Este verano (y siempre¡) viajemos a un mundo mejor
La democratizaci¨®n asociada al turismo de masas se ha producido a costa de nosotros mismos, de nuestro planeta y de ecosistemas vitales. Una industria de viajes ¨¦tica, sostenible, responsable y respetuosa con el territorio deber¨ªa ser posible
Largo trecho hay desde aquellas expediciones de hace tan solo un par de siglos, cuando el concepto de viaje a¨²n no hab¨ªa evolucionado mucho de su sentido etimol¨®gico, que hace referencia al propio camino, y a la provisi¨®n de transporte y suministros para recorrerlo. Un momento no tan remoto donde el destino era incierto y desconocido, donde (en su visi¨®n rom¨¢ntica) las maletas volv¨ªan cargadas de la riqueza generada por el encuentro y conocimiento de nuevos parajes, culturas y gentes, y donde el viajero era un rara avis y su huella generaba de alg¨²n modo tambi¨¦n un intercambio de saberes con las poblaciones locales.
Luego lleg¨® la sociedad del consumo, esa que busca rentabilizar cualquier rinc¨®n de la vida y de la tierra, producto de un sistema capitalista donde hasta el agua cotiza en Bolsa. Y llegaron los souvenirs, las agencias de viajes y los vuelos charter, o m¨¢s a¨²n, los vuelos low cost, donde el avi¨®n solo pisa la pista para intercambiar una masa de turistas por otros antes de volver a despegar. Lejos queda aquel intercambio de culturas entre sociedades homogeneizadas y franquiciadas hasta un punto tal que la verdadera odisea consiste en reconocer si est¨¢s en Roma, Par¨ªs o Buenos Aires porque los decorados son comunes: Starbucks, Mac Donald¡¯s y Zara, por citar algunos.
Y este modelo low cost deja a su paso, como sabemos, una impronta que tambi¨¦n dista kil¨®metros respecto de los viajes de anta?o. Solo la aviaci¨®n es responsable del 3,5% de todo el calentamiento global hasta la fecha, emisiones de transporte a¨¦reo que no hacen sino aumentar (a?o pand¨¦mico aparte): en 2018 representaron el 5,9% de todo el calentamiento global generado por el ser humano, como denunci¨® el pasado a?o la campa?a Stay Grounded. Stay Grounded buscaba fomentar el apoyo mutuo y el intercambio de experiencias y campa?as para la reducci¨®n de la aviaci¨®n y sus impactos negativos. Fue impulsada por 160 iniciativas en todo el mundo y replicada en nuestro pa¨ªs por Ecologistas en Acci¨®n y su campa?a Qu¨¦date en tierra.
La verdadera odisea consiste en reconocer si est¨¢s en Roma, Par¨ªs o Buenos Aires porque los decorados son comunes: Starbucks, Mac Donald¡¯s y Zara, por citar algunos
Porque lo que queda tras estos desplazamientos no es solo el humo de la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica, su impronta va m¨¢s all¨¢ de emisiones e impactos clim¨¢ticos, dejando tras su paso un reguero de costas destruidas por el ladrillo, de aguas contaminadas por una producci¨®n desmedida que no mira por el entorno m¨¢s que para lucrarse y exprimir hasta su ¨²ltima gota y de residuos, muchos residuos, monta?as de pl¨¢stico de botellas, cubiertos y dem¨¢s productos de ¡°usar y tirar¡± como si tras el tirar no hubiera un ¡°absorber¡±.
Suma y sigue. Tras este modelo de turismo de masas encontramos las l¨®gicas extractivistas de acumulaci¨®n de capital de tantos otros sectores, donde la maximizaci¨®n del beneficio, el bajo coste y la volatilidad de destinos impacta en las comunidades, sus ecosistemas, sus tejidos productivos y comerciales locales, a cambio de empleos precarios y escasa contribuci¨®n fiscal.
Un modelo que, dicho sea de paso, controlan muy pocos grandes actores, mientras margina a muchos peque?os y medianos, como denunci¨¢bamos hace unos d¨ªas junto a Brenda Ch¨¢vez y su equipo de Carro de Combate en la nueva serie de podcast de MeCambio sobre Alternativas de Consumo. Esta est¨¢ promovida por los Mercados Sociales y busca visibilizar las numerosas alternativas de consumo responsable que podemos encontrar en sectores tales como el turismo, las finanzas, la salud o alimentaci¨®n.
Tomar un camino alternativo
Como pone de relieve este podcast, hay alternativas. Podemos cambiar el rumbo de nuestro viaje como sociedad sin renunciar al disfrute de tener unas merecidas vacaciones, de cambiar de vez en cuando de aires y recorrer parajes nuevos. Llegamos as¨ª al concepto de turismo responsable, ese que Jordi Gasc¨®n y Ernest Ca?ada, autores de Viajar a todo tren: Turismo, desarrollo y sostenibilidad, consideran ¡°un movimiento social que busca la sostenibilidad tras el fen¨®meno tur¨ªstico¡±.
En un primer t¨¦rmino puede parecer que en este caso la odisea es m¨¢s bien encontrar y distinguir qu¨¦ iniciativas nos garantizan que estamos disfrutando responsablemente, pero por fortuna cada d¨ªa es m¨¢s rica y abundante la informaci¨®n al respecto. Lo coment¨¢bamos el verano pasado, cuando tras meses de encierro pudimos por fin volver a salir de nuestras casas, y record¨¢bamos, frente a estos impactos negativos de cierto modelo de turismo, la importancia de viajar dentro de las redes que nos sostienen y cuidar a quien s¨ª nos cuida con un modelo de turismo, ocio y cultura arraigado y respetuoso con los territorios.
Pero, entre tanto greenwashing suele ser interesante bucear un poco para encontrar m¨¢s garant¨ªas. Hay muchos sellos que certifican que un producto o en este caso servicio es ¨¦tico, sostenible y responsable. El asunto de la certificaci¨®n es, sin embargo, un tema de amplio debate (para un art¨ªculo en s¨ª mismo), ya que muchas veces hay proyectos muy sostenibles que no pueden permitirse pagar una certificaci¨®n de este tipo.
Una forma de solventarlo para los proyectos de la Econom¨ªa Social y Solidaria es realizar la Auditor¨ªa/Balance Social, herramienta para la transparencia y rendici¨®n de cuentas de las empresas, que eval¨²an sus pr¨¢cticas conforme a la Carta de Principios de la ESS para valorar su sostenibilidad; pr¨¢cticas laborales en pro de la equidad y su compromiso con el entorno entre otras cuestiones.
Bajo el lema #MuESStrateMu¨¦stranos este a?o la campa?a se centra en la importancia de esta pr¨¢ctica para divulgar y visibilizar todas estas alternativas de cara a la ciudadan¨ªa, e incluye una nueva bater¨ªa para fomentar el consumo interno dentro de la Econom¨ªa Solidaria y su circuito propio de Mercado Social y detectar nuevos nichos de mercado para la ESS. Es una apuesta para que la ciudadan¨ªa conozca todas las alternativas que ofrece este modelo econ¨®mico alternativo, a trav¨¦s del nuevo mapa del consumo responsable, que estar¨¢ disponible pr¨®ximamente en la web renovada de mercadosocial.net.
Volviendo al comienzo de nuestro recorrido y a esa visi¨®n seguramente algo rom¨¢ntica de los viajes, hemos de reconocer las ventajas del acceso de los placeres de viajar a todas las capas sociales. Pero, hay que estar atentos a la aparente gratuidad de determinados servicios online. Si no hay pago... el pago eres t¨², en muchos casos, vendiendo tus datos y exponi¨¦ndote al bombardeo masivo de publicidad adhoc.
La democratizaci¨®n que podemos asociar al turismo de masa se ha producido a costa de nosotros mismos, a costa de nuestro planeta y de los ecosistemas que necesitamos para vivir, a costa de nuestros cong¨¦neres que son tan explotados como nuestra tierra. Como en tantos otros caminos, lo que nos queda es seguir la estela del decrecimiento, lo que en este caso nos llevar¨ªa a mirar mucho cada uno de nuestros movimientos, a valorar su necesidad y, sobre todo, el impacto de nuestras huellas para no dejar lodos de barro, social y medioambientalmente hablando. Y, por fortuna, tenemos alternativas, as¨ª que¡ este verano (y siempre¡) viajemos a un mundo m¨¢s ¨¦tico y sostenible.
Blanca Crespo es la responsable de comunicaci¨®n de Red de Redes de Econom¨ªa Alternativa y Solidaria (REAS).
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