Las enfermedades olvidadas se suben al escenario
La ONG Anesvad presenta ocho obras sobre patolog¨ªas tropicales desatendidas en el Microteatro de Madrid para visibilizar los estigmas que generan y la falta de recursos para atender a los afectados: una de cada seis personas en el mundo
El escenario es hoy el interior de un tobillo. Dentro, una mujer con un vestido ce?ido y pomposo de color rojo sangre habla con un fuerte acento cubano. Presume de su inmunidad y presencia en el mundo hasta que aparece un superh¨¦roe sabelotodo con un prospecto m¨¦dico como capa y un bot¨®n gigante pegado al torso. ¡°B¨¢sicamente soy un antibi¨®tico de la familia de los macr¨®lidos. Nosotros lo que hacemos es interferir en el proceso de s¨ªntesis de las prote¨ªnas que son fundamentales para la ayuda de las bacterias. O sea, t¨²¡±, le explica. Ella, sin embargo, le llama pastillita.
La sensual y carism¨¢tica mujer personifica el pi¨¢n, una enfermedad cr¨®nica y desfigurante que carcome piel y cart¨ªlagos y que ataca principalmente a ni?os entre seis y diez a?os. ?l, la cura: una dosis de azitromicina. ¡°Yo p¨ªo, t¨² p¨ªas, yo soy el pi¨¢n¡± es una de las ocho obras que presenta la ONG Anesvad en las salas del Microteatro de Madrid hasta este domingo, bajo el t¨ªtulo de "Por los dem¨¢s. Sanidad por bandera". La tem¨¢tica son las Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETDs) y el objetivo es que para la audiencia dejen de ser invisibles.
¡°Vamos a donde los caminos ya no llegan¡±, resume Eduardo Uribe, portavoz de la ONG Anesvad. Esta asociaci¨®n lleva m¨¢s de 50 a?os comprometida con el derecho a la salud p¨²blica de las personas m¨¢s empobrecidas del globo y tratando cerca de 24 dolencias de la piel ¨Ccomo la ¨²lcera de Buruli, el pi¨¢n, la filariasis linf¨¢tica o la lepra¨C catalogadas por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) como enfermedades tropicales desatendidas, ya que no reciben recursos suficientes para su cura a pesar de que afectan a una de cada seis personas en el mundo. Aunque la OMS y UNICEF se propusieron acabar con el pi¨¢n hace m¨¢s de cincuenta a?os, a¨²n hay 153 millones de personas que la padecen. Su tratamiento es un antibi¨®tico de apenas un euro. Es decir, con poco m¨¢s de 150 millones de euros se convertir¨ªa en la segunda enfermedad erradicada, despu¨¦s de la viruela. ¡°Es lo que se gasta Espa?a en unas elecciones y el a?o pasado tuvimos tres¡±, zanja Antonio Ponce, autor, director y azitromicina en la obra, minutos antes de empezar.
Las peque?as salas del Microteatro tambi¨¦n se han adaptado al momento: mascarillas obligatorias, aforos reducidos, revisi¨®n de temperatura al entrar, un esterilizador ultravioleta para desinfectar las salas tras cada funci¨®n y sesiones telem¨¢ticas. ¡°Estamos haciendo todo lo que est¨¢ en nuestra mano para ofrecer cultura segura¡±, explica Ver¨®nica Larios, directora gerente del centro. En los cuartos, adem¨¢s, una mampara de metacrilato separa al p¨²blico de los actores, tan solo f¨ªsicamente. La interacci¨®n sigue siendo marca de la casa. Uribe ocupa una de las butacas del p¨²blico y r¨ªe algo t¨ªmido ante el desparpajo de la actriz. ¡°El arte tiene la capacidad de traducir la ciencia y los palabros m¨¢s aburridos y pesados. Esa es su magia y por eso conmueve y llega m¨¢s que muchas de las conferencias que damos¡±, reconoce.
Al otro lado del metacrilato Ponce contin¨²a: ¡°Ahora con todo esto del covid-19, parece que no pero hay pa¨ªses que...¡±. ¡°Ay mi amol¡±, interrumpe ella, ¡°Pero esto es ?frica. Eso no le impolta a nadie¡±. Silencio. El acento y los chistes ya no hacen tanta gracia. Fuera de escena el autor se muestra satisfecho con el impacto que asegura estar teniendo la obra: ¡°Hemos visto incluso a gente que durante la funci¨®n googlea el nombre de la enfermedad o que luego salen y nos preguntan si es verdad que el pi¨¢n se cura con una pastilla de un euro. Que no se haya erradicado a¨²n solo tiene sentido cuando te das cuenta de que los afectados no son europeos¡±.
Que no se haya erradicado el pi¨¢n a¨²n solo tiene sentido cuando te das cuenta de que los afectados no son europeos
Las ETDs van mucho m¨¢s all¨¢ de los propios s¨ªntomas. A veces es mayor el brutal estigma social que generan en las zonas rurales de ?frica y Asia, donde las ¨²lceras y heridas en la piel son asociadas al mal de ojo o fruto de las maldiciones. En muchas comunidades se recurre a la medicina tradicional, a ung¨¹entos y brebajes para intentar aliviar el malestar. Pero estas pr¨¢cticas pueden llegar a agravar la situaci¨®n. Para Uribe, la clave est¨¢ en la detecci¨®n precoz y el tratamiento temprano. Es por ello que el foco principal del trabajo de Anesvad es fortalecer la sanidad p¨²blica en los rincones del mundo donde es inaccesible.
La obra Enfermeras es un gui?o a ese objetivo. Simula la elecci¨®n de un avatar antes de empezar un videojuego. Enfermera del antiguo Egipto, enfermera de la primera guerra mundial, enfermera espa?ola y enfermera sexy son algunas de las opciones. Guiada por una voz robotizada, la actriz cambia de personalidad seg¨²n la elegida, envuelta en divertidos clich¨¦s y escenas llenas de ternura. Cuando llega a la sanitaria africana la respuesta se clava: ¡°Aqu¨ª no tengo recursos para ejercer¡±. Olivia Lara, de 28 a?os, que ha seguido entre risas su primera funci¨®n en un microteatro contiene la respiraci¨®n. ¡°Me ha partido el coraz¨®n. Aunque ahora valoremos m¨¢s la sanidad p¨²blica, hay sitios a los que no llega¡±.
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