La triple carga de las madres adolescentes en pandemia
Sus desaf¨ªos eran poder continuar con sus proyectos de vida, retomar los estudios y encontrar un trabajo para ser independientes. Pero la covid-19 las carg¨® con m¨¢s tareas del hogar y con el cuidado de los ni?os. Sucede en Argentina
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Durante estos meses de pandemia, Florencia Olivero tuvo que interpretar distintos roles al mismo tiempo. Cuida a Ema, su hija de dos a?os, la acompa?a en encuentros virtuales del jard¨ªn, intenta ense?arle lo que indican las maestras y cuando tiene un hueco, estudia. Adem¨¢s cocina para generar algunos ingresos. ¡°Es dif¨ªcil coordinar el estudio, el emprendimiento y el cuidado¡±, se?ala la joven de 21 a?os.
Olivero fue mam¨¢ a los 19 a?os y desde entonces convive con su pareja, y padre de su hija, que hoy tiene 29 a?os. Ellos viven en Villa Maip¨², San Martin, en la provincia de Buenos Aires. La meta de la joven es poder coordinar el cuidado con sus estudios para poder conseguir mejores trabajos.
El embarazo en la adolescencia y la maternidad temprana son dos de los problemas sociales de larga data para Argentina. Seg¨²n un informe del Fondo de Poblaci¨®n de las Naciones Unidas (UNFPA), en 2017, nacieron en Argentina 704.609 ni?os y ni?as, de los cuales un 13% (94.079) son hijos o hijas de adolescentes menores de 20 a?os y 2.493 de ni?as menores de 15 a?os. Las trayectorias educativas truncadas y la mayor inactividad o inserci¨®n laboral precaria de las madres adolescentes y j¨®venes tienen un impacto negativo sobre la productividad y menoscaban la competitividad de la econom¨ªa nacional en su conjunto. El embarazo en la adolescencia se da con mayor frecuencia en poblaciones desfavorecidas, con bajo nivel educativo, escasos recursos econ¨®micos y alto nivel de violencia familiar y social.
Cuando Ema ten¨ªa nueve meses, una vecina le sugiri¨® a Olivero que se conectara con la Fundaci¨®n Kaleidos, porque la organizaci¨®n tiene un programa pensado para trabajar integralmente con adolescentes que son madres o padres y sus hijos. El programa, que ofrece un jard¨ªn para los chicos y propuestas para las adolescentes, se llama Jakair¨¢. ¡°Lo que me gusta de Jakair¨¢ es el apoyo que brindan para fortalecer el v¨ªnculo entre madre e hijo. Cuando se pod¨ªa asistir presencialmente, todos los martes nos qued¨¢bamos jugando con los chicos en la sala del jard¨ªn. Siempre nos ayudan si tenemos dudas con la crianza¡±, dice Olivero
Para las adolescentes contar con un grupo de pares para compartir sus emociones es muy importante. ¡°A veces me sent¨ªa mala madre por pensar que me cansaba mi hija. En el grupo aprend¨ª que es un sentimiento que hay que decirlo y soltarlo¡±, comenta Olivero.
En estos meses, desde Jakair¨¢ se enfocaron en desplegar estrategias para contrarrestar la angustia que genera un contexto de incertidumbre e inestabilidad en los adolescentes. ¡°La pandemia las carg¨® con m¨¢s tareas del hogar y con el cuidado de los ni?os. En general, tienen redes familiares fr¨¢giles y con la pandemia qued¨® m¨¢s evidenciado. Observamos que sienten mucho agobio, cansancio y soledad en relaci¨®n al cuidado de sus hijos. Buscamos la forma de sostener cierto encuadre en este contexto que les d¨¦ estabilidad y confianza. Compartir sus experiencias, las ayuda. La conexi¨®n semanal es por WhatsApp¡±, cuenta Gabriela Elizondo, trabajadora social y coordinadora de?Jakair¨¢.
Otro punto importante de la organizaci¨®n es acompa?ar a los progenitores adolescentes a continuar con sus proyectos de vida, retomar sus estudios y encontrar un trabajo que les permita ser independientes. ¡°Hay mucho esfuerzo de su parte para seguir con sus proyectos de vida. En el medio aparecen obst¨¢culos, pero vemos la forma de sortearlos¡±, se?ala Elizondo. Adem¨¢s, la referente de Jakair¨¢ considera importante fomentar su capacidad l¨²dica y alentar sus aspiraciones.
¡°Cuando era chica, tuve muchos problemas para estudiar. En 2010, mi mam¨¢ se cas¨® con un venezolano y nos fuimos a vivir a Venezuela con ¨¦l. Yo continu¨¦ la primaria all¨¢, pero como me faltaba documentaci¨®n, no pude acreditar lo que hab¨ªa estudiado. En 2015, volvimos a Argentina y no pude continuar la secundaria por falta de papeles para demostrar mis estudios. Hoy estoy haciendo de nuevo la primaria para adultos para poder hacer, luego, la secundaria¡±, cuenta Olivero.
En cuarentena, estudiar se hizo m¨¢s dif¨ªcil para Olivero porque no tiene computadora y todo lo hace a trav¨¦s del celular. ¡°Mi hija est¨¢ todo el d¨ªa en casa y tambi¨¦n me pide el tel¨¦fono para jugar¡±, se?ala. Cuando Olivero necesita hacer un tr¨¢mite y Ema no se puede quedar con el pap¨¢, el ¨²nico sost¨¦n con el que cuenta es con las t¨ªas paternas.
Como la joven no ten¨ªa trabajo, durante la cuarentena comenz¨® a emprender. Vende tortas y cosas dulces. Ella sue?a con ser maestra pastelera y tener su propia panader¨ªa.
Seg¨²n UNFPA, las mujeres que tienen un hijo en la adolescencia alcanzan un menor nivel educativo que aquellas que retrasan su maternidad a la primera d¨¦cada de la vida adulta. En Argentina, poco m¨¢s de la mitad de las madres tempranas consigue completar sus estudios primarios, apenas cuatro de cada 10 sus estudios secundarios y solo un 4% consigue continuar m¨¢s all¨¢ de la educaci¨®n media.
Como el nivel de ingreso de las mujeres depende de su nivel educativo, las madres adolescentes ven disminuida su posibilidad de generar ingresos m¨¢s altos a partir de trabajos m¨¢s calificados, respecto de aquellas mujeres que posponen su fecundidad ¨Cy por consiguiente su maternidad¨C a la primera d¨¦cada de edad adulta. En Argentina, los ingresos laborales de las que no terminan la secundaria son un 40% m¨¢s bajos que los de las que completan ese nivel educativo. Por otra parte, los estudios universitarios aumentan significativamente el potencial de ingresos laborales que pueden percibir las mujeres: estos son dos veces m¨¢s altos que los conseguidos por aquellas con educaci¨®n secundaria completa.
Mariana?Isasi, Oficial de Enlace de UNFPA asegura que el confinamiento tendr¨¢ un impacto fuerte en madres adolescentes ¡°La recesi¨®n, la falta de espacios de cuidado y el aumento de la pobreza son todas variables que impactan en madres j¨®venes¡±, advierte
La coordinadora t¨¦cnica del Plan Embarazo No Intencional en la Adolescencia (ENIA) Silvina Ramos considera que hay que ir creando una buena capacidad de respuesta para atender el tsunami que esta dejando la emergencia sanitaria en materia de protecci¨®n social. ¡°En primer lugar, vamos a tener que recuperar los lazos de las y los adolescentes con la escuela porque sabemos que es un factor protector del embarazo¡±.
Para el especialista en salud de Unicef Argentina Fernando Zingman es importante trabajar con aquellas adolescentes que deciden ser madres para que puedan continuar con sus proyectos de vida y puedan potenciar de la mejor manera la vida de sus hijos. ¡°Hay que verificar si reciben las asignaciones que les corresponden por ley, acompa?arlas para que puedan acceder a la escolaridad y controlar si hay situaciones de abusos. Es importante que el Estado est¨¦ atento para detectar esos casos y que de apoyo a las personas que est¨¢n en un periodo de desarrollo con menos informaci¨®n y menos acceso a los recursos¡±, enfatiza.
Por otro lado, Zingman se?ala: ¡°El 70% de las adolescentes dice que no hubiesen querido tener el embarazo en ese momento. Est¨¢ claro que hay una falla de informaci¨®n y en el acceso real de anticonceptivos¡±. En las menores de 15 a?os, la no intencionalidad aumenta a ocho de cada 10 embarazos.
Mechi Barroso es mam¨¢ de Bautista, un bebe de 10 meses. Qued¨® embarazada a los 20 a?os y en ese momento conoci¨® Kaleidos, que desde entonces la acompa?a. ¡°No quise abortar, decid¨ª tenerlo y ser madre soltera¡±, cuenta.
Ella vive con sus dos hermanas en San Miguel, Provincia de Buenos Aires y trabaja en la empresa de comida r¨¢pida McDonald¡¯s. Al comienzo de la cuarentena, permaneci¨® en casa con su hijo, pero ya hace unos meses, tuvo que asistir presencialmente a su trabajo los s¨¢bados y domingos. Cuando ella trabaja, deja a Bautista con sus hermanas.
¡°Yo proyectaba ser madre, pero en un futuro lejano. Pero, se dio en ese momento, en una circunstancia que no daba, pero igual me prepar¨¦ para tenerlo. Ser mam¨¢ conlleva mucha responsabilidad. No me sent¨ªa preparada, pero igual lo hice. Aprend¨ª a ser madre. Es muy dif¨ªcil sola y en pareja¡±, reflexiona Barroso.
Antes del nacimiento de Bautista, Barroso no pensaba en su futuro. ¡°Todo me daba igual¡±, dice. Y agrega: ¡°Cuando naci¨® ¨¦l, me cambi¨® la perspectiva de c¨®mo veo las cosas. Ah¨ª tom¨¦ la decisi¨®n de terminar el secundario y seguir una carrera¡±.
Antes de la pandemia, mientras Barroso trabajaba, Bautista iba al jard¨ªn de Jakair¨¢. Ah¨ª ¨¦l jugaba con las maestras, lo estimulaban y lo cuidaban. ¡°En estos meses, que no fue al jard¨ªn, descubr¨ª todo lo que pod¨ªa hacer para entretenerlo. No estaba acostumbrada a cuidarlo todo el d¨ªa. Hay que tener mucha paciencia. Con la cuarentena nos hicimos m¨¢s apegados y pude ver su crecimiento. Ahora me cuesta dejarlo para ir a trabajar¡±, dice.
Cuando las chicas se convierten en madres, su adolescencia se va desdibujando por la maternidad y por obligaciones de las que empiezan a hacerse cargo. Queremos que se visibilice su identidadGabriela Elizondo, trabajadora social y coordinadora de?Jakair¨¢
A mitad de este a?o, Barroso empez¨® a cursar el ¨²ltimo a?o del secundario en un curso dirigido para adultos. ¡°En Jakair¨¢ me alentaron mucho para volver a estudiar. Me ayudaron a averiguar qu¨¦ materias deb¨ªa, que tr¨¢mites ten¨ªa que hacer y d¨®nde. Hago un gran esfuerzo para estudiar, trabajar y cuidarlo a ¨¦l. Cuando Bautista duerme o juega, aprovecho¡±, cuenta la joven.
Barroso valora mucho el grupo de madres que se cre¨® en Jakair¨¢. ¡°Somos amigas, nos ayudamos y nos damos consejos sobre nuestros hijos¡±, dice. Adem¨¢s, desde la organizaci¨®n, en estos meses, la apoyaron con pa?ales y alimentos.
Elizondo cree que una clave del proyecto es fortalecer el grupo de pares y redes horizontales, ya que es una forma de que se vayan sosteniendo y acompa?ando. ¡°Cuando las chicas se convierten en madres, su adolescencia se va desdibujando por la maternidad y por obligaciones de las que empiezan a hacerse cargo. Queremos que se visibilice la identidad de adolescentes y sostener lo grupal a trav¨¦s del juego¡±, explica la referente de Jakair¨¢. Barroso reflexiona: ¡°Pienso a futuro y la verdad me gustar¨ªa buscar otro trabajo, seguir estudiando y conseguir el profesorado de literatura. Antes no sab¨ªa que ten¨ªa la fuerza para hacerlo y ahora estoy segura de que la tengo¡±.
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