calidad institucional y la transparencia son determinantes para la provisi¨®n de servicios p¨²blicos, el clima de negocios y la confianza ciudadana. ?C¨®mo podemos aprovechar esta crisis y apuntalar la confianza en la democracia y sus instituciones? Aqu¨ª algunas sugerencias:

1. El presupuesto nacional y los sistemas de inversi¨®n p¨²blica ser¨¢n fundamentales para la recuperaci¨®n econ¨®mica post-pandemia. El acceso a la informaci¨®n no es una actitud pasiva. Hay que abrir los datos, mostrar c¨®mo se construyeron, y establecer mecanismos de participaci¨®n ciudadana usando tecnolog¨ªas digitales. La transparencia es el resultado de combinar accesos a la informaci¨®n con tecnolog¨ªas digitales. Tenemos a la mano los resultados sobre la transparencia, eficiencia y eficacia en el uso de los recursos p¨²blicos que ofrecen plataformas como Rindiendo Cuentas y que hemos verificado mediante estudios sobre MapaInversiones en Colombia y Costa Rica.

2. Es imperativo fortalecer los ¨®rganos de control. Las entidades de fiscalizaci¨®n superior deben aprovechar el potencial de las nuevas tecnolog¨ªas para realizar anal¨ªtica de datos masivos a lo largo de la cadena de control gubernamental (prevenci¨®n, detecci¨®n, investigaci¨®n y sanci¨®n). Pero tambi¨¦n hay que poner en perspectiva la gobernanza de estas entidades, incluyendo su independencia y la capacidad de sus recursos humanos. Como se?ala la OCDE, las entidades de fiscalizaci¨®n tambi¨¦n pueden contribuir a mejorar la formulaci¨®n de pol¨ªticas y las decisiones sobre licitaciones con evidencia m¨¢s s¨®lida y evaluaciones sobre la relaci¨®n calidad-precio.

3. Los pa¨ªses de la regi¨®n deben avanzar en la implementaci¨®n de est¨¢ndares internacionales para prevenir y controlar la corrupci¨®n. Debemos fortalecer los mecanismos de regulaci¨®n y prevenci¨®n de los conflictos de inter¨¦s para reforzar la legitimidad de las decisiones de todos los funcionarios del Estado. Estas reglas y mecanismos deben apoyarse en sistemas de declaraciones juradas digitales que permitan cruzar datos de manera ¨¢gil, fortaleciendo la prevenci¨®n y detecci¨®n de situaciones irregulares.

4. Finalmente, es fundamental que la regi¨®n avance en la promoci¨®n de reformas de integridad para el mercado. Estas deben estar alineadas con est¨¢ndares internacionales como los del GAFI, OCDE y EITI y los compromisos del B20 que promueven reformas para implementar reg¨ªmenes de beneficiarios finales. Estas reformas son imprescindibles para asegurar la integridad del mercado y evitar que los recursos p¨²blicos terminen en el bolsillo equivocado.

La salida gradual de la emergencia asociada a la Covid-19 y los esfuerzos por recuperar las econom¨ªas de los pa¨ªses abren una oportunidad importante en los pa¨ªses de nuestra regi¨®n para redoblar los esfuerzos que permitan poner a la transparencia, la prevenci¨®n y el control de la corrupci¨®n como uno de los pilares del crecimiento econ¨®mico.

Nuestras democracias necesitan debatir c¨®mo pueden llegar a construir consensos pol¨ªticos que habiliten la administraci¨®n de los recursos p¨²blicos con transparencia e integridad. Pero adem¨¢s, los ciudadanos deben ser parte de las soluciones. Sin avanzar fuertemente en esta agenda va a resultar muy dif¨ªcil recuperar la confianza en las instituciones.

Roberto de Michele es Coordinador del Cl¨²ster de Transparencia e Integridad y Juan Cruz Vieyra es especialista en Modernizaci¨®n del Estado ambos de la Divisi¨®n de Innovaci¨®n para servir al Ciudadano del BID.

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