Menos hormig¨®n y m¨¢s agua potable para Am¨¦rica Latina y el Caribe

No pienses en un elefante es uno de los libros m¨¢s populares del ling¨¹ista George Lakoff. Basta pronunciar el t¨ªtulo para evocar inevitablemente al animal, aunque te pida que no lo hagas. Algo parecido sucede al hablar de infraestructuras: r¨¢pida y autom¨¢ticamente vienen a la mente aeropuertos, puentes, represas, t¨²neles... En definitiva, hormig¨®n y acero. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) busca cambiar ese v¨ªnculo y conseguir que al hablar de infraestructuras ¡ªy la importancia de invertir en ellas¡ª los l¨ªderes de Am¨¦rica Latina y el Caribe piensen en mejorar los servicios de agua y saneamiento, electricidad y transporte.

En su informe De estructuras a servicios: el camino a una mejor infraestructura en Am¨¦rica Latina y el Caribe, publicado este jueves, el organismo apunta que destinar m¨¢s fondos p¨²blicos y privados a garantizar el acceso, calidad y asequibilidad de estos servicios esenciales es fundamental para reducir la desigualdad y asegurar la prosperidad de la regi¨®n en los pr¨®ximos a?os. En la actualidad,?la mitad de los hogares m¨¢s pobres gastan el 14% de sus ingresos en agua, energ¨ªa y transporte p¨²blico, lo que representa un 30% m¨¢s que en otras regiones en desarrollo. "En la medida en que se produzca un aumento en la eficiencia en los servicios y una ca¨ªda en los precios, los ingresos de los sectores m¨¢s pobres se elevar¨ªan un 28% m¨¢s en promedio que los ingresos de los sectores m¨¢s acomodados durante 10 a?os", sostiene el estudio.

"Am¨¦rica Latina y el Caribe necesita invertir m¨¢s en infraestructura. Entre 2008 y 2017 destin¨® apenas un 2,8% de su PIB de media por a?o, la mitad que otras regiones emergentes como Asia Oriental y el Pac¨ªfico, que invirti¨® un 5,7%", anota Tom¨¢s Serebrisky, asesor economista sectorial del Departamento de Infraestructura del BID y uno de los autores del informe. "Necesitamos m¨¢s para salir de la trampa de la baja inversi¨®n", contin¨²a en una conversaci¨®n por tel¨¦fono. Seg¨²n su estudio, la regi¨®n deber¨ªa destinar entre el 4% y el 7% de su PIB en infraestructura cada a?o.

Solo as¨ª, dice el documento, se podr¨¢ universalizar la conexi¨®n al sistema el¨¦ctrico o de agua y saneamiento. "En 2019, un 86% de la poblaci¨®n rural de Am¨¦rica Latina y el Caribe contaba con acceso a una fuente segura de agua, seg¨²n una definici¨®n que entiende que un hogar tiene acceso si cuenta con una fuente de agua ubicada hasta 15 minutos de distancia a pie desde la vivienda. Sin embargo, cuando se utilizan est¨¢ndares m¨¢s exigentes, como tener agua de red en el propio hogar, la proporci¨®n de la poblaci¨®n rural con acceso se reduce al 55%. De la misma manera, si definimos que tienen acceso a saneamiento los hogares que cuentan con conexi¨®n cloacal o tanque s¨¦ptico, hay a¨²n 45 millones de personas en Am¨¦rica Latina que carecen de acceso", describen los autores en el documento.

La planificaci¨®n y la priorizaci¨®n de proyectos son esenciales para construir lo que es realmente necesario y lo que genera mayores beneficios sociales

Pero insuflar dinero no basta, tiene que hacerse de forma "eficiente", subraya Serebrisky. "Por cada d¨®lar se pierden 35 centavos en ineficiencias como demoras, sobre costes, falta de mantenimiento, una mala elecci¨®n del proveedor... Dado que invertimos poco, hag¨¢moslo bien", reclama el experto del BID. De nuevo, el ejemplo del agua y el saneamiento es ilustrativo, explica Serebrisky. "Se pierde el 40% desde la producci¨®n hasta el usuario. En el proceso de traerla de la fuente, potabilizarla y distribuirla. Por roturas, por mal mantenimiento". Lo m¨¢s eficiente en este caso es invertir mantener y arreglar, y no tanto en construir nuevas estructuras. Y cuando lo segundo es imprescindible, hay que mejorar la calidad de la inversi¨®n, se?alan los investigadores. "Desde la planificaci¨®n y el dise?o de los proyectos, pasando por la construcci¨®n (contrataci¨®n y supervisi¨®n de obras), y llegando hasta el mantenimiento de las obras en operaci¨®n", apuntan.

"La planificaci¨®n y la priorizaci¨®n de proyectos son esenciales para construir lo que es realmente necesario y lo que genera mayores beneficios sociales", se lee en el informe. En este sentido, Serebrisky reflexiona que hay que poner el foco "en lo que la gente necesita", como el transporte, por dos motivos: porque lo demanda la sociedad y por el cambio clim¨¢tico. Respecto del primero, el experto del BID recuerda las protestas que se ven¨ªan produciendo en la regi¨®n antes de que la pandemia del nuevo coronavirus capturase toda la atenci¨®n ciudadana. "En Chile, el desencadenante fue el aumento de la tarifa del metro; en Brasil, un incremento del precio del autob¨²s; y en Ecuador, la subida del precio del combustible", resume. En cuanto al segundo, el especialista es tajante: "La infraestructura tiene la obligaci¨®n de mitigar y adaptarse al cambio clim¨¢tico". Y es mejor que lo haga desde la fase de planificaci¨®n, matiza. La infraestructura ser¨¢ m¨¢s cara en su construcci¨®n, pero m¨¢s barata en el largo plazo, pues ya no habr¨¢ que adaptarla a los impactos del calentamiento global en el futuro.

Una inversi¨®n de calidad servir¨¢ para extender los servicios, que adem¨¢s ser¨¢n mejores. "Las expectativas de la gente ya no son las mismas. En la Am¨¦rica Latina y el Caribe de 2020 no basta con tener acceso a un bus moderno si este llega tarde y se viaja hacinado, y si la tarifa a lo largo de un mes equivale al 10% de un salario m¨ªnimo. No basta con tener un grifo en la cocina si la calidad del agua es tan dudosa que hace falta comprar agua envasada para beber y cocinar. Tampoco basta con estar conectado a la red el¨¦ctrica si cada semana se producen apagones que da?an los electrodom¨¦sticos", evidencian los autores. Aqu¨ª ya se?alan, adem¨¢s, la importancia de que los servicios sean asequibles. Seg¨²n datos recogidos por el BID, el 40% del decil m¨¢s pobre hace su principal trayecto a pie. Ese porcentaje baja al 10% entre el decil m¨¢s rico de la poblaci¨®n. "No es que a los pobres les guste caminar, es que no se pueden pagar el transporte", lamenta Serebrisky.

Pese a que los retos en la regi¨®n son importantes, sobre todo en cuanto al acceso al agua y saneamiento, "no todas son malas noticias", asegura el experto. Hay muchos ejemplos de buena inversi¨®n. Seg¨²n el estudio del BID, algunos de ellos est¨¢n en el transporte como los autobuses de tr¨¢nsito r¨¢pido ¡ªde invenci¨®n brasile?a¡ª o los telef¨¦ricos para conectar zonas altas de las ciudades?¡ªnormalmente hogar de la poblaci¨®n m¨¢s pobre¡ª con el resto de la urbe. Pero tambi¨¦n el acceso a la electricidad "es una historia que se puede considerar de ¨¦xito en Am¨¦rica Latina", agrega el informe. "La combinaci¨®n de inversiones para expandir la red y las soluciones por fuera de la red (off-grid) que se utilizan para llegar a las localidades m¨¢s remotas, han logrado que la regi¨®n se acerque a la universalizaci¨®n del acceso a la electricidad", apuntan los investigadores. "La regi¨®n puede innovar exitosamente para mejorar los servicios. Mejorar el acceso, la calidad y la asequibilidad de los servicios no es solamente una aspiraci¨®n de los expertos", enfatizan. "Y ahora es el momento", termina Serebrisky.

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