Una iglesia y 600 muertos a machetazos: la herida abierta de la peor masacre de la guerra de Liberia
El tribunal de la Cedeao exige al Gobierno liberiano llevar ante la Justicia a los responsables de la matanza de hombres, mujeres y ni?os en el templo luterano de San Pedro
En la madrugada del 29 de julio de 1990, una treintena de soldados del Ej¨¦rcito de Liberia salt¨® los muros de la iglesia luterana de San Pedro, en Monrovia, y mat¨® a tiros y machetazos a unos 600 civiles, hombres, mujeres, ni?os e incluso beb¨¦s de pocos meses, que se hab¨ªan refugiado all¨ª del horror de la guerra. Fue el peor crimen conocido de los dos conflictos civiles que asolaron al pa¨ªs y costaron la vida a unas 250.000 personas entre 1989 y 2003. Este jueves, el Gobierno liberiano ha tenido que dar explicaciones ante el Tribunal de la Comisi¨®n Econ¨®mica de Estados de ?frica Occidental (Cedeao) de por qu¨¦, tres d¨¦cadas despu¨¦s, nadie ha sido llevado ante los tribunales, un aut¨¦ntico hito judicial que los colectivos de derechos humanos y los familiares de las v¨ªctimas celebran como una victoria.
¡°Como no ha habido justicia, a veces siento que un perro callejero de Monrovia tiene m¨¢s valor que mi madre y otras v¨ªctimas de la masacre de la iglesia luterana¡±, asegura uno de los supervivientes en la denuncia que interpuso el a?o pasado contra el Gobierno liberiano ante la Cedeao. Este tribunal no es una corte penal con competencia para juzgar violaciones de los derechos humanos, aunque s¨ª puede exigir a un Estado que las investigue, una decisi¨®n que s¨ª es vinculante. En su declaraci¨®n, describe todo el horror de la matanza, al igual que los primeros testigos que acudieron al lugar tras los hechos. Todo el suelo de la iglesia estaba lleno de sangre y decenas de cuerpos yac¨ªan debajo de los bancos donde trataron de esconderse. En el altar se apilaban los cad¨¢veres de ni?os y muchas mujeres asesinadas llevaban todav¨ªa a sus beb¨¦s a la espalda. En los marcos de las ventanas se amontonaban m¨¢s cad¨¢veres de personas ejecutadas cuando trataban de huir. Decenas de ni?os y beb¨¦s fueron encontrados con vida al d¨ªa siguiente bajo el amasijo de cuerpos.
La primera guerra civil liberiana hab¨ªa comenzado meses antes, a finales de 1989, y en el momento de la masacre dos grupos rebeldes, liderados por Prince Johnson y Charles Taylor, avanzaban r¨¢pidamente hacia la capital. Seg¨²n todos los indicios y la declaraci¨®n de algunos testigos, fue el propio presidente Samuel Doe, de etnia krahn, un cruel dictador que se hab¨ªa escondido en su mansi¨®n, quien, sinti¨¦ndose acorralado, dio la orden de asesinar a los miembros de las comunidades guio y mano, a las que consideraba responsables de la rebeli¨®n. Pocos meses m¨¢s tarde fue brutalmente torturado y ejecutado por los hombres de Johnson.
Siguiendo las instrucciones de Doe, en la madrugada del 29 de julio, soldados gubernamentales recorr¨ªan las calles de Monrovia, asesinando a diestro y siniestro. Asustadas y tratando de salvar su vida, unas 2.000 personas se refugiaron en la iglesia de San Pedro, en las afueras de la capital, cuyas instalaciones tambi¨¦n albergaban un centro de Cruz Roja. La masacre fue de tal dimensi¨®n que provoc¨® que los pa¨ªses vecinos organizaran una intervenci¨®n armada. En 2010, a?os despu¨¦s de acabada la guerra, la Comisi¨®n de la Verdad y la Justicia creada para depurar responsabilidades concluy¨® que los hechos de la iglesia de San Pedro deb¨ªan ser investigados y sus responsables llevados ante un tribunal.
El Gobierno liberiano no ha adoptado ninguna determinaci¨®n para hacer justicia con los supervivientes y las v¨ªctimas, ya es hora de que se juzguen todas estas atrocidadesOludayo Fagbemi, responsable del Instituto por los Derechos Humanos y el Desarrollo en ?frica
¡°Pero el Gobierno liberiano no ha adoptado ninguna determinaci¨®n para hacer justicia con los supervivientes y las v¨ªctimas, ya es hora de que se juzguen todas estas atrocidades¡±, asegura Oludayo Fagbemi, responsable del Instituto por los Derechos Humanos y el Desarrollo en ?frica (IHRDA). Esta organizaci¨®n es la que, junto al Centro de Justicia y Responsabilidad (CJA, por sus siglas en ingl¨¦s), la firma de abogados neoyorquina Debevoise & Plimpton LLP, la ONG liberiana Proyecto de Investigaci¨®n y Justicia Global, y Charles Sunwabe, Dorothy Sunwabe-Vokerl y Nelay Sunwabe, tres supervivientes que perdieron a 16 familiares en la masacre, ha interpuesto la demanda que ha llevado al Gobierno de Liberia ante el Tribunal de la Cedeao para dar explicaciones sobre su inacci¨®n.
En septiembre de 2021, un juzgado norteamericano concluy¨® que los autores materiales de la matanza fueron soldados del comando antiterrorista de las Fuerzas Armadas liberianas a las ¨®rdenes del coronel Moses Thomas, calificando los hechos como cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad, y conden¨® a este al pago de 78,5 millones de euros en concepto de da?os. Thomas, quien viv¨ªa en Estados Unidos desde el a?o 2000, fue detenido en 2018 en el curso de esta investigaci¨®n judicial, pero en 2020, antes de que comenzara el juicio, vol¨® de vuelta a Liberia, donde reside en la actualidad. ¡°Pese a las conclusiones de este juzgado estadounidense, Moses Thomas vive libremente en Liberia porque el Gobierno no ha dado los pasos necesarios para que ¨¦l y otros autores de atrocidades durante la guerra civil sean llevados ante la Justicia y ninguna de las v¨ªctimas ha recibido un solo c¨¦ntimo. Liberia tiene la obligaci¨®n internacional de investigar y procesar a los responsables¡±, asegur¨® Ela Matthews, abogada del CJA, en un comunicado.
Tras la sentencia en Estados Unidos, el peri¨®dico liberiano Front Page Africa se puso en contacto con el propio Thomas. ¡°Mire, se?or, estoy teniendo un buen s¨¢bado. ?No quiero que me molesten con tonter¨ªas! ?Disparates!¡±, asegur¨® a dicho medio a trav¨¦s del tel¨¦fono, ¡°?Qu¨¦ estupidez! C¨ªtame de la forma que quieras. ?Que se vayan al infierno y me besen el trasero! (¡) ?Crees que tengo tiempo para jueces corruptos que toman decisiones est¨²pidas sin ninguna evidencia?¡±, a?adi¨®. El juez estadounidense Petrese B. Tucker concluy¨® que Thomas era ¡°directamente responsable de los actos il¨ªcitos durante la masacre¡± y a?adi¨® que ¡°dirigi¨® intencionalmente un ataque contra un edificio dedicado a la religi¨®n y contra civiles y cometi¨® un crimen de lesa humanidad. Supervis¨® los hechos y solo orden¨® que dejaran de disparar cuando entendi¨® que todos los ocupantes de la iglesia hab¨ªan sido asesinados¡±.
En 2005, tras el conflicto que desangr¨® a este pa¨ªs, la abogada Ellen Johnson-Sirleaf se convirti¨® en presidenta de Liberia y en la primera mujer que llegaba al poder a trav¨¦s de las urnas en el continente africano. En 2011 recibi¨® el premio Nobel de la Paz por su contribuci¨®n a sanar las heridas de la guerra y su defensa de la no violencia. Se mantuvo en el poder hasta 2017, cuando el exfutbolista George Weah gan¨® las elecciones y se convirti¨® en nuevo presidente. En octubre de este a?o est¨¢n previstos comicios presidenciales en los que Weah se enfrentar¨¢ en las urnas al empresario de ¨¦xito Alexander Cummings. Ni Johnson-Sirleaf ni Weah han conducido a los responsables de la masacre de la iglesia de San Pedro ante la Justicia.
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