Costa Rica: la alumna estudiosa vuelve con ansias
El aplaudido modelo costarricense reabri¨® sus aulas 11 meses despu¨¦s de la llegada del coronavirus con tareas urgentes: vencer al rezago digital y atenuar desigualdades que ya erosionaban su sistema p¨²blico, que acoge al 92% de la matr¨ªcula total
A pesar de todo, Santiago est¨¢ animado. Su ¨²ltimo a?o en la educaci¨®n primaria fue casi borrado por la pandemia, pero el regreso a un aula, la primera que pisa en la fase secundaria, ha sido un carrusel con saldo positivo entre ilusi¨®n, ansiedad y obst¨¢culos para este ni?o, que se confiesa bueno en las Matem¨¢ticas y deseoso de demostrarlo en el liceo de Alajuelita, un municipio lleno de necesidades al sur de San Jos¨¦, la capital de Costa Rica.
El adolescente de 13 a?os lo auguraba el lunes 8 de febrero al port¨®n del colegio, con voz t¨ªmida y frot¨¢ndose nervioso las manos al iniciarse oficialmente el curso del 2021 y el retorno de 1,1 millones de estudiantes, m¨¢s 54.000 nuevos. Es m¨¢s del 20% del total de habitantes de Costa Rica convocado a la Educaci¨®n General B¨¢sica para un regreso paulatino y parcial, pero regreso a fin de cuentas. Como tantos, Santiago Mar¨ªn quer¨ªa recuperar el tiempo perdido y probar si sus dotes de estudioso superan a los problemas que la pandemia agrav¨®, destap¨® y gener¨® en 2020 sobre el sistema, en especial para la poblaci¨®n m¨¢s pobre dentro de un sistema educativo que sigue vi¨¦ndose como ejemplar en Am¨¦rica Latina.
Las autoridades anunciaron que el regreso era opcional, pero m¨¢s del 98% de los estudiantes acudi¨®. Entre ellos Santiago, que llega sin computadora para seguir las clases virtuales de su colegio, con solo un m¨®vil prepago que se traga en minutos los datos al conectarse con la plataforma y sin dinero en el hogar por el desplome de la clientela de la madre en su trabajo informal de esteticista a domicilio. Pero el ¨¢nimo del muchacho puede m¨¢s. ?l y su mam¨¢, Noemy ?vila, conf¨ªan en las ayudas estatales disponibles para atenuar las carencias de casa y, por encima de todo, en dos factores que parecen contradictorios: lo aprendido en la primaria y la disposici¨®n para aprender todo lo que no le ense?aron en ese ¨²ltimo a?o del ciclo, que lo hay. ¡°Porque sabemos que solo as¨ª puede tener un futuro un poquito mejor, tal vez¡±, dice ella.
La situaci¨®n de Santiago, sin embargo, est¨¢ lejos de ser una rareza y encarna bien los desaf¨ªos del sistema educativo costarricense al reabrir las puertas de las aulas de m¨¢s de 4.500 instituciones o al hacer el recuento de da?os del shock pand¨¦mico, a¨²n inconcluso.
Costa Rica es la estudiante aventajada de la regi¨®n, pero la suspensi¨®n de clases presenciales le hizo reventar en la cara los problemas que arrastraba
Costa Rica es la estudiante aventajada de la regi¨®n y acostumbrada a los aplausos, pero la suspensi¨®n de clases presenciales le hizo reventar en la cara el rezago digital y otros problemas que ya ven¨ªan erosionando al sistema p¨²blico, que acoge al 92% de la matr¨ªcula total. La factura cae con m¨¢s peso sobre el tercio de alumnos que viven en la pobreza y que quedaron casi desenchufados del aprendizaje a distancia improvisado por las autoridades cuando se supo que la covid-19 pon¨ªa el candado al curso en marzo del 2020, cuando Santiago ni si siquiera hab¨ªa aprendido el nombre de sus nuevos compa?eros o profesores.
Una herencia comprometida
Este es el peque?o pa¨ªs que invierte 8% de su PIB en educaci¨®n y se ufana de la cobertura universal en primaria, que sostuvo al 96% de los estudiantes durante el trastorno del 2020 y aliment¨® a la mayor¨ªa de ellos, el que tuvo que abrir en semanas m¨¢s de un mill¨®n de correos electr¨®nicos para los estudiantes y correr para capacitar en plataformas digitales a la mayor¨ªa de sus 68.000 docentes. Es, al mismo tiempo, el pa¨ªs que los ¨²ltimos 20 a?os ha experimentado el crecimiento de desigualdades sociales evidentes en las escuelas, con el peligro de que los trastornos educativos del 2020 se manifiesten en un impacto generacional dentro de dos o tres d¨¦cadas.
Ese es desaf¨ªo de fondo del Plan Regresar, creado por el Gobierno para este 2021 despu¨¦s de un a?o de incertidumbre sobre el momento de volver. Con protocolos sanitarios generales, cuya ejecuci¨®n depende de cada instituci¨®n (director, docentes y una junta comunal) y en coincidencia con una reducci¨®n en los contagios de coronavirus en las primeras semanas del a?o, los pabellones volvieron a poblarse. Regresaron con mascarillas, sin abrazos ni meriendas compartidas y llenos de incertidumbres sobre el modelo mixto de clases presenciales y a distancia, aunque su mundo educativo ahora es otro, como describe Patricia Portela de Souza, representante de Unicef en Costa Rica.
¡°Hay que tener coraje para abrir puertas con la pandemia activa, pero era necesario. Ni siquiera le llamar¨ªa ¡®regreso¡¯, porque llegan a una realidad nueva¡±, dijo a EL PA?S en referencia al proceso pedag¨®gico, a la convivencia y a las debilidades en calidad y modernizaci¨®n que ahora han quedado expuestas. El problema de fondo, advierte, es atender la exclusi¨®n social que se manifiesta en el acceso a la tecnolog¨ªa, aunque el Estado mantiene una red de ayudas que va desde la alimentaci¨®n gratuita hasta becas a las familias que se comprometen a mantener a sus hijos en las aulas aunque abunden las dificultades.
El contexto tampoco ayuda. El desempleo nacional se duplic¨® durante la pandemia y cerr¨® el 2020 en el 20%; la pobreza subi¨® del 21% al 26% de la poblaci¨®n y las posibilidades del Estado de aumentar las ayudas sociales se reducen por los severos problemas fiscales empeorados por la pandemia. El momento amenaza al modelo de bienestar social que se le ha reconocido a Costa Rica y los expertos se preguntan si a partir de este 2021 la educaci¨®n formar¨¢ parte de los damnificados o de los cuerpos de socorro. En la crisis de inicios de los ochenta ya ocurri¨®, y muchos de aquellos ni?os son hoy los padres que con mil costes alimentan a sus hijos. ¡°?Comprar una computadora? Es mi sue?o de todas las Navidades¡±, dice resignada Noemy, la mam¨¢ de Santiago.
El desempleo nacional se duplic¨® durante la pandemia y cerr¨® el 2020 en 20%; la pobreza subi¨® desde 21% a 26% de la poblaci¨®n
Para la representante de Unicef tambi¨¦n fue una sorpresa conocer las brechas sociales en el sistema educativo cuando se instal¨® en Costa Rica, en agosto. Antes solo hab¨ªa o¨ªdo hablar de las bondades de un pa¨ªs que trata la educaci¨®n como un pilar de desarrollo, pero ahora sabe de las diferencias entre los alumnos de centros privados y p¨²blicos, o incluso entre estudiantes de centros estatales. Hay instituciones de alta calidad y otras ¨Despecialmente en zonas rurales¨D que arrastran a?os de falta de recursos f¨ªsicos, adem¨¢s de los vac¨ªos que ahora se evidencian en tecnolog¨ªa y dejan a muchos dependiendo de su celular o del de sus padres.
Un 70% de la poblaci¨®n total tiene alg¨²n acceso a internet, pero la mayor parte de este se basa en l¨ªneas m¨®viles, que en Costa Rica las hay en una proporci¨®n de 170 por cada 100 habitantes. Sin embargo, ni siquiera un alumno con todos los recursos de conectividad (40% del estudiantado) tiene garant¨ªa de poder seguir desde su casa una clase transmitida desde el aula. Para Santiago y el 60% restante, el problema s¨ª est¨¢ en su hogar por la falta de una red suficiente, de un ordenador o ambas cosas.
La deuda, sin embargo, es con todos los alumnos, advierte la ministra de Educaci¨®n, Guiselle Cruz. Admite que el sistema es b¨¢sicamente an¨¢logo, m¨¢s all¨¢ de la carencia de conectividad para la poblaci¨®n de menores recursos y las regiones de menor desarrollo. ¡°El desaf¨ªo es avanzar en el acceso al conocimiento mediante la tecnolog¨ªa. Hab¨ªa una desidia frente en las nuevas formas de aprendizaje y ahora tenemos el mismo problema que tiene casi toda Am¨¦rica Latina¡±, contesta a EL PA?S.
Devolverse en el libro o cambiarlo
El problema es mayor que haber congelado el aprendizaje o aguantado la respiraci¨®n durante la fase intensa de covid-19. Maestros de todos los niveles contaron a este peri¨®dico los retrocesos que ven en sus nuevos grupos en relaci¨®n con los anteriores, aunque las autoridades decidieron que nadie reprobara en 2020. Diagn¨®sticos no habr¨¢ hasta que el Ministerio de Educaci¨®n (MEP) aplique en mayo unas pruebas nacionales llamadas Faro, en el pen¨²ltimo nivel de primaria y de secundaria, pero los reportes abundan.
Los m¨¢s peque?os de la primaria llegan con dificultades inusuales en la expresi¨®n oral y con los dedos r¨ªgidos para hacer los trazos de las letras. A.S.R tiene siete a?os y deber¨ªa estar tomando el l¨¢piz, pero su maestra prefiere ponerlo antes a amasar plastilinas. Est¨¢ en primer grado, pero los ejercicios de preescolar son indispensables, y as¨ª con cada nivel.
Los m¨¢s peque?os de la primaria llegan con dificultades inusuales en la expresi¨®n oral y con los dedos r¨ªgidos para hacer los trazos de las letras
En el segundo grado deber¨ªan escribir su nombre sin problemas, pero no todos tuvieron acompa?amiento en casa en el 2020 y nada se puede dar por sentado, dice la maestra Alejandra Montero en un jard¨ªn de la escuela Ascensi¨®n Esquivel, en Alajuela, a 20 kil¨®metros de la capital. ¡°Me sorprend¨ª cuando le ped¨ª a un ni?o escribir su nombre, y no logr¨® hacer ni la primera letra¡±, cuenta. A su alrededor, aulas perfectamente iluminadas, lavamanos nuevos, un comedor sin coste y decenas de ni?os perfectamente uniformados con su camisa blanca y pantal¨®n o falda azul. Paquetes de comida listos para entregar a los hogares, aulas con tecnolog¨ªa y maestros dispuestos a trabajar extra. Parece que tienen todo aqu¨ª, pero en los hogares la realidad puede ser otra.
Isidora Chac¨®n, oficial de Educaci¨®n en Unicef Costa Rica, concluye que el nuevo escenario obliga a involucrar m¨¢s a las familias y a la comunidad, y esa ser¨¢ otra de las inc¨®gnitas. ¡°No bastar¨¢ con lo que se haga en las aulas ni es tan f¨¢cil como retomar el libro en la p¨¢gina en que qued¨®. Hay que ir m¨¢s atr¨¢s o incluso cambiar el libro completo¡±, reflexiona la especialista despu¨¦s de advertir que la pandemia no fue el primer trastorno. En 2018, el gremio de docentes realiz¨® la huelga m¨¢s larga del ¨²ltimo siglo, al protestar durante tres meses contra una reforma fiscal que acab¨® aprob¨¢ndose. Se perdi¨® el tercio final de ese curso lectivo y en el 2019 tampoco faltaron sobresaltos que se sumaron a errores en la calidad de la educaci¨®n en general, con dudas sobre la preparaci¨®n de los docentes, como se?al¨® en 2019 el informe Estado de la Educaci¨®n, una publicaci¨®n anual de un centro de investigaciones amparado en las universidades estatales.
La cobertura ha mejorado en la ¨²ltima d¨¦cada con especial ¨¦nfasis en el nivel preescolar, pero ha descuidado los frutos finales, recoge un informe del 2017 de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico (OCDE), que acept¨® la adhesi¨®n de Costa Rica en 2020. ¡°El rendimiento de j¨®venes costarricenses con 15 a?os de edad estuvo unos dos a?os por debajo del de sus pares de los pa¨ªses de la OCDE en las pruebas PISA 2015¡±, se?ala el an¨¢lisis sobre los desaf¨ªos de los cuales las autoridades son conscientes.
Por eso la pandemia pill¨® al sistema educativo en fases avanzadas de reformas en programas, m¨¦todos pedag¨®gicos y evaluaci¨®n, advierten en el MEP, pero reconocen que ahora lo urgente es aplacar el peligro de que las dificultades expulsen del sistema a los ni?os o j¨®venes, que estos tengan acceso a la convivencia y a recursos indispensables. Las necesidades han crecido y el MEP recibi¨® en el 2020 m¨¢s de 50.000 nuevas solicitudes de becas sin posibilidad de atenderlas, lamenta Leonardo S¨¢nchez, de la Direcci¨®n de Programas de Equidad del MEP.
Ceyling Arauz, una madre de 34 a?os que perdi¨® su empleo como empleada dom¨¦stica cuando lleg¨® la pandemia, tambi¨¦n pidi¨® una beca para su hijo Andy, el tercero de cuatro. Sostiene su hogar con menos de 100 euros de una pensi¨®n alimentaria, con trabajos espor¨¢dicos y con los paquetes de comida que entregan en la escuela Juan Santamar¨ªa en el municipio Curridabat, a la que acuden por igual pobladores de barrios marginales como de familias adineradas. En paquetes como ese recib¨ªa en 2020 el material impreso para que todos se mantuvieran al tanto de sus clases, y de la tutor¨ªa se encarg¨® ella misma, que hace 25 a?os qued¨® fuera del sistema educativo cuando cursaba el quinto grado de primaria. ¡°Yo les digo que aprovechen lo que puedan y que yo me la voy a jugar para que sigan estudiando, no s¨¦ c¨®mo, pero tienen que seguir¡±.
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