?Es el fin de las ciudades?
Lejos de convertir a las urbes en obsoletas, como algunos predijeron al principio, la pandemia ha abierto un amplio potencial para su renacimiento. Las recompensas son enormes, pero tambi¨¦n los riesgos
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La Rue de Rivoli, un bulevar que atraviesa el coraz¨®n de Par¨ªs, fue desarrollada a trompicones. Napole¨®n Bonaparte comenz¨® la construcci¨®n en 1802, despu¨¦s de a?os de planificaci¨®n y debate, pero las tareas quedaron en punto muerto cuando el emperador abdic¨® en 1814. El bulevar permaneci¨® en el limbo hasta que otro hombre fuerte militar, Napole¨®n III, complet¨® el proyecto en la d¨¦cada de 1850. La construcci¨®n volvi¨® en el siglo siguiente, esta vez para adecuarla a los autom¨®viles, pero en la primavera pasada, la Rue de Rivoli experiment¨® su transformaci¨®n m¨¢s r¨¢pida hasta la fecha.
Con el tr¨¢fico de Par¨ªs reducido por el confinamiento debido a la covid-19, la alcaldesa Anne Hidalgo decidi¨® el 30 de abril cerrar la calle ¡ªde casi tres kil¨®metros de largo¡ª a los autom¨®viles para crear m¨¢s espacio para los peatones y ciclistas. Los obreros repintaron la calle y transformaron una de las principales arterias del centro de Par¨ªs ¡ªhogar del famoso museo del Louvre¡ª pr¨¢cticamente de la noche a la ma?ana.
Y no fue solo la Rue de Rivoli; con solo pintura y se?ales para atornillar, en los primeros meses de la pandemia se reasignaron temporalmente casi 150 kil¨®metros de calles parisinas a los ciclistas: una revoluci¨®n en la reprogramaci¨®n urbana. M¨¢s tarde se anunci¨® que los cambios ser¨ªan permanentes.
El ejemplo parisino destaca el grado en que la pandemia aceler¨® el ritmo de innovaci¨®n urbana, comprimiendo en meses, o incluso semanas, lo que hubiera requerido a?os. M¨¢s all¨¢ de visibilizar las carencias de los sistemas urbanos prepand¨¦micos ¡ªcomo los elevados niveles de contaminaci¨®n¡ª, permiti¨® a los l¨ªderes de las ciudades evitar pesadas burocracias y responder mucho m¨¢s eficientemente a las necesidades de la gente y las empresas.
Esas necesidades est¨¢n cambiando r¨¢pidamente. Uno de los cambios m¨¢s discutidos tiene que ver con la separaci¨®n del hogar y el empleo: en las primeras ¨¦pocas de la urbanizaci¨®n, la gente caminaba hasta sus puestos de trabajo, m¨¢s tarde empezaron a usar el transporte p¨²blico. Fue solo despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial, con el auge de la suburbanizaci¨®n, que empezaron a conducir desde sus casas hasta gigantescos complejos industriales y torres de oficinas.
Durante la pandemia el trabajo remoto se convirti¨® en norma en muchos sectores y muchas empresas piensan continuar as¨ª, al menos en gran medida. Esta reintegraci¨®n del trabajo y el hogar amenaza uno de los ¨²ltimos vestigios restantes de la era industrial: los distritos centrales de negocios, que agrupan y comprimen a los trabajadores de oficina en rascacielos.
Ahora que es improbable que muchos trabajadores regresen a sus cub¨ªculos, despu¨¦s de la pandemia se puede transformar a las antiguas torres de oficinas en viviendas asequibles muy necesarias. Los distritos comerciales unidimensionales podr¨ªan convertirse en vibrantes vecindarios.
La gastronom¨ªa, el entretenimiento y las actividades deportivas se realizan cada vez m¨¢s al aire libre y ocupan espacios que sol¨ªan estar destinados a los autom¨®viles
Las actividades no laborales tambi¨¦n se transformaron: la gastronom¨ªa, el entretenimiento y las actividades deportivas se realizan cada vez m¨¢s al aire libre y ocupan espacios que sol¨ªan estar destinados a los autom¨®viles. Como ocurri¨® con los carriles para bicicletas en Par¨ªs, la pandemia est¨¢ creando prototipos de ciudades que responden a un modelo permanente post autom¨®vil y centrado en las personas. De hecho, los cambios en Par¨ªs son parte de un plan m¨¢s amplio para crear una ¡°ciudad de 15 minutos¡± (ville du quart d¡¯heure), donde las actividades diarias centrales ¡ªcomo el trabajo, el estudio y las compras¡ª se pueden realizar con una peque?a caminata o en bicicleta desde el hogar.
Entonces, lejos de tornar obsoletas a las ciudades, como algunos predijeron al principio, la pandemia liber¨® un potencial cada vez m¨¢s amplio para el renacimiento ¡ªla famosa ¡°destrucci¨®n creativa¡± seg¨²n el economista Joseph Schumpeter¡ª a escala urbana. La crisis no dio a los gobiernos demasiada opci¨®n, tuvieron que adoptar un enfoque acelerado de prueba y error. Las extraordinarias innovaciones en peatonalizaci¨®n, viviendas asequibles y zonificaci¨®n din¨¢mica que surgieron ponen de relieve el poder de los sistemas de retroalimentaci¨®n positiva.
De todas formas, el enfoque shumpeteriano es fundamentalmente experimental y hasta los experimentos mejor dise?ados a veces fracasan. Por otra parte, los costes de sus fracasos no se distribuyen de manera equitativa: las personas menos influyentes son quienes m¨¢s tienden a sufrir. La pandemia de la covid-19, por ejemplo, afect¨® de manera desproporcionada a los pobres y a los m¨¢s vulnerables.
En esta nueva era de innovaci¨®n urbana, los l¨ªderes deben esforzarse mucho para minimizar los riesgos para los grupos desfavorecidos y vulnerables, y redistribuir las ventajas hacia ellos. Eso implica, en primer lugar, escucharlos. El movimiento estadounidense ?Las vidas negras importan? es un poderoso ejemplo de un grupo de personas desfavorecidas que exige ser escuchado. En todas partes, los l¨ªderes deben prestar atenci¨®n a las divisiones raciales y de clases, y ocuparse de ellas de manera directa. El dise?o urbano es un aspecto central en cualquier estrategia de ese tipo.
Para apoyar este proceso ¡ªy ayudar a mantener la flexibilidad y la velocidad en la innovaci¨®n urbana despu¨¦s de la pandemia¡ª los l¨ªderes deben considerar la creaci¨®n de plataformas digitales participativas para permitir que los residentes comuniquen sus necesidades. Esto podr¨ªa fomentar pol¨ªticas que mejoren la calidad de vida en las ciudades ¡ªespecialmente en los vecindarios desfavorecidos¡ª, entre otras cosas, limitando tendencias problem¨¢ticas como el aumento de la contaminaci¨®n y la gentrificaci¨®n. Solo con un enfoque ¨¢gil e inclusivo podemos aprovechar este tipo de oportunidades tan infrecuentes ¡ªo, en realidad, hacer frente a esta obligaci¨®n urgente¡ª para ¡°reconstruir mejor¡±.
Hoy, un paseo a lo largo de la Rue de Rivoli no revela para nada la desolaci¨®n y el aburrimiento que solemos esperar en las calles urbanas durante la pandemia. Por el contrario, el bulevar ofrece el bullicio de los parisinos que pasan como b¨®lidos, con sus m¨¢scaras, en bicicletas, monopatines, bicicletas el¨¦ctricas y patines, o hacen una pausa para tomar un caf¨¦ en las cafeter¨ªas y restaurantes. Revivi¨® una calle golpeada por la pandemia. Con planificaci¨®n cuidadosa, experimentaci¨®n audaz y suerte, esas transformaciones pueden ser apenas el punto de partida para las ciudades en todas partes.
Carlo Ratti es cofundador de la Oficina Internacional de Dise?o e Innovaci¨®n Carlo Ratti Associati y director del Senseable City Lab en el MIT. Richard Florida es profesor en la Escuela de Ciudades y la Escuela Rotman de Administraci¨®n de la Universidad de Toronto.
Copyright: Project Syndicate, 2021. Traducci¨®n al espa?ol por Ant-Translation
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