Laura Mora: ¡°La riqueza de la tierra ha sido una condena¡±
La directora antioque?a estrena este jueves en Colombia ¡®Los Reyes del Mundo¡¯, cinta que representar¨¢ al pa¨ªs en los premios Oscar y que invita a reflexionar sobre debates necesarios como la violencia y el despojo
Laura Mora (Medell¨ªn, 41 a?os) est¨¢ obsesionada con la justicia y se define a s¨ª misma como una eterna desobediente. Se emociona recordando cuando ella y los protagonistas de su m¨¢s reciente pel¨ªcula, Los Reyes del Mundo, bajaron las escalinatas del Auditorio Kursaal del Festival de Cine de San Sebasti¨¢n despu¨¦s del estreno internacional y se encontraron con cientos de espectadores emocionados llenando el recinto de aplausos.
Despu¨¦s de una exitosa gira de festivales por Europa, Mora regres¨® a Colombia para presentar su segundo largometraje. A menos de un mes de su lanzamiento, la coproducci¨®n entre M¨¦xico, Francia, Noruega y Luxemburgo que ha sido galardonada con La Concha de Oro en San Sebasti¨¢n, en Espa?a; El Abrazo en Biarritz, en Francia; y el Ojo Dorado en Z¨²rich, en Suiza.
A cinco a?os de su ¨®pera prima Matar a Jes¨²s, Mora se aleja del relato autobiogr¨¢fico. Entre el delirio y la realidad, Los Reyes del Mundo retrata la complejidad del conflicto de tierras en Colombia a trav¨¦s de los impresionantes paisajes del Bajo Cauca antioque?o, en la zona andina del pa¨ªs. Es una de las pocas pel¨ªculas de carretera de Colombia; cuenta la odisea que viven cinco j¨®venes de las calles de Medell¨ªn para encontrar la tierra prometida. A¨²n conmovida por el recibimiento que tuvo Los Reyes del Mundo, Mora conversa con EL PA?S sobre la construcci¨®n de paz, el futuro del cine nacional y el encanto que encuentra en los relatos que desaf¨ªan al sistema.
Pregunta: Los Reyes del Mundo fue ovacionada y galardonada en varios de los festivales de cine m¨¢s importantes de Europa. ?C¨®mo se siente con esa acogida?
Respuesta: Muy sorprendida. Ha sido hermoso. Pasar a un festival de Clase A, como San Sebasti¨¢n, ya es un premio. Llegar a una secci¨®n oficial es muy impresionante. Yo no me lo esperaba porque las segundas pel¨ªculas son muy complejas, porque todo el mundo est¨¢ esperando una extensi¨®n de la primera.
Los Reyes del Mundo es muy distinta a Matar a Jes¨²s, toma unos riesgos y me impresion¨® el entusiasmo con el que fue le¨ªda. Como esa imagen tan bella en San Sebasti¨¢n con los chicos siendo aplaudidos. El director del Festival nos estaba esperando al final de la escalinata, me abraz¨® y me dijo: ¡°Hace muchos a?os no ve¨ªa la escalera del recinto de esta manera¡±. Luego nos devuelven al teatro porque hay un premio. Fue demasiada adrenalina. En Biarritz la acogida del p¨²blico es impresionante, gana el premio a la mejor pel¨ªcula y, en Zurich tambi¨¦n gana. ?Qu¨¦ m¨¢s le pido a la vida?
P. En Los Reyes del Mundo se aborda una de las ra¨ªces del conflicto en Colombia: la lucha por la tierra. ?Es una conversaci¨®n pendiente que tenemos como sociedad?
R. S¨ª. No se ha dado lo suficiente y la gente tiene miedo de dar. Fue una de las grandes esperanzas del proceso de paz, por lo que lo apoy¨¦ decididamente. Es el punto neur¨¢lgico de nuestro conflicto. Justamente, despu¨¦s de hacer Matar a Jes¨²s, una pel¨ªcula tan personal, aqu¨ª pude hablar de que todos estamos buscando un lugar donde existir libremente. En mi trabajo hay una obsesi¨®n por la justicia. Quiz¨¢s porque soy hija y nieta de abogados y crec¨ª yendo a una oficina donde la justicia era un pilar. Nada nos define m¨¢s que el origen; el lugar donde nacemos nos define por el resto de la vida. Todo eso tiene que ver con el azar y con la justicia.
P. La pel¨ªcula se rod¨® en zonas que han sido y siguen siendo violentas. ?Cu¨¢les fueron los principales desaf¨ªos de filmar all¨ª?
Hace mucho quer¨ªa hacer algo en el Bajo Cauca. Cuando termin¨¦ Matar a Jes¨²s viaj¨¦ all¨ª. Cruzando el Alto de Ventanas en Yarumal, justo despu¨¦s de la neblina, empec¨¦ a tener im¨¢genes en la cabeza y empec¨¦ a escribir en mi libreta: chicos, chicos buscando un lugar en el mundo. Pon¨ªa frases como: unos chicos haciendo da?os, reclamando lo suyo, atravesando el paisaje. Y una notica que dec¨ªa: somos los reyes del mundo.
Nunca fue una opci¨®n filmar en otro lado. Hay una magia de rodar en las locaciones donde nacen las ideas porque eso alimenta la pel¨ªcula. Luego est¨¢ toda la historia de violencia en el norte de Antioquia, que tiene una historia de comportamiento profundamente paramilitar, o el Bajo Cauca, absolutamente disputado porque a cada paso hay oro y eso ha sido una condena. Entonces se volvi¨® un reto. Pese a la violencia, pens¨¦ que no puede ser que alguien nos impida construir belleza, porque el arte tambi¨¦n es una relaci¨®n est¨¦tica con el mundo, entendida la est¨¦tica desde algo muy espiritual -mi espiritualidad est¨¢ en el cine-. No quer¨ªa que nadie nos impidiera eso y solo encontramos belleza, solidaridad y amor en esos territorios.
P. ?Por qu¨¦ eligi¨® trabajar con actores naturales?
R. Porque para m¨ª hay verdades que no se construyen, formas de habitar el mundo, de hablar, cicatrices. Haciendo casting en Medell¨ªn para una escena de Matar a Jes¨²s, est¨¢bamos con varios chicos que practicaban Gravity bike, y ah¨ª conoc¨ª a la mayor¨ªa de los que hoy protagonizan la pel¨ªcula. Me impresion¨® su libertad, eran los punkeros del barrio sin darse cuenta, los anarquistas, y por eso no estaban en un combo. Son necios, libres, incontenibles, esp¨ªritus indomables. A m¨ª me encanta la desobediencia. En ellos encuentro mi propia contradicci¨®n: odian el mundo pero aman la vida. Puedo identificarme en muchas cosas con ellos.
P. En su trabajo se identifica un componente masculino importante. Como en su corto Brotherhood, aqu¨ª los actores principales son hombres. ?Es intencional?
R. Me interesa mucho el mundo de los hombres, porque la violencia es una herencia muy masculina. En un pa¨ªs tan violento muchas de las v¨ªctimas, de los muertos, han sido hombres j¨®venes y humildes. Como mujer me interesa mucho mirar la fragilidad de los hombres, c¨®mo se relacionan ante la ausencia de la mujer. Esta pel¨ªcula me permiti¨® explorarlo con cinco hombres. Ra, el l¨ªder, es la justicia; Davy es el m¨ªstico, por eso puede ser m¨¢rtir; Winny, el chiquito, para m¨ª es la revoluci¨®n; Culebro, que es como el antag¨®nico, era la rabia; Nano, el chico afro, para m¨ª era la dignidad. Esas cosas casi que forman un solo personaje.
P. La mayor¨ªa de mujeres que aparecen en la pel¨ªcula son trabajadoras sexuales y tienen una relaci¨®n con los cinco hombres con un tono maternal. ?Por qu¨¦?
R. En mis anotaciones ellos llegan a un burdel llamado Una Matria. Para m¨ª, Colombia es una mujer profundamente solidaria pero muy aporreada, que tiene hijos en la guerra y ha sido echada un poco al olvido. Son actrices naturales, trabajadoras sexuales de los colectivos Guerreras del centro y Putamente Poderosas, mujeres mayores que han ejercido la prostituci¨®n en Medell¨ªn. Son unas mujeres incre¨ªbles. En el rodaje les dec¨ªa: imag¨ªnense que viven solas en esta casa y no necesitan de nada, pero una vez al mes abren las puertas para ciertos clientes viejos y para recolectar plata. Vuelven, lo cierran y se encierran. As¨ª construimos la idea de esta matria. Para m¨ª era la nostalgia de madres que han perdido a sus hijos y de unos hijos buscando a la madre.
P. Aunque la pel¨ªcula est¨¢ atravesada por el conflicto, es mucho menos expl¨ªcita que Matar a Jes¨²s y tiene tintes po¨¦ticos. ?Cu¨¢l es su intenci¨®n?
R. Me interesa el cine que le propone riesgos al espectador. Para m¨ª hablar de temas tan dolorosos, del mundo que me duele un mont¨®n, solo es posible a trav¨¦s de la belleza. Para m¨ª esa belleza est¨¢ en el margen y no hay posibilidad de hablar del dolor sin la poes¨ªa que implica que un espectador pueda crear sus propias preguntas o conclusiones sobre lo que est¨¢ viendo. Quiero dejarle un espacio para que cohabite esa imagen conmigo, ojal¨¢ a trav¨¦s de la complejidad de un lenguaje que no est¨¢ apuntando con el dedo diciendo ¡°tienes que pensar o sentir esto¡±.
P. Usted habla de la importancia de hablar desde los m¨¢rgenes. ?Cree que al cine le hace falta una visi¨®n perif¨¦rica?
R. Es urgente que la periferia pueda hablar del centro. Esto se lo copio a Lucrecia Martel, que en una entrevista dijo ¡®es necesario un chico de la villa contando al Buenos Aires del centro¡¯. Quiero ver a un chico de la comuna contando el privilegio de El Poblado de Medell¨ªn. En general siento que el cine colombiano est¨¢ ¨¢vido de las interpelaciones cinematogr¨¢ficas a las clases altas, en las que ha habido violencia soterrada, exclusi¨®n y odio. He sentido el esp¨ªritu humano en su forma m¨¢s b¨¢sica y hermosa en otros lugares.
P. La pandemia afect¨® fuertemente a la creciente industria del cine en Colombia. ?C¨®mo continuar con el impulso que tuvo la industria en los ¨²ltimos a?os?
R. Creo que es importante mantener las pol¨ªticas p¨²blicas que han funcionado. Buscar c¨®mo ampliar los fondos. Esta pel¨ªcula no hubiera sido posible de ninguna manera si no hubiera ganado una convocatoria del Fondo de Desarrollo Cinematogr¨¢fico. Desde Perro come Perro hasta El Abrazo de la Serpiente, todas dependen de esos fondos. Ahora es crucial ampliarlos territorios, para que apoyen la producci¨®n regional. No veo la hora de ver un cine m¨¢s perif¨¦rico, que la periferia nos cuente y no al rev¨¦s.
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