Noticias malas y regulares en el Informe del Fondo Mundial sobre VIH, malaria y tuberculosis
El esfuerzo m¨²ltiple ha amortiguado el enorme impacto de la covid-19 en la lucha contra las tres principales enfermedades de la pobreza. Lo peor podr¨ªa estar por llegar

Me he preguntado muchas veces cu¨¢nto importa esta pandemia a quienes pasan su vida acechados por enfermedades mortales. Para centenares de millones de personas, la emergencia sanitaria es un hecho cotidiano, que se traduce en patolog¨ªas olvidadas, precios farmac¨¦uticos abusivos y sistemas de salud maltrechos. Es posible que muchos de ellos no lleguen a enfrentarse a la covid-19, o que esta les toque sin darse cuenta.
Sin embargo, todos y cada uno ver¨¢n sus vidas amenazadas por la sombra larga de esta pandemia.
Los datos que ha hecho p¨²blicos hoy el Fondo Mundial contra el Sida, la Malaria y la Tuberculosis (todos los detalles en esta estupenda pieza de Gl¨°ria Pallar¨¨s) ofrecen noticias malas y regulares. D¨¦jenme empezar por las segundas. Como en cualquier otro ¨¢mbito del desarrollo, la lucha contra estas tres enfermedades ¡ªque matan hoy todav¨ªa a no menos de 2,4 millones de personas¡ª ha sufrido un varapalo durante este a?o de pandemia. Caen los casos testados y tratados, se interrumpen las cadenas de suministro y se desborda la precaria infraestructura sanitaria. Las consecuencias se miden en un n¨²mero a¨²n indeterminado de decenas de miles de muertes prevenibles.
Y esta es, parad¨®jicamente, una noticia mejor de lo que podr¨ªa parecer. Hace solo catorce meses el propio Fondo tem¨ªa que las muertes por sida, malaria y tuberculosis llegasen a doblarse como consecuencia de la pandemia. La intervenci¨®n decidida de gobiernos, ONG y comunidad cient¨ªfica ha permitido amortiguar en parte ese golpe para ofrecer las cifras que hoy se publican. Los donantes p¨²blicos y privados permitieron incorporar 3.300 millones de d¨®lares (2.700 millones de euros) en fondos adicionales para adaptar parcialmente las actuaciones al contexto de la covid-19. Haciendo de la necesidad virtud, las campa?as de cribado del coronavirus fueron aprovechadas para limitar los da?os en los programas de otras enfermedades.
Como han advertido los responsables del Fondo Mundial contra el Sida, la Malaria y la Tuberculosis, la prevenci¨®n no realizada hoy se traduce en muertes y sufrimiento ma?ana
Basta mirar a otros sectores ¡ªeducaci¨®n primaria, seguridad alimentaria o programas rutinarios de vacunaci¨®n contra la neumon¨ªa, por ejemplo¡ª para saber que las peores noticias podr¨ªan estar por llegar. Como han advertido los responsables del Fondo, la prevenci¨®n no realizada hoy se traduce en muertes y sufrimiento ma?ana. La inmensa mayor¨ªa del planeta carece de las redes de seguridad fiscales que Europa y otras regiones desarrolladas han desplegado en respuesta a la pandemia. No tenemos ninguna ilusi¨®n de que hagan un esfuerzo similar para los pa¨ªses pobres, pero s¨ª que se garanticen los compromisos m¨ªnimos realizados hasta ahora. Por un lado, acelerar las donaciones de dosis a trav¨¦s de Covax para romper la obscena desproporci¨®n en la inmunizaci¨®n de pa¨ªses de ingreso bajo y desarrollados ¡ª1,8% versus 82%, en primera dosis. Por otro, asegurar la financiaci¨®n de las organizaciones que contin¨²an atendiendo a las enfermedades de la pobreza. El pr¨®ximo a?o le toca el turno a la Global Financing Facility y, muy especialmente, al Fondo Mundial. En 2024 llegar¨¢ el de Gavi, la alianza mundial de inmunizaci¨®n.
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