Karel Solei: ¡°Los actores naturales funcionan porque est¨¢n despojados de todo tipo de ego¡±
La directora de casting habla de ¡®Los reyes del mundo¡¯, de Laura Mora, y sobre las ventajas de contratar a j¨®venes de barrios marginales para interpretar sus propias historias
Karel Solei busc¨® por primera vez int¨¦rpretes no profesionales para sus pr¨¢cticas de estudiante de c¨¢mara y fotograf¨ªa. A?os m¨¢s tarde, no dud¨® ni un instante en aceptar la propuesta de la directora Laura Mora para encontrar a R¨¢, Culebro, Sere, Winny y Nano. Son los protagonistas de Los reyes del mundo, una pel¨ªcula colombiana que retrata las vidas de cinco adolescentes en las calles de Medell¨ªn, que gan¨® la Concha de Oro en San Sebasti¨¢n y que ha sido presentada este noviembre en la quinta edici¨®n del Festival de Cine por Mujeres de Madrid. Esta directora de casting empez¨® con Leidi, un cortometraje dirigido por Sim¨®n Mesa, que fue Palma de Oro en el Festival de Cannes 2014. Con Mora, ya trabaj¨® en la pel¨ªcula Matar a Jes¨²s.
Los personajes principales de Los reyes del mundo son cinco muchachos de la calle: Brahian Acevedo, Davison Flores, Cristian Camilo Mora, Cristian Campa?a y Andr¨¦s Casta?eda, l¨ªder de la cuadrilla y precisamente el ¨²ltimo en llegar al reparto. Al buscar sus nombres en los ficheros de actores o en las carteras de las agencias de representaci¨®n, no se encuentra nada. Su presencia revienta la pantalla. Estos pelaos (j¨®venes, en Colombia), como el resto de los personajes, no han estudiado actuaci¨®n ni so?aron nunca que jugar a ser otros delante de una c¨¢mara pudiera ser una forma de ganarse la vida.
Pregunta. ?C¨®mo arranca la b¨²squeda?
Respuesta. Lo primero es ubicar el universo de los personajes, algo que Laura Mora, la directora, ten¨ªa clar¨ªsimo. Con una palabra me describi¨® a cada uno: dignidad, justicia, rebeld¨ªa, venganza y cierta m¨ªstica. Yo sab¨ªa que estaban en los rincones m¨¢s sombr¨ªos de la calle, en centros penitenciarios pagando por delitos menores, en las barras bravas [grupos extremistas de aficionados al f¨²tbol], pero tambi¨¦n entre los chicos que practican ese deporte bestial llamado Gravity Bike. Consiste en enganchar la bicicleta de la trasera de un cami¨®n, por supuesto sin permiso, coger velocidad y soltarse cuesta abajo a m¨¢s de 100 kil¨®metros por hora en carreteras transitadas. Sin ning¨²n miedo.
Me aproximo al usar su lenguaje; sin juzgarlos. Son chicos sensibles que tambi¨¦n tienen sus valores. Si est¨¢n drogados no importa, si quieren una cerveza la compartes con ellos. Si conf¨ªan, se vuelcan
P. ?Ni siquiera a la muerte?
R. Ni siquiera a la muerte. Son pelaos sin nada que perder. Viven en la calle. Algunos tienen casa, pero la frecuentan un d¨ªa a la semana en busca de ropa, porque son hogares completamente desestructurados. Los reyes del mundo es una road movie sobre un grupo de chavales que emprende un viaje para recuperar un pedazo de tierra que los paramilitares expropiaron a la abuela del l¨ªder, R¨¢, amparados en la Ley de V¨ªctimas y Restituci¨®n de Tierras del Gobierno de Juan Manuel Santos [expresidente de Colombia]. Un trozo de campo ¨¢rido e inhabitable es su tierra prometida.
P. ?C¨®mo se acerca a esos muchachos?
R. Hay personas con im¨¢n. Miradas que al instante despiertan mi curiosidad. Me aproximo al usar su lenguaje y sin juzgarlos, son chicos sensibles que tambi¨¦n tienen sus valores. Si est¨¢n drogados no importa, si quieren una cerveza la compartes con ellos. Si conf¨ªan, se vuelcan. A partir de ah¨ª todo es hablar y hablar. Admito que mi aspecto ayuda bastante.
Karel Solei tiene 38 a?os que en absoluto aparenta. En las ant¨ªpodas de una ejecutiva apresurada o de una exigente profesora de interpretaci¨®n, luce un atav¨ªo de lo m¨¢s alternativo y un peinado que combina el arte del rapado de las sienes con unas rastas largas en recogido tribal. Vive en Espa?a desde 2016. ¡°Vine para estar cerca de mi madre, una figura que, en Colombia, ?pucha!, es casi como la Virgen. La madre, por mala que pueda ser, para nosotros es lo m¨¢s¡±.
Si la pel¨ªcula describe a ni?os de la calle, busquemos en la calle. Se interpretan a ellos mismos y lo hacen muy bien
P. ?C¨®mo fue el primer d¨ªa de rodaje?
R. Laura [Mora] utiliz¨® un mapa de emociones que les explic¨® a cada uno. Trabaj¨¢bamos al d¨ªa y lo ¨²nico que tuvieron que aprender fue a no mirar a la c¨¢mara, a ignorarla. A partir de ah¨ª, activamos mucho su escucha porque son naturalmente fren¨¦ticos e impulsivos. Obviamente, no es una pel¨ªcula de muchos di¨¢logos y ellos se expresan en su argot.
P. Pensando en Alcarr¨¤s, de Carla Sim¨®n, Secaderos, de Roc¨ªo Mesa, Estaci¨®n Catorce, de Diana Cardozo, La Maternal, de Pilar Palomero, o El Agua, de Elena Garc¨ªa Riera, que prescinden de int¨¦rpretes con experiencia, ?por qu¨¦ funcionan tan bien los actores no profesionales en determinadas pel¨ªculas?
R. Porque est¨¢n despojados de todo tipo de ego. Si la pel¨ªcula describe a ni?os de la calle, busquemos en la calle. Se interpretan a ellos mismos y lo hacen muy bien. Muestran sus vivencias cargadas de autenticidad y el trabajo se aborda a trav¨¦s del juego. Le llamamos cine de la verdad. De haber escogido actores que hicieran de chicos excluidos se habr¨ªa notado mucho porque el cuerpo tambi¨¦n habla. Puede, adem¨¢s, que el p¨²blico se canse de ver m¨¢s al actor que al personaje.
P. Supongo que el rodaje estuvo lleno de sorpresas.
R. He visto, o¨ªdo y olido de todo. No es f¨¢cil dar con chicos que, sin estar libres de maldad, tengan la suficiente grandeza como para confiar en nuestra propuesta y asumir ocho semanas de rodaje a las ¨®rdenes de un equipo formado por puras mujeres. Son adolescentes, con sus brotes de masculinidad, pero no hubo ni un solo problema de comportamiento. Descubrir c¨®mo son realmente los hombres que viven en un entorno de constante violencia fue loqu¨ªsimo para todas. Jam¨¢s hab¨ªa conocido a chicos tan amorosos entre ellos, se cuidaban, se apoyaban y hasta lloraban la muerte de los personajes. ¡°?Ya no le veremos m¨¢s?¡±, nos preguntaban. Confieso que me esperaba algo much¨ªsimo m¨¢s rudo.
P. ?Entendieron la historia?
R. Jam¨¢s tuvieron el guion en sus manos. Trabaj¨¢bamos al d¨ªa partiendo de una explicaci¨®n: su ¨²nico objetivo era llegar a esa tierra que, a partir de entonces, ser¨ªa suya.
P. Y, ?cu¨¢ndo vieron la pel¨ªcula?
R. Pues imag¨ªnate el viaje al Festival de San Sebasti¨¢n, la proyecci¨®n en pantalla gigante, los aplausos¡. ?Lo que lloraron!. Fue sobrecogedor. Mirarles all¨ª, significaba ver a alguien a quien ha visitado la esperanza. Ah¨ª, todo vali¨® la pena.
P. ?Qu¨¦ ha sido de los muchachos?
R. Siguen con su vida aunque con ciertos cambios. Se les ofreci¨® la posibilidad de estudiar, sin presionarles porque siguen siendo los mismos y no debi¨® ser f¨¢cil para ellos volver a la realidad despu¨¦s de semejante experiencia. Son j¨®venes que apenas conocen nada m¨¢s que la maldad, con adicciones y muchas carencias. Fue muy positivo conocer a gente que se fuma un porro pero luego funciona y hace cosas ¨²tiles. Alguno ha comenzado talleres de interpretaci¨®n, otros han invertido en mejorar sus bicicletas o se han comprado una moto para trabajar en el campo. Nuestra labor nunca fue redimirles, sin embargo, nos hace muy felices saber que quiz¨¢s han descubierto que la vida puede valer la pena. Aunque sea un poco.
P. Unas vidas que no se valoran igual en todas partes¡
R. As¨ª es. Cuando llegu¨¦ ac¨¢ en 2016, est¨¢bamos en una reuni¨®n y surgi¨® el tema de la familia. Todo el mundo hablaba de la suya y cuando dije que a mi pap¨¢ lo hab¨ªan asesinado, se hizo un silencio sepulcral y percib¨ª la incomodidad de la gente. En mi tierra somos tantos los hu¨¦rfanos de la violencia que casi la normalizamos. ¡°A mi pap¨¢ tambi¨¦n¡±, suelen responder all¨¢ cuando se habla de esos cr¨ªmenes.
P. Ahora trabaja en una empresa que se dedica al streaming. Despu¨¦s de haber hecho un corto, Ilegales, ?piensa en volver a dirigir?
R. S¨ª. Busco financiaci¨®n mientras escribo una historia sobre la explotaci¨®n sexual de ni?as y adolescentes. Para m¨ª el arte es pol¨ªtico y, aunque la vida tenga momentos bell¨ªsimos, hay que poner todav¨ªa muchos debates encima de la mesa porque, lo que no se nombra, no existe.
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