Claves de la nueva ley de cooperaci¨®n: m¨¢s feminista, global y con el compromiso del 0,7%
Entra en vigor la norma que regir¨¢ la ayuda internacional espa?ola, que recoge el objetivo de aumentar el presupuesto al 0,7% del PIB, junto con otras novedades como su enfoque de g¨¦nero o la creaci¨®n del estatuto del cooperante
Con la aprobaci¨®n este jueves en el Congreso de la nueva Ley de Cooperaci¨®n para el Desarrollo Sostenible y Solidaridad Global, culmina un proceso de negociaci¨®n, cambios y tr¨¢mites que se ha prolongado m¨¢s de dos a?os y da respuesta al clamor del sector para la sustituci¨®n de la ley de 1998 que, seg¨²n su criterio, hab¨ªa quedado obsoleta. El texto definitivo, una vez votadas favorablemente todas las enmiendas del Senado, ha salido adelante con un respaldo mayoritario del arco parlamentario; ¨²nicamente la ultraderecha vot¨® en contra en el ¨²ltimo tr¨¢mite en el Senado y ha vuelto a mostrar su rechazo en el debate previo a la votaci¨®n ¨²ltima en la C¨¢mara Baja. La Ley s¨ª satisface a las organizaciones del ramo. Las principales novedades pasan por el reconocimiento expl¨ªcito del enfoque feminista de esta pol¨ªtica exterior, su alineamiento con las agendas internacionales como los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU o el Acuerdo de Par¨ªs, y el compromiso por escrito de alcanzar para 2030 una inversi¨®n del 0,7% de la renta nacional bruta para ayuda al desarrollo. ¡°Nos sit¨²a donde nos quieren ver los espa?oles: ofreciendo soluciones a los problemas globales¡±, ha valorado el ministro de Exteriores, Jos¨¦ Manuel Albares, en su intervenci¨®n.
¡°Hab¨ªa muchos diagn¨®sticos de la necesidad de un cambio integral del sistema¡±, anota Iliana Olivi¨¦, investigadora principal y coordinadora del ¨¢rea de Cooperaci¨®n Internacional del Real Instituto Elcano. ¡°Desde hace una d¨¦cada, las debilidades estaban claras¡±, agrega. ¡°La ley del 98, en su momento, estuvo bien. Pero el mundo cambia y hac¨ªa falta una actualizaci¨®n¡±, coincide Irene Bello, presidenta de la Coordinadora de ONG para el Desarrollo. Tal renovaci¨®n est¨¢ ya hecha y, como representante de las organizaciones del sector, Bello se declara ¡°satisfecha¡±, tanto con el proceso participativo de elaboraci¨®n de la ley, como con el resultado final.
¡°La principal fortaleza es que es una ley muy participada. Resulta de mucho di¨¢logo con los actores de la cooperaci¨®n, desde la ONG hasta las universidades, sindicatos y organizaciones feministas¡±, enfatiza Mar¨ªa Guijarro, portavoz socialista en la Comisi¨®n de Cooperaci¨®n Internacional. Tambi¨¦n se han ¡°acercado posturas pol¨ªticas¡± con el resto de grupos, asegura, para lograr que esta sea una ley de consenso y vocaci¨®n de perdurar. De hecho, el Partido Popular comenz¨® con su voto en contra en el primer borrador, se abstuvo en su tramitaci¨®n en el Congreso, y apoy¨® el texto final en el Senado, que acaba de ser refrendado en la C¨¢mara baja como paso final.
Se abre un plazo de seis meses para desarrollar los reglamentos que desarrollan la reci¨¦n aprobada Ley
Si bien, la publicaci¨®n en el Bolet¨ªn Oficial del Estado no cierra del todo el proceso de reforma, sino que supone el punto de partida para desarrollar la reglamentaci¨®n que regular¨¢ el nuevo entramado institucional. ¡°Va a ser esencial c¨®mo se haga para ver el resultado real de esta ley¡±, considera Olivi¨¦. Las principales tareas pendientes que apunta la ley son cuatro. La primera es elaborar un nuevo estatuto para la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n para el Desarrollo (Aecid), que dar¨¢ m¨¢s protagonismo a este ente como gestor de la ayuda internacional. ¡°Es prioritario porque la Aecid tiene que ser la columna vertebradora de la cooperaci¨®n espa?ola y contar con m¨¢s presupuesto¡±, apunta Bello. Tambi¨¦n se tiene que aprobar el hasta ahora inexistente Estatuto de las Personas Cooperantes y regular el reci¨¦n creado Fondo Espa?ol de Desarrollo Sostenible, que se encargar¨¢ de la llamada cooperaci¨®n financiera (pr¨¦stamos, inversiones y transferencias para el desarrollo de terceros pa¨ªses), y que depender¨¢ de la agencia. Y finalmente, establecer la composici¨®n y funcionamiento de los ¨®rganos de coordinaci¨®n entre los distintos actores de la cooperaci¨®n: administraci¨®n central, autonom¨ªas, ONG o empresas privadas, entre otros.
Para todo ello, el legislador da un plazo de seis meses, lo que significa que, salvo adelanto electoral, el nuevo sistema de cooperaci¨®n quedar¨¢ consolidado antes de que finalice la legislatura. Un trabajo que ya est¨¢ en marcha, asegura Guijarro, para cumplir este objetivo a tiempo. Asimismo, las entidades de la Coordinadora de ONGD est¨¢n trabajando en sus aportaciones para que se tengan en cuenta sus peticiones en cada uno de estos reglamentos.
A falta de estos pasos, la Ley de Cooperaci¨®n para el Desarrollo Sostenible y Solidaridad Global contiene cambios sustanciales respecto a la anterior (de 1998). Estas son las principales novedades:
- 0,7% de la renta nacional bruta para ayuda oficial al desarrollo (AOD) en 2030. Es la primera vez que se recoge por escrito en una ley este compromiso que la comunidad internacional adquiri¨® ante Naciones Unidas hace m¨¢s de medio siglo. Tambi¨¦n Espa?a. En los Presupuestos Generales de 2023 este porcentaje est¨¢ en el 0,34%, una subida respecto al 0,28% del ejercicio anterior, pero a¨²n alejada del compromiso del Gobierno de alcanzar el 0,5% para el final de la legislatura. El legislador, no obstante, vincula este deber a las ¡°disponibilidades presupuestarias de cada ejercicio¡±. Con todo, Irene Bello lo considera ¡°un hito importante¡± que servir¨¢ a las organizaciones de la sociedad para reclamar ¡°que no quede en papel mojado¡±.
- 10% de la AOD para ayuda humanitaria. Esta acci¨®n exterior tiene su propio art¨ªculo en la ley, ¡°redactado en colaboraci¨®n con las ONG, m¨¢s adecuado y suficiente que en la anterior norma¡±, especifica Francisco Rey, codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acci¨®n Humanitaria (IECAH). Como en el caso del 0,7%, esta es la primera ocasi¨®n en la que se establece por ley el porcentaje del conjunto de la ayuda oficial al desarrollo que se tiene que destinar a la asistencia humanitaria (¡±proteger y salvar vidas¡± en desastres, ante los efectos del cambio clim¨¢tico o conflictos). S¨ª estaba ya escrito en la estrategia sobre esta actividad, ¡°pero no se ha cumplido nunca¡±, apostilla Rey. Actualmente, apenas supera el 2%. ¡°Esperamos que ahora se alcance¡±. Para el experto, la letra peque?a de este compromiso estar¨¢ en qu¨¦ partidas se contabilicen como ayuda humanitaria, seg¨²n los criterios del Comit¨¦ de Ayuda al Desarrollo de la OCDE. ¡°Estamos trabajando en mejorar el c¨®mputo porque siempre encontramos partidas que no se ajustan¡±, anuncia.
- Feminista. En torno a 2005, la cooperaci¨®n espa?ola comenz¨® un proceso de adopci¨®n de un enfoque feminista en todos sus programas y proyectos. Algo que ahora queda reflejado en la norma. ¡°Esta nueva ley de cooperaci¨®n se compromete a consolidar la integraci¨®n del enfoque de g¨¦nero en el desarrollo de todos los instrumentos de gesti¨®n, reforzando capacidades, asumiendo un compromiso mayor por la lucha contra todas las formas de violencia de g¨¦nero y de discriminaci¨®n, promoviendo el empoderamiento de las mujeres, ni?as y adolescentes en todos los ¨¢mbitos¡±, dice el texto. Y a?ade: ¡°La cooperaci¨®n para el desarrollo, como el conjunto de la pol¨ªtica exterior, tiene una orientaci¨®n feminista¡±.
- Alineada con las agendas internacionales. Esta pol¨ªtica exterior queda vinculada, por definici¨®n, a las hojas de ruta globales y europeas para el desarrollo y contra el cambio clim¨¢tico. ¡°Estamos un punto de crisis superpuestas, energ¨¦tica, alimentaria y clim¨¢tica, y hab¨ªa dos alternativas ante este panorama complejo: protegerse y construir muros, u otra, por la que ha optado Espa?a, de abrirse y actuar globalmente¡±, declara Ant¨®n Leis, director de la Agencia de Cooperaci¨®n Espa?ola (AECID). El primer cap¨ªtulo de la redacci¨®n de la norma dice: ¡°A los efectos de esta ley se entiende por pol¨ªtica de cooperaci¨®n para el desarrollo sostenible aquella que define los principios, objetivos, prioridades, instrumentos y recursos que Espa?a despliega, como pol¨ªtica p¨²blica, a trav¨¦s de su acci¨®n exterior para contribuir, de manera coherente y en todas sus dimensiones, a las metas globales de desarrollo sostenible establecidas por las Naciones Unidas, en la actualidad la Agenda 2030, la Agenda de Financiaci¨®n del Desarrollo Sostenible, la Alianza Global para la Cooperaci¨®n Eficaz al Desarrollo, el Acuerdo de Par¨ªs en el ¨¢mbito clim¨¢tico, la Uni¨®n Europea y otras instancias multilaterales, y la estrategia espa?ola de desarrollo sostenible en su dimensi¨®n exterior¡±. El legislador se refiere asimismo a los derechos humanos como gu¨ªa de la cooperaci¨®n espa?ola y menciona espec¨ªficamente la prioridad de proteger a la infancia, el colectivo LGTBIQ y la poblaci¨®n ind¨ªgena, adem¨¢s de las mujeres.
- Organismo financiador. Se crea el Fondo Espa?ol de Desarrollo Sostenible (FEDES), que se encargar¨¢ de la cooperaci¨®n financiera (inversiones y transferencias) y depender¨¢ de la Aecid; su funcionamiento est¨¢ por determinar en un reglamento que tiene que estar listo en seis meses, seg¨²n la ley. Adem¨¢s, se establece la Oficina de Evaluaci¨®n de la cooperaci¨®n espa?ola (OECE) para realizar las labores de seguimiento del cumplimiento de lo planificado en los planes directores. Su estructura est¨¢ por definir.
- Estatuto del Cooperante. La norma define qui¨¦n es un cooperante: ¡°Personas f¨ªsicas, profesionales de la cooperaci¨®n, que tengan una relaci¨®n jur¨ªdica o de prestaci¨®n de servicios, laboral o administrativa, por cuenta de organizaciones internacionales o de instituciones u organismos p¨²blicos o privados espa?oles sin ¨¢nimo de lucro o de empresas consultoras que trabajen en ¨²ltima instancia para entidades sin ¨¢nimo de lucro, para realizar actividades de acci¨®n humanitaria o de cooperaci¨®n para el desarrollo sostenible¡±. Y el texto especifica que estas pueden trabajar tanto para el sector privado (ONG, fundaciones, asociaciones, empresas) como el p¨²blico. Su actividad quedar¨¢ regulada en un estatuto propio, a¨²n pendiente de aprobaci¨®n. Una de las novedades m¨¢s aplaudidas por el colectivo es el reconocimiento de su derecho a la carrera profesional para quienes trabajen para la Aecid. Esto significa que la pol¨ªtica de recursos humanos de la agencia ¡°estar¨¢ orientada a la atracci¨®n, retenci¨®n, capacitaci¨®n, especializaci¨®n y promoci¨®n de personal (...) en igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, con oportunidades de movilidad entre territorio espa?ol y exterior¡±. Hasta la fecha, recuerda Bello, hab¨ªa escasas posibilidades de que un empleado en sede se trasladase a otro pa¨ªs y viceversa.
- Planes directores de cuatro a?os. Se pone fecha de duraci¨®n a los Planes Directores de la Cooperaci¨®n, en los que se concretan y planifican las prioridades geogr¨¢ficas y tem¨¢ticas de la cooperaci¨®n espa?ola durante su vigencia. Aunque previamente se elaboraban para un per¨ªodo de cuatro a?os, a veces se prorrogaban si no estaba preparado el siguiente, como es el caso del actual. Ahora, ese plazo de renovaci¨®n queda fijado por ley. ¡°Se ir¨¢n actualizando para adaptar esta pol¨ªtica a la coyuntura en el mundo en cada momento¡±, aclara Guigarro.
- M¨¢s coordinaci¨®n. La norma regula qui¨¦nes son actores de la cooperaci¨®n, qu¨¦ organismos participan en la toma decisiones, en los que se incluyen a representantes de la sociedad civil organizada, con participaci¨®n en el Consejo Superior que sustituye al Consejo Asesor actual. ¡°Es una evoluci¨®n, pero si tiene m¨¢s peso lo veremos, por ejemplo, en el proceso de reglamentaci¨®n que se abre ahora¡±, matiza Bello, de La Coordinadora de ONGD. La ley tambi¨¦n establece los espacios de coordinaci¨®n tanto con los organismos multilaterales (ONU, fondos globales y la Uni¨®n Europea), as¨ª como los las comunidades aut¨®nomas y entes locales, que en Espa?a llevan a cabo la llamada cooperaci¨®n descentralizada.
- Educaci¨®n para la ciudadan¨ªa global. Se incluye, a partir de ahora, como objetivo de la cooperaci¨®n espa?ola ¡°promover el compromiso¡± de la sociedad espa?ola y europea con el desarrollo sostenible. ?C¨®mo? ¡°Fomentando en particular la participaci¨®n infantil y juvenil y el pensamiento cr¨ªtico y la implicaci¨®n activa en los cambios sociales, a partir de una concepci¨®n solidaria basada en la asunci¨®n de obligaciones con el conjunto de la humanidad, especialmente las personas m¨¢s desfavorecidas y vulnerables, con el planeta y con las generaciones futuras¡±. As¨ª, la llamada educaci¨®n para el desarrollo sostenible y la ciudadan¨ªa global se concibe como un instrumento m¨¢s para la transformaci¨®n de nuestra sociedad y del Sur Global, lo que facilita que las organizaciones canalicen fondos de la ayuda oficial al desarrollo para campa?as y formaciones tanto en territorio espa?ol como fuera de las fronteras del pa¨ªs. ¡°No significa detraer recursos¡± que podr¨ªan destinarse a programas en pa¨ªses empobrecidos, ¡°sino una inversi¨®n para una ciudadan¨ªa cr¨ªtica y conocedora de los retos globales¡±, zanja Bello.
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