La crisis siria del agua se agrava cada vez m¨¢s, y no hay una soluci¨®n sencilla
La sequ¨ªa y la bajada del caudal del r¨ªo ?ufrates hasta niveles hist¨®ricos se est¨¢ convirtiendo en la principal preocupaci¨®n de la poblaci¨®n del noreste de Siria, ya exhausta por m¨¢s de una d¨¦cada de guerra
Cuando cae el sol en Raqa, a los j¨®venes y a las familias les gusta sentarse a las hermosas orillas del ?ufrates para refrescarse del calor y fumar un narguile (cachimba) con los pies en el agua. A pesar de la relativa calma del momento en la que fuera capital de facto del grupo extremista Estado Isl¨¢mico en Siria, los lugare?os son conscientes de que quiz¨¢ esos instantes de felicidad junto al r¨ªo no duren para siempre. La poblaci¨®n del noreste de Siria est¨¢ preocupada por un lento proceso que empez¨® a manifestarse hace unos a?os, en particular desde el verano pasado: la bajada a niveles hist¨®ricos del caudal de su amada fuente de vida, el r¨ªo ?ufrates, y la peor sequ¨ªa desde 1953, que han dado lugar a una de las crisis h¨ªdricas m¨¢s graves de Siria y de todo Oriente Pr¨®ximo. Puesto que el r¨ªo es el principal surtidor de agua para la agricultura, el consumo dom¨¦stico y la producci¨®n de electricidad de la zona, la crisis ha afectado a estos tres sectores vitales.
¡°Donde hay agua, hay casas. Para nosotros, el agua es como el pan: una de las necesidades b¨¢sicas de la vida humana¡±, reflexiona el ingeniero Hussein al Jurjub, director del Departamento del Agua de la Administraci¨®n Aut¨®noma del Norte y el Este de Siria (AANES), la autoridad kurda que gobierna el territorio de la regi¨®n de la ribera este del ?ufrates. ¡°Antes, cuando ¨¦ramos pastores y n¨®madas, nuestra gente viv¨ªa donde encontraba agua. Buscaban un sitio en que hubiera para poder beber ellos y su ganado. El agua es b¨¢sica para los seres humanos desde la antig¨¹edad, pero ahora estamos en peligro¡±. El ingeniero explica que la escasez de este recurso y los bajos niveles del ?ufrates son motivo de preocupaci¨®n en las estaciones de tratamiento. ¡°Las plantas potabilizadoras cada vez est¨¢n m¨¢s lejos de las fuentes de captaci¨®n, porque en ellas los niveles est¨¢n bajando. El nivel en el cauce del r¨ªo y la crisis h¨ªdrica son un gran problema que nos afecta m¨¢s que la crisis de la guerra¡±, lamenta al Jurjub.
La mayor¨ªa de la poblaci¨®n est¨¢ alarmada por la escasez, que tiene numerosas consecuencias para la vida y las actividades de los sirios de a pie. La constante amenaza militar de una nueva ofensiva por parte del Ej¨¦rcito turco y sus agentes sirios contra los territorios bajo administraci¨®n kurda, por ejemplo, podr¨ªa causar nuevas oleadas de desplazamientos. ¡°Vivo con el miedo a no tener suficiente agua para m¨ª, mi familia y mis plantas¡±, se lamenta Najla, residente en Qamishli, una poblaci¨®n que ha sido blanco de un reciente ataque turco con drones que dej¨® cinco heridos. ¡°Ni en una d¨¦cada de guerra nos hemos enfrentado a nada parecido. Tengo suerte de estar aqu¨ª. Es mejor que estar en otros sitios donde no hay ning¨²n acceso al agua¡±.
Un problema tambi¨¦n pol¨ªtico
Las instituciones locales y las ONG internacionales reconocen que la situaci¨®n es m¨¢s grave cada a?o: la reducci¨®n de los recursos de agua dulce disponibles en el norte de Siria significa que entre el 70% y el 80% del territorio no tiene agua potable. ¡°Las causas de la falta de agua en ciudades como Hasake, Kobane y otras que se abastecen del r¨ªo ?ufrates son muchas¡±, puntualiza Faiza Abdi, copresidenta del Consejo Legislativo de la Regi¨®n del ?ufrates. ¡°Cuando Turqu¨ªa ocup¨® Sere Kaniye (Ras al-Ayn) y Tel Abyad en octubre de 2019, los habitantes de los pueblos fueron desplazados, con lo cual la poblaci¨®n de ciudades como Hasake se duplic¨®, y en la provincia se establecieron campamentos. Al mismo tiempo, Turqu¨ªa sigue reteniendo el agua en los grandes embalses de su territorio; los llena y hace que baje el nivel del ?ufrates. Adem¨¢s, las lluvias invernales se han convertido en un acontecimiento inusual, lo cual afecta a los agricultores y a los cultivos de los que dependemos aqu¨ª, en el noreste de Siria. Pero no es solo un problema clim¨¢tico, sino tambi¨¦n pol¨ªtico¡±, agrega.
La sequ¨ªa se ha agudizado y actualmente el 40% de las zonas agr¨ªcolas no disponen de agua, lo cual ha causado extensos da?os a las tierras de cultivo y a los sistemas de riego. Las instituciones del AANES han intentado solucionar los problemas causados por la escasez de recursos h¨ªdricos. ¡°El departamento de gesti¨®n del agua ha construido grandes pozos y ha realizado algunos proyectos en los que se ha entregado generadores a la gente para animarla a plantar ¨¢rboles y regarlos¡±, contin¨²a Abdi. Pero la crisis h¨ªdrica, advierte Abdi, tambi¨¦n reduce el suministro el¨¦ctrico producido en las presas hidroel¨¦ctricas, como las dos m¨¢s importantes, la de Tishreen y la de Tabqa, ambas afectadas a su vez por la merma del caudal. ¡°Es un c¨ªrculo vicioso dif¨ªcil de romper¡±, concluye.
Mi hija tiene un a?o y lleva dos meses con diarrea. Los m¨¦dicos me han dado un tratamiento, pero vuelve a ponerse enferma. No tenemos agua potable¡±, dice una mujer en un centro de salud del noreste sirio
El acceso limitado al agua y los altos niveles de contaminaci¨®n de esta, debido al mal funcionamiento de los sistemas de alcantarillado y a los cortes del suministro el¨¦ctrico, han causado brotes de enfermedades relacionadas con el agua. ¡°En estos momentos tenemos un brote de leishmaniasis cut¨¢nea, malnutrici¨®n, diarrea y diarrea acuosa¡±, informa Shreen (nombre cambiado para preservar su identidad), especialista en salud p¨²blica de LEARN, un consorcio de cuatro ONG internacionales dirigido por Solidarit¨¦s International en el noreste de Siria.
La malnutrici¨®n y las dolencias que tienen que ver con el agua afectan sobre todo a los ni?os, como explica Ammuna, una mujer que llega al centro de atenci¨®n primaria de Menbij: ¡°Vengo de un pueblo en autob¨²s. Tardo una hora y media en llegar aqu¨ª. Mi hija tiene un a?o y lleva dos meses con diarrea. Los m¨¦dicos me han dado un tratamiento, pero vuelve a ponerse enferma. No tenemos agua potable¡±.
A medida que la guerra asolaba la zona a lo largo de la pasada d¨¦cada, varias estaciones de agua fueron asaltadas o totalmente destruidas, como las de Musheirfa y Zahera. La Estaci¨®n Principal de Agua de Raqa (RMWS, por sus siglas en ingl¨¦s) fue blanco de ataques con cohetes durante el conflicto y qued¨® fuera de servicio al 70%, pero ahora vuelve a estar en funcionamiento. ¡°En 2019 reconstruimos la planta, que tiene 50 a?os, y la acabamos en 2020¡å, cuenta Tareq (nombre cambiado para preservar su identidad), un ingeniero que se traslad¨® a Raqa desde otra zona del noreste de Siria para trabajar en la reconstrucci¨®n con el apoyo del consorcio LEARN. ¡°Revisamos constantemente el sistema y el proceso, lo reforzamos peri¨®dicamente con cloro, tenemos informes y hacemos un seguimiento para asegurarnos de que puede suministrar agua de buena calidad a la poblaci¨®n¡±.
A pesar de estar orgulloso de la rehabilitaci¨®n, esta resulta insuficiente cuando se compara con la crisis. ¡°Siria recib¨ªa 500 metros c¨²bicos por segundo de Turqu¨ªa, pero ahora recibe menos de 200, y con ellos debe abastecer de agua para riego y electricidad. Adem¨¢s, dependemos de los fondos de los donantes, y la inestabilidad de la situaci¨®n pol¨ªtica sumada a los problemas clim¨¢ticos no nos permiten reconstruir otras estaciones de la zona como hab¨ªamos planeado. No podemos depender de las soluciones de emergencia; necesitamos una estrategia duradera¡±, detalla Tareq.
A ra¨ªz de la nueva puesta en funcionamiento de la Estaci¨®n Principal de Agua de Raqa, las autoridades locales han visto algunos resultados, especialmente para la comunidad. ¡°Despu¨¦s de reconstruir la planta depuradora principal y devolver el suministro a nuestra gente en la ciudad de Raqa, vimos c¨®mo familias desplazadas volv¨ªan del campo o de otras provincias¡±, cuenta el ingeniero Hussein al Jurjub, que ha trabajado en coordinaci¨®n y colaboraci¨®n con su compa?ero de profesi¨®n Tareq. ¡°Cuando oyeron que hab¨ªa agua potable en todos los barrios de la ciudad, vinieron. Adem¨¢s, el Consejo Civil de Raqa ha creado una oficina de comunicaci¨®n que coordina el trabajo del Departamento del Agua con la comunidad¡±. La oficina informa a la poblaci¨®n de su labor, de los proyectos en marcha, y de los beneficios y los riesgos de la crisis h¨ªdrica, con el fin de que la gente entienda c¨®mo llega hasta ellos el agua potable y adquiera m¨¢s conciencia. ¡°Sin agua, la vida aqu¨ª ser¨ªa inviable, y Raqa se convertir¨ªa en una ciudad fantasma. El agua es vida¡±, concluye.
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