Buscar la herida, no la enfermedad: la estrategia de la OMS para vencer a las dolencias olvidadas de la piel
Hay 20 enfermedades desatendidas, la mitad con manifestaci¨®n cut¨¢nea. Hasta ahora se luchaba contra cada una de ellas individualmente, pero un cambio de modelo aboga por hacerlo contra todas a la vez
Por separado, son enfermedades con nombres raros, dif¨ªciles de pronunciar y recordar. Afectan a los m¨¢s pobres y olvidados del planeta, que no atraen la atenci¨®n de la inversi¨®n sanitaria ni la ciencia. Pero juntas, las 20 dolencias conocidas como enfermedades tropicales desatendidas (ETDs), afectan a 1.000 millones de personas. La mitad de ellas, se manifiestan visiblemente en la piel. Por eso, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud promueve que, en vez de luchar contra cada una de ellas de forma aislada, a trav¨¦s de campa?as espec¨ªficas de b¨²squeda, diagn¨®stico y tratamiento, se haga contra todas ellas a la vez. ?C¨®mo? Formando al personal sanitario a identificar el amplio abanico de afectaciones cut¨¢neas de estas enfermedades.
"La piel de un paciente es la primera estructura del cuerpo y la m¨¢s visible, que percibe todo profesional de salud en el curso de una exploraci¨®n cl¨ªnica. Para el paciente, la piel tambi¨¦n es sumamente evidente (...). Por consiguiente, la piel es un punto de acceso importante tanto para el diagn¨®stico como para el tratamiento", explican los autores de la gu¨ªa pedag¨®gica Reconocimiento de las enfermedades tropicales desatendidas a partir de los cambios en la piel, de la OMS.
"Estas enfermedades de la piel a menudo afectan a los pobres, causan discapacidad, estigma y aislamiento social, y creemos que deber¨ªamos poder tener una estrategia que las aborde a todas juntas en lugar de lidiar una a una con cada enfermedad", razona Kingsley Asiedu, responsable de dos enfermedades tropicales desatendidas, la ¨²lcera de Buruli y el Pian, en el Departamento de Control de Enfermedades Tropicales Desatendidas de la OMS, y uno de los precursores de este nuevo enfoque. "Hasta hace tiempo se trabajaba en silos, con programas espec¨ªficos para cada una de estas enfermedades, era un enfoque vertical. Pero es importante colocar en el centro el derecho humano a la salud y el fortalecimiento del sistema sanitario", agrega Gabriel D¨ªez, especialista de Anesvad, organizaci¨®n enfocada en el combate de algunas de estas dolencias desatendidas en ?frica.
La diferencia en la pr¨¢ctica de esta nueva estrategia frente a la anterior es que no se necesitar¨ªa un grupo de expertos, normalmente, de ONG, que se desplace a las comunidades de zonas end¨¦micas para desplegar una campa?a temporal de b¨²squeda de casos. Algo as¨ª como buscar una aguja en un pajar. Seg¨²n la propuesta de la OMS, sanitarios formados del sistema p¨²blico, incluso los llamados promotores de salud comunitarios con conocimientos b¨¢sicos, sabr¨ªan detectar las distintas afecciones en la piel que causan las enfermedades tropicales desatendidas cuando los pacientes acuden a ellos con trastornos cut¨¢neos como ¨²lceras o tumoraciones. De tal modo que sabr¨ªan diagnosticar y tratar la dolencia en cuesti¨®n, as¨ª como iniciar un seguimiento epidemiol¨®gico en la comunidad en caso de tratarse de una enfermedad transmisible, como por ejemplo la lepra.
En pa¨ªses end¨¦micos, incluso en las ciudades, la gente tampoco sabe qu¨¦ son estas enfermedades. Pero dejar de buscar no significa que desaparezcan Gabriel D¨ªaz, Anesvad
"En pa¨ªses end¨¦micos, incluso en las ciudades, la gente tampoco sabe qu¨¦ son estas enfermedades. Pero dejar de buscar no significa que desaparezcan", reflexiona D¨ªez. En ?frica, y otras zonas en desarrollo del mundo, existe la figura de los promotores de salud comunitarios, l¨ªderes reconocidos a los que acuden en busca de consejo los vecinos cuando tienen un problema de salud, como un primer nivel de atenci¨®n en aldeas y barrios, y enlace con los centros de salud formales.? Ellos, o m¨¢s bien ellas, porque son mayoritariamente mujeres, son un recurso fundamental para la lucha contra diversas enfermedades. "Lo ideal es que les formen en distintas manifestaciones cut¨¢neas para la detecci¨®n activa de casos", opina el especialista de Anesvad. "Invertir, en definitiva, en el sistema p¨²blico de salud para que no pasen desapercibidas".
Con este nuevo enfoque de agrupar las enfermedades desatendidas en una sola estrategia de lucha, se conseguir¨¢ adem¨¢s, "tener una voz m¨¢s fuerte" para atraer recursos y atenci¨®n hacia ellas, anota Asiedu en una charla por tel¨¦fono. "Hay muchas con nombres dif¨ªciles de pronunciar. Uni¨¦ndolas, ser¨¢n reconocidas como las enfermedades desatendidas de la piel por la gente y los formuladores de pol¨ªticas. Los detalles de cu¨¢l se trata se dejan al personal m¨¦dico para que resuelva", agrega. "Por lo tanto, desde el punto de vista de la promoci¨®n y las pol¨ªticas, al tratar con los ministerios de salud, es importante que los alentemos a reunir todas las enfermedades de la piel bajo un solo paraguas para que puedan usar los mismos recursos en la lucha contra todas ellas".
Una medida que, seg¨²n D¨ªez, requerir¨¢ en las econom¨ªas m¨¢s d¨¦biles del apoyo financiero y t¨¦cnico de las ONG en particular y la comunidad internacional en general. "Pero hay que huir de visiones asistencialistas y coloniales; el enfoque tiene que ser garantizar el derecho a la salud y que la sanidad sea p¨²blica. Una cooperaci¨®n responsable es evitar las dependencias y que haya una cultura de incidencia pol¨ªtica en su sociedad", insiste.
Otro riesgo es que tambi¨¦n dentro de las enfermedades desatendidas, las hay m¨¢s atractivas para los donantes ¡ªlas que se pueden tratar con la distribuci¨®n masiva de medicamentos¡ª y otras m¨¢s olvidadas ¡ªlas que requieren un manejo intensivo de casos. As¨ª se desprende, anota el experto de Anesvad, de la Declaraci¨®n de Londres, suscrita por una veintena de organizaciones no lucrativas, entre ellas la Fundaci¨®n Bill y Melinda Gates, y farmac¨¦uticas. "Se decidi¨® centrarse en las que se pueden prevenir o curar con medicamentos. Las dem¨¢s quedaron, si cabe, m¨¢s desatendidas", lamenta D¨ªez.
La Hoja de ruta para las enfermedades tropicales desatendidas 2021-2030 de la OMS establece erradicar dos de ellas para esa fecha
"Creo que el mensaje clave de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y de la hoja de ruta para combatir las ETDs es que hay que garantizar una cobertura sanitaria universal y no dejar a nadie atr¨¢s", afirma Asiedu. "Y esa es tambi¨¦n una raz¨®n para apostar por la integraci¨®n y por la que la nueva estrategia de la OMS para 2021-2030 se debe alejar de la l¨®gica de divisi¨®n entre las enfermedades tratables masivamente con medicamentos y las que no", contin¨²a.
Con el nuevo enfoque, cree el experto de la OMS, ser¨¢ m¨¢s probable combatir las enfermedades tropicales de la piel. En algunos casos para controlarlas; en otros, eliminarlas (reducir el n¨²mero de casos hasta l¨ªmites muy bajos) y, con las que sea posible, erradicarlas (hacerlas desaparecer). Hasta la fecha se han realizado algunos avances, pero hay que innovar en el modo de luchar contra ellas para conseguir mejores resultados.
Desde 2010, se han realizado avances significativos. "Hoy, 500 millones de personas ya no requieren intervenciones contra varias ETDs y 40 pa¨ªses, territorios y ¨¢reas han eliminado al menos una enfermedad", se lee en la Hoja de ruta para las enfermedades tropicales desatendidas 2021-2030, reci¨¦n lanzada por la OMS. La dracunculosis, una parasitosis invalidante conocida como enfermedad del gusano de Guinea, est¨¢ al borde de la erradicaci¨®n, con 54 casos reportados en cuatro pa¨ªses en 2019. Otro ejemplo es la oncocercosis. Esta dolencia, conocida como ceguera de los r¨ªos, est¨¢ causada por un par¨¢sito (un gusano) que provoca afecciones cut¨¢neas desfigurantes y discapacidad visual, incluso total y permanente. "M¨¢s del 99% de las personas infectadas vive en 31 pa¨ªses del ?frica subsahariana", anota la OMS, pues "ha sido eliminada en cuatro pa¨ªses en la regi¨®n de las Am¨¦ricas". Un ¨²ltimo ejemplo se encuentra en la (m¨¢s conocida) lepra, cuyo n¨²mero de nuevos casos notificados a nivel mundial continu¨® disminuyendo un promedio de un 1% desde 2010 y la mayor¨ªa de los pa¨ªses end¨¦micos alcanzaron la eliminaci¨®n como problema de salud p¨²blica, definido como menos de un caso en tratamiento por 10.000 habitantes.
Pero todav¨ªa hay desaf¨ªos, subraya a rengl¨®n seguido el documento de la OMS. "La mayor¨ªa de los pa¨ªses tienen retos en cuanto a la implementaci¨®n de programas de detecci¨®n temprana y tratamiento para evitar una mayor progresi¨®n de la enfermedad y la consecuente discapacidad", apunta Asiedu. "Se necesitan mayores inversiones en investigaci¨®n para desarrollar nuevas herramientas, como pruebas de diagn¨®stico, tratamientos, formas de prevenir la enfermedad e incluso comprender el modo ex¨®tico de transmisi¨®n", sigue. "De la ¨²lcera de Buruli todav¨ªa se desconoce como se transmite", apostilla D¨ªez.?
Para avanzar m¨¢s, "es preciso establecer metas ambiciosas, orientadas a lograr un gran impacto", se lee en la estrategia. Entre ellas, reducir un 90% el n¨²mero de personas que requieren intervenciones contra enfermedades tropicales desatendidas, que 100 pa¨ªses eliminen al menos una de ellas, que 40 pa¨ªses adopten y apliquen estrategias integradas contra las ETDs dermatol¨®gicas, y que la humanidad logre erradicar dos ¡ªla dracunculosis y el pian¡ª para esa fecha. Algo que solo se ha conseguido con una enfermedad en la historia: la viruela.
Para Asiedu, una t¨¢ctica conjunta para luchar contra la mitad de las ETDs, las que se manifiestan en la piel es una innovaci¨®n necesaria para alcanzar esas metas. Supone, adem¨¢s de las mencionadas ventajas, "una oportunidad" para contribuir en la lucha contra otras dolencias pues los sistemas de salud ser¨ªan, seg¨²n el modelo propuesto, m¨¢s fuertes y estar¨ªan mejor preparados. Adem¨¢s, otras intervenciones en la lucha contra las enfermedades tropicales con manifestaci¨®n cut¨¢nea, como mejorar el acceso agua potable y saneamiento, imprescindible para evitar algunas transmisiones que se dan por el medio acu¨¢tico o que las lesiones empeoren por una higiene deficiente, tambi¨¦n contribuyen a combatir otros problemas de salud. Como las diarreas.
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