Ser migrante y tener la posibilidad de contarse a s¨ª mismo
La segunda edici¨®n del encuentro Migraciones y Comunicaci¨®n ha reunido a periodistas de ?frica y Europa para debatir sobre los estigmas y el nuevo relato a construir en torno a los que eligen una sociedad extranjera para establecerse
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No es un eslogan: hay que dar a los migrantes la posibilidad de ser quienes son y no quienes nos conviene que sean. Esta es la idea que gu¨ªa una experiencia de periodismo comunitario en Lisboa (Portugal), expuesta por la periodista Tai Barroso durante la segunda edici¨®n del encuentro Migraciones y comunicaci¨®n #JournAfrique2021, organizado por la asociaci¨®n senegalesa Hahatay. Son risas de Gandiol, en colaboraci¨®n con la ONG KCD. Esta segunda edici¨®n, denominada ¡®Por la construcci¨®n de una nueva narrativa desde las dos orillas¡¯, ha reunido este fin de semana a profesionales de la comunicaci¨®n, periodistas, activistas, mediadores y estudiantes al norte y al sur del Mediterr¨¢neo, en versi¨®n presencial ¨Cdesde la localidad senegalesa de Gandiol¨C y online, gracias a la conexi¨®n de unas 150 personas de varios pa¨ªses, a lo largo de las dos jornadas.
Se trataba de acercarse a un tema poli¨¦drico como la comunicaci¨®n sobre la migraci¨®n, que incluye el qu¨¦ se cuenta, pero tambi¨¦n desde qu¨¦ geograf¨ªa se aborda y con qu¨¦ lenguaje (c¨®mo evitar los eufemismos, los bulos y la criminalizaci¨®n en Europa), a trav¨¦s de qu¨¦ medios o plataformas digitales, con qu¨¦ sesgos, hasta llegar al silencio institucional de ciertas autoridades de ?frica, donde la partida incesante de los j¨®venes suele ser un asunto tab¨².
Antes de los debates, hubo espacio para repasar lo sucedido en estos dos a?os, desde la primera edici¨®n de este encuentro, en 2019, donde precisamente se puso en marcha el especial de Planeta Futuro de El Pa¨ªs, Un a?o en Saint Louis, que se record¨® como un ejemplo de narrativa y proyecto in¨¦dito, a cargo de un medio internacional, un intento de acercar a los lectores en castellano en todo el mundo la realidad de un continente y la vida de aquellos africanos que no migran y luchan cada d¨ªa con las herramientas de que disponen por su supervivencia y desarrollo durante un a?o entero.
Selfies en Canarias para calmar a mam¨¢
¡°?Qu¨¦ hay detr¨¢s de los discursos estructurales?¡±, deber¨ªa ser la pregunta de los grandes medios, seg¨²n la activista Helena Maleno, quien, en la primera mesa redonda, explicaba el efecto de las fake news sobre los comportamientos esquivos de la poblaci¨®n de acogida, a la vez que narraba las vivencias desgarradoras del otro lado, como la separaci¨®n de madres e hijos, con excusas de tests m¨¦dicos u otras razones burocr¨¢ticas. Maleno ped¨ªa, entonces, evitar la complicidad medi¨¢tica, al tiempo que se?alaba la falta de medios de comunicaci¨®n que registren lo que sucede en las fronteras mismas. Para crear nuevas historias hacen falta periodistas fijos e inversi¨®n, algo sobre lo que alertaba tambi¨¦n la periodista Luc¨ªa Mbomio: ¡°hay un evidente d¨¦ficit de corresponsales de medios espa?oles en ?frica¡±.
Los inmigrantes no solamente deben responder al ?qui¨¦n eres?, sino tambi¨¦n al ?qui¨¦n no eres?, se plante¨®, esa misma mesa, denominada ¡®Migraci¨®n y redes sociales: arma contra la vulneraci¨®n de los derechos humanos, fake news y los selfies de los migrantes¡¯. En este sentido, result¨® pertinente la explicaci¨®n de Maleno: ¡°Los chicos se filman cuando llegan en pateras y lo suben a Tik Tok¡ Traen m¨®viles y los medios repiten palabras de escepticismo (¡®tan pobres no son si tienen esos tel¨¦fonos y vienen bien vestidos¡¡¯). Hay que tener en cuenta que todos y todas, cuando utilizamos las redes sociales, nos retratamos alegres, y no tristes o mal vestidas; ellos tambi¨¦n cuelgan sus im¨¢genes positivas en las redes sociales, como nosotros, ?por qu¨¦ deber¨ªan hacer otro uso de ellas? En general, al llegar, llaman a sus madres, y las calman, necesitan que sus madres se queden tranquilas y que sepan que ellos siguen optimistas e ilusionados (¡) Hemos trabajado con las familias y detectamos la importancia de las mam¨¢s, tanto de las migrantes como las que se quedan en ?frica, para contar la inmigraci¨®n desde otro punto de vista¡±.
Por su parte, Mamadou Ba, ex director de SOS Racismo Portugal, actualizaba el problema de la estigmatizaci¨®n y los obst¨¢culos con los que se han enfrentado ¨²ltimamente los migrantes, a la hora de elaborar un discurso propio, toda vez que, durante la pandemia, ¡°muchas operaciones sanitarias se convirtieron en operaciones policiales¡±.
Esos eternos reci¨¦n llegados
¡°Lo que hace falta es ¨¦tica y respeto a la deontolog¨ªa profesional y a los derechos humanos, por los medios de comunicaci¨®n¡±, reclamaba la mediadora intercultural senegalesa Bombo N¡¯dir, presidenta de la Red Migraciones, G¨¦nero y Desarrollo y residente en Espa?a. Lo hac¨ªa en la mesa redonda dedicada a reflexionar sobre la estigmatizaci¨®n de los migrantes: ¡°Hay que contar c¨®mo son los contratos de pesca que se firman con los pa¨ªses africanos y las posibilidades que habr¨ªa de establecer la manufactura industrial de lo que se all¨ª se pesca en esos mismos pa¨ªses¡±, ejemplificaba N¡¯dir, para dar cuenta de lo que se muestra o lo que no se muestra.
M¨¢s all¨¢ del relato, son necesarias unas reglas equitativas del juego, en cuanto a movilidad internacional y obtenci¨®n de visas, que son cuestiones que tambi¨¦n influyen en la labor de los periodistas africanos, advert¨ªa Moustapha Kebe, de la Red Migraciones y Desarrollo. A su turno, Mehdi Alioua, soci¨®logo marroqu¨ª y profesor de Ciencias Pol¨ªticas, en Rabat, continuaba con el razonamiento de Kebe: ¡°Tenemos la ilusi¨®n de vivir en nuestro pa¨ªs como si estuvi¨¦ramos en nuestra casa, pero, no es as¨ª, ya que todas las sociedades estamos mezcladas e interconectadas y esto no es ning¨²n problema si llegamos a entendernos unos con otros y a considerar las reglas de reciprocidad (¡) En cambio, no llegamos siquiera a controlar un virus ni a frenar la fuga de divisas o la evasi¨®n fiscal, pero nos concentramos o, peor, nos vengamos, sobre los seres humanos y los vamos a detener en la frontera. Esos 50.000 muertos en el Mediterr¨¢neo o los migrantes encerrados por meses en campos de concentraci¨®n, por no tener papeles, no pueden verse de otro modo que como v¨ªctimas expiatorias de la mundializaci¨®n¡±.
Alioua, ex presidente de la ONG Gadem de ayuda a migrantes subsaharianos en su propio pa¨ªs, Marruecos, explicaba: ¡°Los migrantes se han convertido en las v¨ªctimas expiatorias de la mundializaci¨®n, ya que con la globalizaci¨®n, las sociedades han cambiado todas, radicalmente, de norte a sur, y asisten a una cantidad enorme de fen¨®menos que nos afectan, que cambian nuestras costumbres, que cambian incluso nuestra manera de alimentarnos, de vestirnos y el modo de acceso a los recursos, a veces negativamente, as¨ª como el acceso al mercado de trabajo (¡) Una crisis de las subprimes de Estados Unidos va a influir en la econom¨ªa europea, as¨ª como un virus de China¡ podr¨ªamos hablar horas de ejemplos que demuestran que las sociedades no somos m¨¢s las due?as de nuestro destino al interior de las fronteras nacionales. Creo, entonces, que los periodistas tienen un deber importante en la comprensi¨®n de los grandes desaf¨ªos de la gobernanza mundial, m¨¢s all¨¢ del contexto nacional¡±.
El deber del periodismo, por tanto, consistir¨ªa en hacerse las preguntas correctas frente a la imposibilidad de los estados, que se vuelven hacia lo m¨¢s f¨¢cil y lo m¨¢s fr¨¢gil de sus sociedades.
No siempre es el dinero
Para contribuir al debate, la plataforma de cultura contempor¨¢nea Afribuku ofrece, en preestreno, y en abierto hasta la medianoche del domingo 28 de febrero, el documental Retorno a las ra¨ªces, del director Mamo Hitz, un interesante reportaje audiovisual que muestra la experiencia de artistas que hicieron el camino de regreso a Senegal, porque encontraron novedad y una fuente de energ¨ªa y de creatividad inhallable en Francia, un pa¨ªs que es el destino natural de los habitantes de sus ex colonias. As¨ª, el artista de hip hop Mao Sidib¨¦ transmite en el filme un mensaje bien claro: ¡°Es muy importante viajar si lo que quieres es descubrir mundo. Emigrar por dinero no tiene sentido¡±. All¨ª tambi¨¦n narran sus vivencias de ida y vuelta la dise?adora Selly Raby Kane y Cheikh Sigil, quien define la ciudad de Dakar como el lugar en el que todo es posible.
Escuchar en primera persona a los migrantes permite, sin duda, verle los fallos al discurso del peligro de la ¡°invasi¨®n¡± y, por otro lado, examinar la excesiva miserabilizaci¨®n o la utilizaci¨®n de sus cuerpos flagelados como recursos de sobremediatizaci¨®n del drama. Adem¨¢s del riesgo del clickbait y de la acumulaci¨®n de im¨¢genes morbosas, el periodista Nicol¨¢s Castellano hablaba, justamente, en la segunda jornada del seminario, de dejar de repetir clis¨¦s como ¡°los migrantes huyen del hambre¡±. Estas personas tienen historias diferentes que contar y de lo que m¨¢s huyen es de la desigualdad y la falta de reglas del juego justas en sus sociedades, afirmaba. Repensar el modelo de empat¨ªa es, para Castellano, una misi¨®n de todos los informadores de la cuesti¨®n migratoria.
Entre las iniciativas que se conocieron en estas dos intensas jornadas de di¨¢logo, cabe destacar la presentaci¨®n de la Asociaci¨®n Nueva Ciudadan¨ªa por la Interculturalidad, a cargo de un grupo de temporeros de Huelva. Estos trabajadores asolados por las condiciones deplorables de trabajo y por la mirada suspicaz de sus vecinos son algunos de los colectivos que reclaman el doble discurso que a¨²n germina en las envejecidas naciones europeas, que claramente necesitan de los migrantes como mano de obra y fuente futura de bienestar.
La construcci¨®n de nuevas narrativas es, por tanto, un imperativo, en el que las nuevas generaciones de migrantes y la di¨¢spora (los africanos nacidos ya en territorio europeo) est¨¢n embarcadas, seg¨²n Tania Adam, de Radio ?frica. Esta periodista mozambique?a radicada en Barcelona recordaba que se parte de una posici¨®n ¡°muy precaria¡± pero que, poco a poco, en Espa?a, se est¨¢ pasando de la constataci¨®n personal al entendimiento colectivo. Adam alertaba, sin embargo: ¡°No hay un solo relato, ni debemos buscarlo, porque eso crea tensiones entre nosotros y nosotras, y competencias por liderar un relato, que es intercultural, diverso y complejo¡±.
Afortunadamente, este seminario forma parte de ese entendimiento colectivo que procura indagar en los ¨¢ngulos menos evidentes de la actual ¡°industria de la esclavitud¡±, al tiempo que promueve la escucha atenta hacia los que tienen algo que decir en primera persona. ¡°?Qui¨¦nes somos para juzgar los anhelos de otros?¡±, ser¨ªa, parafraseando a la periodista franco-guineana Sarah Sakho, una buena pregunta para concluir, con respeto.
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