Los derechos de las ni?as tambi¨¦n lo son en Internet

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Ni?as y adolescentes navegan hoy por un mundo digital en el que han aumentado las oportunidades para aprender y formarse, conectar con otras personas, encontrar formas de entretenimiento o hacer activismo. No obstante, es tambi¨¦n es un lugar en el que se ven expuestas a mensajes nocivos y discriminatorios que dictan su comportamiento, conforman sus expectativas de vida y limitan sus derechos. El mundo digital puede pasar r¨¢pidamente de ser una red de empoderamiento y una herramienta de construcci¨®n de solidaridad a ser un espacio limitado y peligroso.

Para los ni?os y ni?as, el mundo online y el mundo offline ya no se pueden separar f¨¢cilmente. La vida que transcurre en Internet y en las redes sociales es tambi¨¦n vida real. Est¨¢n integradas en su educaci¨®n, sus relaciones de amistad, sus actividades de ocio y sus h¨¢bitos de consumo. M¨¢s que nunca en esta pandemia, en la que nuestras vidas se trasladaron al ¨¢mbito virtual. ?Pero d¨®nde quedaron los derechos?

La situaci¨®n de partida no fue igual para todos: una primera brecha digital de dispositivos y una segunda, de conexi¨®n, dejaron desconectadas a muchos ni?os y ni?as; la tercera brecha, de competencias digitales, dificult¨® que otros tantos pudieran continuar sus estudios de forma remota; y una cuarta brecha, la de seguridad y protecci¨®n, ha expuesto a las ni?as, adolescentes y mujeres j¨®venes a diferentes formas de violencia online. Desde el ciberacoso hasta el sexting y el trolling en l¨ªnea. Internet se ha convertido en un espacio especialmente inseguro para ellas.

Esto a menudo desemboca en respuestas que empujan a las ni?as a alejarse del mundo digital y de s¨ª mismas. Nuestro estudio (In)seguras online evidencia que el 58% de las ni?as y adolescentes de todo el mundo sufren acoso en redes sociales. En Espa?a, el 59% de las j¨®venes afirma haber sufrido alguna forma de acoso sexual en las redes, y una gran mayor¨ªa de las j¨®venes espa?olas (el 75%) afirma que han sido acosadas por personas a las que conocen.

El ciberacoso limita los derechos y las libertades de las ni?as y adolescentes, y supone una barrera para el uso de las redes sociales en condiciones de igualdad, porque limita su participaci¨®n, frena sus opiniones y silencia sus voces. Al excluirlas de un espacio que juega un rol fundamental en las vidas de los j¨®venes, tambi¨¦n se est¨¢ limitando su potencial para convertirse en l¨ªderes y acceder a m¨¢s oportunidades de futuro.

El ciberacoso limita los derechos de las ni?as y adolescentes y limita su participaci¨®n; silencia sus voces. As¨ª, tambi¨¦n se est¨¢ limitando su potencial para convertirse en l¨ªderes y acceder a m¨¢s oportunidades de futuro. Y esto es un problema de derechos humanos

Esto no es un problema aislado, es un problema de derechos humanos. La causa profunda del acoso y la violencia de g¨¦nero, independientemente de en qu¨¦ ¨¢mbito se produzca, es la desigualdad y la discriminaci¨®n a la que se enfrentan las ni?as, adolescentes y mujeres en todo el mundo. Y el acoso online hacia las ni?as, adolescentes y j¨®venes es una forma de esta violencia por raz¨®n de g¨¦nero: reciben insultos, humillaciones, burlas y amenazas en mayor medida por ser mujeres y por ser j¨®venes. Son un blanco f¨¢cil de los acosadores en Internet.

Lo que falta en la mayor¨ªa de las conversaciones sobre la regulaci¨®n del mundo digital, pero subyace en las llamadas a la acci¨®n, es un enfoque de derechos; teniendo en cuenta tanto la infancia como la perspectiva de g¨¦nero.

La red inform¨¢tica mundial se abri¨® a usuarios externos dos a?os despu¨¦s de la adopci¨®n de la Convenci¨®n de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Ni?o en 1989, y 12 a?os despu¨¦s de la adopci¨®n de la Convenci¨®n sobre la Eliminaci¨®n de Todas las Formas de Discriminaci¨®n contra la Mujer (CEDAW). Estos dos marcos de derechos humanos que protegen a las ni?as y mujeres j¨®venes ¡ªsalvaguardando sus derechos fundamentales y permiti¨¦ndoles participar en todos los aspectos de su vida¡ª se redactaron en un momento en el que el mundo online no exist¨ªa.

No podemos permitir que Internet siga siendo la ciudad sin ley en la que los derechos de ni?as y j¨®venes se violen a diario

Para 2014, cuando el Comit¨¦ de los Derechos del Ni?o celebr¨® el debate digital sobre ¡°Los Derechos de la Infancia en la Era Digital¡±, estaba claro que los derechos de la infancia en el mundo online requer¨ªan mayor atenci¨®n. Entre las muchas recomendaciones ¡ªque van desde el seguimiento peri¨®dico de las pol¨ªticas y leyes de derechos humanos hasta el apoyar el desarrollo de las competencias digitales de las ni?as y los ni?os¡ª, tambi¨¦n se reconoce la necesidad de que se ¡°intensifiquen los esfuerzos destinados a lograr la eliminaci¨®n efectiva de todas las formas de discriminaci¨®n contra las ni?as y a combatir los estereotipos de g¨¦nero y las normas sociales que limitan las oportunidades de las ni?as para acceder y utilizar la tecnolog¨ªa¡±.

En 2017 se hicieron avances m¨¢s all¨¢ del acceso, cuando la CEDAW adopt¨® una recomendaci¨®n general que menciona expl¨ªcitamente a las ni?as y exige que los Estados tipifiquen como delito e introduzcan sanciones legales para todas las formas de violencia de g¨¦nero en todas las esferas en que se produzcan ¨Cespec¨ªficamente, violencia de g¨¦nero que constituya una violaci¨®n de la integridad f¨ªsica, sexual o psicol¨®gica de las mujeres y las ni?as¨C, y tambi¨¦n que garanticen que las supervivientes de la violencia de g¨¦nero tengan acceso a la justicia.

La Carta de Derechos Digitales que ha publicado recientemente el Gobierno es una oportunidad en esta l¨ªnea. Se trata de un documento como este puede posicionar a Espa?a a la vanguardia de la protecci¨®n de los derechos individuales y colectivos de las personas en entornos digitales, y por eso debe incluir estos enfoques para proteger de forma efectiva a todas las ni?as y adolescentes de la violencia que viven en este entorno. Es fundamental que incluya la violencia virtual hacia las ni?as y mujeres por raz¨®n de g¨¦nero como una vulneraci¨®n de sus derechos. No podemos permitir que Internet siga siendo la ciudad sin ley en la que los derechos de ni?as y j¨®venes se violen a diario.

Concha L¨®pez es la Directora General de Plan International.

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