Hummus, cosm¨¦ticos y tecnolog¨ªa 3D para una nueva vida en Europa
Al-Ahmad, Shahibar, Ghafarji y Karam son refugiados sirios que han fundado un restaurante, una empresa cosm¨¦tica y creado un sistema de mapeo digital de edificios en 3D, en Espa?a, Irlanda y Holanda, donde se han establecido para dejar atr¨¢s la guerra, pero no sus ganas de contribuir a la econom¨ªa y al avance cient¨ªfico
Lian Al-Ahmad ten¨ªa 18 a?os cuando, siendo estudiante de Derecho en la Universidad Al-Mamoun de Alepo (Siria), el estallido de la guerra en el pa¨ªs en 2011 trunc¨® sus planes y tuvo que huir de la ciudad que le vio crecer. Como miles de j¨®venes sirios, parti¨® hac¨ªa L¨ªbano huyendo del conflicto con el objetivo de completar sus estudios; pero su destino final ser¨ªa otro: Zaragoza.
En la capital aragonesa es donde, desde hace un a?o, regenta junto a Youssef Shahibar, tambi¨¦n refugiado sirio y vecino de la ciudad de Alepo, el restaurante Syriana. ¡°Cuando los clientes entran por la puerta nos dicen que es como viajar a Oriente Medio a trav¨¦s de la gastronom¨ªa. Servimos aut¨¦ntica comida siria tradicional, pero con productos espa?oles¡±, cuenta orgulloso Al-Ahmad.
Pero el camino para llegar a abrir las puertas de su establecimiento no fue f¨¢cil. Tras cruzar el mar Mediterr¨¢neo desde Turqu¨ªa, Al-Ahmad trabaj¨® como traductor de ¨¢rabe e ingl¨¦s en un campo de refugiados en Grecia. Por su parte, Shahibar se emple¨® como sastre en Turqu¨ªa durante cinco a?os, y posteriormente desde Grecia fue reasentado en Espa?a. Aqu¨ª, en 2016, es donde el destino de estos dos j¨®venes se uni¨®.
La guerra en Siria, que ya dura m¨¢s de una d¨¦cada, ha forzado uno de los mayores desplazamientos de poblaci¨®n desde la Segunda Guerra Mundial. Desde 2011, seg¨²n ACNUR, 13 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares para buscar protecci¨®n dentro del propio pa¨ªs, o bien, en otros cercanos como L¨ªbano, Turqu¨ªa o Jordania. Actualmente, Siria es el primer pa¨ªs de origen de las personas refugiadas en el mundo y desde que estall¨® el conflicto armado, m¨¢s de 20.000 sirios han solicitado asilo en Espa?a, seg¨²n la Comisi¨®n Espa?ola de Ayuda al Refugiado (CEAR). De ellas, en torno a 400 lo hicieron en 2020.
¡°Los sirios no podemos vivir de las ayudas, as¨ª que debemos y queremos trabajar. Estamos muy contentos de contribuir a trav¨¦s de nuestro proyecto a mejorar la econom¨ªa del pa¨ªs que nos acogi¨®¡±, comenta Al-Ahmad, qui¨¦n trabaj¨® en varios restaurantes con el objetivo de ahorrar y abrir su propio negocio. Ahora, ¨¦l desde la cocina y Shahibar en la sala, conquistan el paladar y los est¨®magos de todos los clientes que los visitan con hummus, falafel, pinchos de carne o el labna, una crema de queso con s¨¦samo negro y aceite, platos tradicionales de la gastronom¨ªa siria.
El idioma, los tr¨¢mites burocr¨¢ticos y la falta de apoyo gubernamental para establecer estos proyectos no se lo pusieron f¨¢cil, pero ahora este local, que lleva un a?o en funcionamiento, es un punto de referencia en Zaragoza para los amantes de la comida de medio oriente. Y el proyecto est¨¢ funcionando tan bien que ya sue?an con abrir su segunda sucursal en la ciudad ma?a, e incluso expandirse a Madrid.
Una de las cosas que tanto Al-Ahmad como Shahibar ten¨ªan claro cuando abrieron las puertas de su negocio es que destinar¨ªan el 5% de sus ingresos mensuales a proyectos humanitarios que centren sus esfuerzos en los refugiados que llegan a Grecia. Y as¨ª lo hacen. ¡°Solemos apoyar a un grupo de voluntarios que tienen un restaurante solidario en uno de los campamentos que conocemos y en los que dan comida gratis a la gente que lo necesita. Cada mes colaboramos con proyectos peque?os¡±, explica Al-Ahmad.
Reham Ghafarji y su nuevo comienzo en Irlanda
Entre jabones, sales de ba?o y aceites esenciales trabaja Reham Ghafarji, una joven siria de 27 a?os que dirige su propio negocio en Clonakilty, una localidad situada al oeste del condado de Cork (Irlanda).
Ghafarji estudi¨® Literatura Inglesa en la Universidad de Damasco, pero la situaci¨®n que vive Siria oblig¨® a la joven a dejar su casa en la capital, en 2017. ¡°Mi esposo y yo nos mudamos a Irlanda en busca de una vida mejor huyendo de nuestro pa¨ªs que est¨¢ devastado por la guerra y en el que, a lo largo de estos a?os, perdimos a muchos seres queridos. Quer¨ªamos una vida mejor para nuestros hijos, por lo que tomamos la decisi¨®n de desarraigar a nuestra familia y comenzar de nuevo¡±, relata.
Su pasi¨®n por los productos naturales para el cuidado personal ya hab¨ªa nacido en ella muchos a?os antes en Damasco, donde, mientras estudiaba, tambi¨¦n trabaj¨® como esteticista. Pero fue en Irlanda donde descubri¨® que pod¨ªa vivir de ello y establecer su propio negocio. Ghafarji elabora sus productos con ingredientes naturales y en ellos mezcla componentes irlandeses y sirios. Aunque su empresa a¨²n est¨¢ empezando, su objetivo es abrir una peque?a f¨¢brica y empezar a comercializar sus elaboraciones en tiendas, ya que ahora realiza toda la venta a trav¨¦s de internet.
Su compromiso y agradecimiento con el pa¨ªs que acogi¨® a su familia va m¨¢s all¨¢ del negocio pues dona el 15% de las ganancias de su empresa a una organizaci¨®n ben¨¦fica irlandesa que trabaja con personas sin hogar para fomentar su integraci¨®n y apoyarlas en la b¨²squeda de empleo. ¡°Los sirios sabemos muy bien lo que significa para una persona dormir en la calle y no tener una casa donde cobijarse, ni ropa limpia ni comida. Esto significa mucho para m¨ª, por eso quiero colaborar en lo que pueda¡±, explica Ghafarji. ¡°Ahora siento que lo tengo todo: mi familia, un nuevo comienzo en un pa¨ªs incre¨ªble, que considero como mi segundo hogar, porque me han brindado seguridad, apoyo y un nuevo negocio. Mi sue?o de empezar de nuevo se ha hecho realidad¡±.
Samer Karam y los drones para socorrer a personas en ¨¢reas inaccesibles
Samer Karam tiene 31 a?os y naci¨® en la ciudad de Jisr al-Shughur, en la provincia de Idlib, al noroeste de Siria, una de las zonas m¨¢s castigadas por la guerra en los ¨²ltimos a?os. Un tercio de los tres millones de personas que la habitan han tenido que abandonar sus casas.
Karam estudi¨® en la Facultad de Ingenier¨ªa Civil de la Universidad de Alepo y se gradu¨® como el primero de su clase. Dos a?os despu¨¦s del estallido del conflicto, en 2013, huy¨® a Turqu¨ªa. Pero su sue?o era llegar a Alemania para continuar su formaci¨®n. Lo logr¨® gracias a una beca concedida por el gobierno alem¨¢n, con la que pudo licenciarse en Ingenier¨ªa Geom¨¢tica en la Universidad de Stuttgart. ¡°Europa es muy diversa y eso me gusta. Me siento muy afortunado de haber experimentado la vida acad¨¦mica aqu¨ª. En el d¨ªa a d¨ªa, me gusta la forma en que la gente se relaciona entre s¨ª, ese equilibrio entre el apoyo mutuo y la individualidad¡±, expresa.
Pero su futuro le esperaba en Pa¨ªses Bajos, donde se mud¨® en 2017 para estudiar un doctorado en la Universidad de Twente. ¡°Mi investigaci¨®n doctoral consisti¨® en desarrollar un sistema port¨¢til con una mochila que realiza el mapeo digital en 3D de edificios desde el interior en tan solo unos minutos¡±, comenta Karam. El ingeniero destaca la importancia de este sistema, especialmente en casos de emergencia, ya que tener informaci¨®n actualizada sobre el interior de las construcciones es imprescindible para que las actuaciones de bomberos y otros cuerpos de salvamento sean m¨¢s eficientes y seguras.
Karam fue elegido como miembro del Consejo de la Facultad de Ciencias de la Informaci¨®n Geogr¨¢fica y Observaci¨®n de la Tierra (ITC) de 2018 a 2020, y recientemente fue nombrado en la misma universidad como investigador en el Departamento de la Tierra Systems Analysis (ESA). Actualmente, est¨¢ trabajando dentro del proyecto Ingenious, que se centra en el uso de peque?os drones para explorar ¨¢reas inaccesibles y hacer que el trabajo de las unidades de socorro sea m¨¢s f¨¢cil.
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