Una estrategia ganadora contra la desigualdad: invertir solo en lo que da buen resultado

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El nuevo coronavirus es un tsunami que ha sacado a la superficie las m¨¢s profundas desigualdades de Am¨¦rica Latina. Los que la habitan padecen a diario el colapso sanitario, la precariedad laboral y el hambre, todos fruto de d¨¦cadas de inversiones de poco impacto en el bienestar social. All¨ª es donde el laboratorio de innovaci¨®n del Banco Interamericano de Desarrollo (BID Lab) apuesta por los Bonos de Impacto Social (BIS) para que los pa¨ªses latinoamericanos inviertan en resultados. La f¨®rmula de estos bonos es simple: solo si se logra y verifica el ¨¦xito de un programa social, el gobierno paga.

¡°Antes mi vida era un poco gris, porque me sent¨ªa muy insegura e incapaz¡±, cuenta Jesica Palacios, una joven de 22 a?os que apenas hace un a?o obtuvo su primer empleo formal. Ella es uno de los miles de colombianos a quienes medio siglo de conflicto armado impidi¨® acceder a un empleo digno. Desplazada por la violencia, durante a?os Palacios trabaj¨® de manera informal y hasta estuvo desempleada por m¨¢s de 10 meses. Todo esto cambi¨® cuando se uni¨® a un programa de empleabilidad en Cali que BID Lab impuls¨® mediante un BIS. ¡°Hoy tengo m¨¢s confianza en m¨ª y me gustar¨ªa a futuro tener mi propia empresa para ser una fuente de empleo para otros¡±, comenta ahora que trabaja de operadora en un call center.

Esta es una de las experiencias que el organismo recoge en su estudio Bonos de impacto social en Am¨¦rica Latina para dar a conocer el potencial del mecanismo que lanz¨® en 2014. Desde entonces, el laboratorio ha apoyado al dise?o de BIS en Colombia, Argentina, Chile, M¨¦xico y Brasil. ¡°La idea era probarlos, encontrarlos viables y escalarlos a trav¨¦s de la pol¨ªtica p¨²blica¡±, explica Christine Ternent, especialista l¨ªder de BID Lab.

A diferencia de otros programas sociales, en estos bonos quienes financian y asumen el riesgo son los inversionistas privados y no los gobiernos. ?nicamente si se obtienen los resultados esperados y son verificados, el gobierno paga la inversi¨®n. As¨ª sucedi¨® en Colombia donde en 2017 se llev¨® a cabo el primer bono de este tipo para la regi¨®n. La meta era conseguir un empleo formal a poblaciones de dif¨ªcil colocaci¨®n. Si se lograba esto, el gobierno y BID Lab, con recursos de la Cooperaci¨®n Suiza, pagar¨ªan el 50% de lo invertido y el restante se desembolsar¨ªa si las personas reten¨ªan el trabajo por lo menos durante tres meses. Del total de 1855 participantes, 900 consiguieron un empleo formal, con un 79% de retenci¨®n laboral de tres meses y el 46% por seis meses o m¨¢s.

Esta experiencia pionera ha servido para los otros dos bonos de empleabilidad que le han seguido en el pa¨ªs. ¡°La mayor lecci¨®n ha sido trabajar con un enfoque m¨¢s program¨¢tico que transaccional, es decir, que se promueva m¨²ltiples BIS de manera que el primero genere lecciones para el segundo y el segundo para el tercero, y as¨ª sucesivamente¡±, indica Ternent.

En los ¨²ltimos a?os, Am¨¦rica Latina ha aumentado su apuesta por este y otros tipos de bonos de impacto para financiar sus programas sociales. Adem¨¢s de los BIS, los gobiernos est¨¢n probando los Bonos de Impacto en el Desarrollo (BID), una variante en la que los resultados son pagados por una agencia donante, organizaci¨®n multilateral o fundaci¨®n.

A pesar de estos avances, el mercado de bonos en la regi¨®n a¨²n es bastante joven. Seg¨²n datos de Government Outcomes Lab, de los 204 bonos de impacto en el mundo, tan solo cuatro son BIS latinoamericanos. ¡°La evidencia es muy reciente e incipiente, pero parece indicar que los bonos son viables en la regi¨®n y pueden ofrecer los mismos beneficios que ya se han visto en otros pa¨ªses¡±, se?ala la experta de BID Lab. ¡°Es fundamental tener evaluaciones que permitan conocer los resultados, los aprendizajes y lo que es atribuible a los BIS para que otros se interesen y podamos seguir aprendiendo de la herramienta¡±.

Pero estos bonos no siempre encajan con los marcos regulatorios ni con los ciclos pol¨ªticos de todos los pa¨ªses latinoamericanos. A veces todo esto ha frenado su desarrollo. Por ejemplo, BID Lab ten¨ªa planteado un BIS para apoyar a las mujeres amas de casa vulnerables en Jalisco, el cual se cancel¨® debido al cambio de gobierno en ese estado mexicano. Lo mismo sucedi¨® en Brasil.

Esa inestabilidad pol¨ªtica es constante y los latinoamericanos la perciben con desconfianza, sobre todo cuando se enfrentan a la falta de transparencia de sus instituciones. Seg¨²n el Bar¨®metro Global de la Corrupci¨®n, en 2019 el 85% de ciudadanos ya pensaba que la corrupci¨®n era un asunto grave en la regi¨®n. Un malestar que ha aumentado en pandemia, haciendo que Am¨¦rica sea ¡°un escaparate de corrupci¨®n y mala gesti¨®n de fondos¡± de acuerdo con el ¨²ltimo ¨ªndice publicado por Transparencia Internacional. Por eso, mejorar la rendici¨®n de cuentas tambi¨¦n fue una de las motivaciones de BID Lab al lanzar este mecanismo de pago por resultados.

Es muy dif¨ªcil tener un buen empleo porque siempre te quieren explotar, pag¨¢ndote menos y haciendo que trabajes m¨¢s

Laura Dayana Mosquera, beneficiaria de un bono de impacto social

¡°Al enfocarse en resultados, se requiere de un trabajo muy detallado para la construcci¨®n de las m¨¦tricas al comienzo de los contratos, la verificaci¨®n de resultados por terceros expertos, la generaci¨®n de datos y los sistemas de gesti¨®n de desempe?o¡±, explica la especialista Ternent. ¡°El uso de los recursos p¨²blicos solo se presenta cuando hay resultados verificados por el tercer experto, as¨ª que hay m¨¢s actores revisando y conociendo los resultados¡±.

Aunque el estudio de BID Lab sugiere que todav¨ªa es pronto para hablar de un cambio cultural en la rendici¨®n de cuentas en los gobiernos, s¨ª hay algunos progresos, en particular en Colombia. A partir de la experiencia de los bonos, este pa¨ªs se ha convertido en el primer pa¨ªs de la regi¨®n en poner en marcha un Fondo de Pago por Resultados para aliviar el desempleo a ra¨ªz de la covid-19, que incluye un equipo dedicado a la verificaci¨®n y evaluaci¨®n.

¡°Es muy dif¨ªcil tener un buen empleo porque siempre te quieren explotar, pag¨¢ndote menos y haciendo que trabajes m¨¢s¡±, comenta Laura Dayana Mosquera, quien hasta hace dos a?os trabajaba como vendedora ambulante de loter¨ªas. Tras participar en el mismo programa que Palacios, ahora tambi¨¦n es operadora en un centro de llamadas (call center) que, en sus palabras, le da ¡°estabilidad emocional¡± en medio de la crisis.

Para Ternent, estos bonos tienen el potencial de generar mayor impacto en este momento en que las econom¨ªas latinoamericanas han sido las m¨¢s afectadas por el coronavirus. Precisamente, seg¨²n la Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina y el Caribe (Cepal), m¨¢s de 2.7 millones de empresas de la regi¨®n podr¨ªan quebrar y, a su vez, habr¨ªa un retroceso de 10 a?os en la participaci¨®n laboral de las mujeres. ¡°Ante una de las mayores crisis que hemos visto, este mecanismo reviste a¨²n mayor inter¨¦s, ya que se centra en aunar esfuerzos y recursos, y en poner el foco en resultados, especialmente para las poblaciones m¨¢s vulnerables que han sido desproporcionadamente afectadas¡±.

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