Se abre el tel¨®n al derecho a la salud
La Fundaci¨®n Anesvad ofrece en Madrid ocho obras de microteatro que abordan la realidad mundial de las enfermedades olvidadas, que afectan a 1.600 millones de personas, en el contexto de la pandemia
¡°En mi tierra dicen: si usted posee mucho de algo de sus posesiones, usted tiene poco de algo de su coraz¨®n. Entonces, yo lo que quiero es curar y dar alegr¨ªa a mi pueblo¡±, le comenta Edna a Leo. Ella es una joven enfermera afrodescendiente que decide viajar a Ghana, la tierra materna, para ejercer all¨ª su profesi¨®n tras la irrupci¨®n del coronavirus. ?l, un joven espa?ol que decide acompa?arla siguiendo el legado de su bisabuelo. Los dos, en un espacio muy ¨ªntimo, intentan contestar a la pregunta: ?qu¨¦ es lo que une a las personas de ?frica con las de Europa?
¡°Con esta obra quiero trasmitir que al igual que en ambos continentes y en Espa?a hemos vivido la desigualdad, la sanidad y la cultura son importantes como forma de cohesi¨®n¡±, asegura Laura Aparicio, la directora del El estuche verde. Esta es una de las ocho obras que presenta la Fundaci¨®n Anesvad en las salas del Microteatro de Madrid?hasta el domingo 7 de noviembre, en el marco del nuevo ciclo teatral Saldremos Mejores, que reivindica el acceso a la sanidad ¡°nazcas donde nazcas y vivas donde vivas¡±.
Junto con El estuche verde se ha estrenado tambi¨¦n Saldremos mejores, obra que comparte el nombre de esta octava edici¨®n y se trata de una obra in¨¦dita en clave de humor. Completan el cartel Bendita sanidad, Enfermera(s): the dangerous game; Yo p¨ªo, t¨² p¨ªas; ?Yo soy el Pian; Casta y Pura; En ?frica y Porque me da la Ghana. Cada obra tiene su propio director y actores. Todas duran entre 10 y 15 minutos.
Queremos invitar a pensar sobre c¨®mo estamos saliendo de esta crisis: si solo estamos atendiendo a nuestras necesidades, sin mirar a los otros. Esto nos ayuda a influir sobre esta palabra que es el olvidoEduardo Uribe, portavoz de Anesvad
Edna y Leo, los personajes de El estuche verde, comparten en esta ficci¨®n la pasi¨®n por el cine y ambos son conscientes de que viven en un mundo lleno de desigualdades y pobreza. Un planeta que descubren alrededor de un estuche, a modo de caja de Pandora, que una vez abierta ya no permite vuelta atr¨¢s. ¡°Hay otra pandemia, la de la desigualdad. Hemos sido los pa¨ªses ricos los que hemos empobrecido a los otros y ahora nos olvidamos¡±, reconoce Leo, a lo que Edna le responde contunde: ¡°Seguir¨¦ exigiendo la vacuna para combatir cualquier virus¡±.
El p¨²blico aplaude la determinaci¨®n de esta joven sanitaria que denuncia el olvido de las Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD), que generan estigma y provocan rechazo. Algo por lo que Anesvad lleva m¨¢s de medio siglo luchando, apoyando especialmente a las poblaciones m¨¢s vulnerables, mujeres, ni?os, personas en situaci¨®n de extrema pobreza que se ven afectadas por alguno o varios de esta veintena de males que afectan a 1.600 millones de personas en el mundo, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud. Con su esfuerzo contribuyen a erradicar la ¨²lcera de Buruli, el pian, la filariasis linf¨¢tica o la lepra, por ejemplo. Pese a ello, se trata de enfermedades desatendidas que no reciben suficientes recursos.
¡°El objetivo era tender puentes para que ver lo tenemos en com¨²n. A nivel humano es mucho; pero a nivel estructural, las desigualdades son tremendas. Vemos que se trata de pa¨ªses que van a seguir sufriendo las consecuencias de la covid-19 porque no les llegar¨¢n las vacunas¡±, dice Aparicio. La misma OMS ha alertado sobre la falta de equidad en el reparto de inmunizaciones contra el coronavirus y denuncia que las dosis que se est¨¢n desperdiciando en algunos pa¨ªses permitir¨ªan vacunar a la poblaci¨®n completa de pa¨ªses africanos como Mauritania.
El sur del globo se est¨¢ quedando atr¨¢s en la lucha contra la covid-19. En ?frica, menos del 5% de la poblaci¨®n ha recibido la pauta completa de vacunaci¨®n.?Hasta ahora, 18 pa¨ªses africanos han inoculado m¨¢s del 80% de las dosis que les han llegado del?programa COVAX, y otros ocho han agotado ya sus existencias. Ghana marc¨® el inicio de este operativo de adquisici¨®n y distribuci¨®n m¨¢s grande de la historia, supervisado por Naciones Unidas (OMS, Unicef) y la Alianza para las Vacunas (Gavi), que busca una distribuci¨®n equitativa de las inmunizaciones entre los pa¨ªses. Aquel fue el primer pa¨ªs en recibir 600.000 dosis de AstraZeneca, producidas en India. Pero el ritmo de suministro es insuficiente, se afanan en repetir los damnificados.
En el escenario, Edna y Leo reflexionan sobre todos estos datos. Su voz se rompe una y otra vez ante la impotencia de que una pandemia tape a otras ya existentes e invisibles. Seg¨²n Eduardo Uribe, portavoz de Anesvad, lo que pretenden es que, al final de cada espect¨¢culo, los espectadores recapaciten. ¡°?La pandemia nos har¨¢ salir mejores? ?C¨®mo estamos saliendo? ?Solo con los nuestros? Proponemos la reflexi¨®n para responder a estas preguntas. Queremos invitar a pensar sobre c¨®mo hemos gestionado esta crisis: si solo estamos atendiendo a nuestras necesidades, sin mirar a otros. Esta edici¨®n nos puede ayudar a influir sobre el peso del olvido¡±, plantea.
Con este ciclo, la entidad quiere hacer hincapi¨¦ en que da igual la procedencia o lugar de residencia: todas las personas tienen derecho al acceso a los recursos sanitarios. Es una propuesta que invita al esp¨ªritu cr¨ªtico y a preguntarse si somos mejores tras la pandemia. Adem¨¢s,?propone una manera de contribuir a una mayor igualdad en el acceso a la sanidad: hacer posible la investigaci¨®n de enfermedades infradiagnosticadas e infratratadas en pa¨ªses como Costa de Mar?l, Ghana, Togo o Beni?n.
El p¨²blico no supera las seis personas, las salas son diminutas, y aunque una mampara separa a los asistentes de los actores, la emoci¨®n llega. La gente se r¨ªe y, al salir, comentan la sutileza del mensaje. ¡°Me ha encantado, pero es muy duro lo que nos quieren decir¡±, comenta Natalia, una joven de 26 a?os que asiste por primera vez al microteatro. Alex est¨¢ fascinado con el v¨ªnculo que se genera con los personajes y el trasfondo de la denuncia. ¡°?En definitiva, no vamos a salir mejores! He flipado con los datos sobre la desigualdad en el mundo¡±, comenta con su madre. Ambos salen de ver Saldremos mejores, ir¨¢n a tomar algo y volver¨¢n a ver otra de las obras.
¡°No hay ninguna persona que no tenga una de estas enfermedades que no sea pobre. Es demoledor. Son males que podr¨ªan estar totalmente solucionados. No solo estamos curando a las personas, sino cambiando a las sociedades, intentando erradicar el olvido de este tipo de dolencias¡±, afirma Uribe. La organizaci¨®n apuesta por este formato para cambiar mentalidades y sensibilizar sobre el derecho a la salud en contextos empobrecidos de ?frica subsahariana.
As¨ª, la iniciativa busca poner el foco sobre las personas olvidadas a trav¨¦s del teatro. Esta es la octava edici¨®n y a lo largo de estos a?os han comprobado el poder que tiene el arte. ¡°La sensibilizaci¨®n que conseguimos con estos ciclos no es comparable con las charlas y conferencias. Aqu¨ª, a trav¨¦s del humor, la cercan¨ªa y la interacci¨®n conectamos m¨¢s con el p¨²blico¡±, a?ade el portavoz.
El objetivo es remover conciencias y movilizar recursos para democratizar la sanidad a nivel mundial. Algo que, a tenor de los comentarios de los asistentes, consiguen. ¡°Yo vine el a?o pasado y me gust¨® mucho la experiencia. A priori sal¨ª sin pensar mucho, pero al cabo de unos d¨ªas me encontr¨¦ d¨¢ndole vueltas a la importancia del acceso a la salud y a los medicamentos¡±, asegura Alicia, emocionada. En esta ocasi¨®n, ha optado por asistir a la funci¨®n de Porque me da la Ghana, una comedia dirigida por Nacho Hevia, que desgrana la dura historia de Antonia, quien a sus 67 a?os, con un hijo que es un ego¨ªsta, decide que va a hacer lo que ella quiera.
Se cierra el tel¨®n, con un aplauso dedicado tambi¨¦n a la cultura que, seg¨²n Aparicio, ¡°tambi¨¦n lo ha pasado mal durante este tiempo¡±. Pero no es el fin.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter, Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra ¡®newsletter¡¯.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.