Raji Sourani: el nuevo Gobierno israel¨ª ¡°hace lo que hac¨ªan los precedentes, pero lo dice abiertamente¡±
Este abogado de la franja de Gaza, que lucha desde hace 40 a?os por los derechos humanos, denuncia la inacci¨®n internacional frente al conflicto y acusa al nuevo Gobierno israel¨ª de estar provocando una confrontaci¨®n masiva
Cuenta Raji Sourani (Gaza, 1953) que hace un tiempo particip¨® en una reuni¨®n internacional centrada en c¨®mo se dise?ar¨ªa una futura paz entre israel¨ªes y palestinos y de qu¨¦ manera se podr¨ªa unir un d¨ªa la franja de Gaza con Cisjordania y Jerusal¨¦n-Este, territorios palestinos separados geogr¨¢ficamente. Durante dos d¨ªas escuch¨® hablar de puentes, trenes y t¨²neles para comunicar a ambas zonas, sin que sus habitantes tuvieran que transitar pr¨¢cticamente por el Estado de Israel. Y durante esos dos d¨ªas no consigui¨® decir palabra. ¡°Al final me preguntaron por qu¨¦ no hab¨ªa abierto la boca. Les respond¨ª que yo hab¨ªa acudido a esa reuni¨®n para hablar de paz, pero all¨¢ se estaba hablando de otra cosa. Paz para m¨ª es salir de mi casa en Gaza, coger mi coche e ir a una reuni¨®n a Ramala (Cisjordania), comer en Jerusal¨¦n y volver a mi hogar a dormir¡±.
Estamos hablando de un viaje de 80 kil¨®metros, pero en 2023 ese trayecto es una carrera de obst¨¢culos infinitos e imposibles de superar: barreras, bloqueo israel¨ª de la franja de Gaza, permisos de salida y de entrada, controles militares, colonias, radicalismo, corrupci¨®n... Pero para Sourani, fundador y director del Centro Palestino para los Derechos Humanos (PCHR, por sus siglas en ingl¨¦s), que desde 1995 documenta la ocupaci¨®n israel¨ª y sus consecuencias, el muro m¨¢s alto es ¡°el olvido y la pasividad internacional¡± que permiten que todas las circunstancias anteriores ¡°crezcan y crezcan sin que nadie rinda cuentas¡±.
Hace dos a?os que Europa no mueve un dedo por nosotros y eso envalentona cada d¨ªa a IsraelRaji Sourani, abogado palestino y defensor de los derechos humanos
En un caf¨¦ de Madrid, tras varios d¨ªas de encuentros con autoridades, sindicatos y grupos de solidaridad, este abogado, con 40 a?os de lucha por los derechos humanos a la espalda, rumia su decepci¨®n y lidia con la ansiedad que le provoca estar fuera de la Franja, donde Israel bloquea los accesos por tierra, aire y mar desde 2007, cuando el enclave palestino pas¨® a estar gobernado por el movimiento islamista Ham¨¢s. ¡°No es que no me guste la vida, la libertad y pasear, pero no me siento bien cuando estoy lejos. Mi lugar est¨¢ all¨¢¡±, admite.
¡°Nos hemos convertido en una tierra de mendigos. Los j¨®venes son la inmensa mayor¨ªa de nuestra poblaci¨®n, pero hay una generaci¨®n entera que vive totalmente desconectada del mundo exterior. Al aislamiento, el desempleo, la falta de muchos bienes y servicios se suma ahora lo que est¨¢ pasando en Cisjordania, que puede llevar a Ham¨¢s a la confrontaci¨®n¡±, advierte. Sourani se refiere a los violentos incidentes y redadas registrados en estos d¨ªas en el norte de Cisjordania, donde ultranacionalistas mataron a un palestino e incendiaron decenas de sus casas y veh¨ªculos en la localidad de Huwara, en represalia por la muerte de dos israel¨ªes en un ataque, y al deceso de 11 palestinos en una incursi¨®n militar en la ciudad de Nablus.
¡°Creo que estamos en v¨ªsperas de una gran explosi¨®n, de una confrontaci¨®n masiva, en la que Gaza tambi¨¦n prender¨¢ fuego. Ojal¨¢ me equivoque, rezo para que as¨ª sea, pero se est¨¢ llevando al l¨ªmite a la gente. Hay quienes piensan que Qatar y Egipto van a lograr controlar a Gaza con amenazas, con dinero... pero se equivocan¡±, insiste. Seg¨²n Sourani, el nuevo Gobierno israel¨ª, el m¨¢s ultraderechista de la historia del pa¨ªs, ¡°hace m¨¢s o menos lo que hac¨ªan los precedentes, pero a diferencia de estos, s¨ª lo dice abiertamente: hablan sin tapujos de anexionar Cisjordania, de arrasar pueblos... Y eso averg¨¹enza a los pa¨ªses occidentales, pero tampoco hacen gran cosa¡±. ¡°La realidad es que est¨¢ muriendo gente cada d¨ªa. Y si Israel sigue empujando y empujando contra la pared a palestinos que sienten que no tienen nada que perder. ?De verdad creemos que estas personas morir¨¢n en silencio?¡±
Sourani, recientemente galardonado con el premio internacional de la Asociaci¨®n Pro Derechos Humanos de Espa?a, ha conocido las c¨¢rceles israel¨ªes y tambi¨¦n las palestinas, ha estado o est¨¢ en la lista negra de Egipto, de Israel y de Ham¨¢s y ha sido criticado por la Autoridad Palestina, el Gobierno del presidente Mahmud Abbas, por hablar sin pelos en la lengua contra quien haga falta.
Su organizaci¨®n, en la que trabajan 60 personas, la mayor¨ªa en Gaza, atiende a v¨ªctimas del conflicto con Israel (heridos en ofensivas o en protestas ante la barrera de separaci¨®n), a enfermos de la Franja que morir¨¢n si no reciben un permiso israel¨ª para salir y recibir tratamiento en otro hospital palestino con mayor infraestructura, y a mujeres v¨ªctimas de maltrato o que se quieren divorciar. ¡°Cada d¨ªa trabajamos m¨¢s y cada d¨ªa nos cuesta m¨¢s inyectar esperanza¡±, admite. Su fotograf¨ªa personal de Gaza es demoledora. ¡°Siempre parece que hemos tocado fondo, pero siempre se puede estar un poco peor¡±, lamenta.
Creo que estamos en v¨ªsperas de una gran explosi¨®n, de una confrontaci¨®n masiva, en la que Gaza tambi¨¦n prender¨¢ fuegoRaji Sourani, abogado palestino y defensor de los derechos humanos
V¨ªctimas de segunda
En sus reuniones con representantes del Gobierno les ha reprochado amargamente la abstenci¨®n de Espa?a a finales del a?o pasado en la votaci¨®n de una resoluci¨®n de la ONU, finalmente aprobada, en la que se ped¨ªa a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que se pronunciara sobre la legalidad de los m¨¢s de 55 a?os de ocupaci¨®n israel¨ª. Seg¨²n Sourani, la respuesta del Gobierno a sus cr¨ªticas ¡°han sido palabras huecas¡±. ¡°Queremos hechos. Los palestinos somos ocupados de segunda divisi¨®n. Hace dos a?os que Europa no mueve un dedo por nosotros y eso envalentona cada d¨ªa a Israel. ?Te imaginas si una d¨¦cima parte de los cr¨ªmenes israel¨ªes los cometieran los palestinos? ?Cu¨¢l ser¨ªa la reacci¨®n internacional entonces?¡±, se pregunta este letrado, que ha formado parte de la Comisi¨®n Internacional de Juristas y de la Federaci¨®n Internacional por los Derechos Humanos (FIDH) y ha recibido premios como el Robert F. Kennedy a los Derechos Humanos y el Right Livelihood, conocido como el Nobel alternativo.
Sourani critica el ¡°doble rasero¡± que Europa utiliza a la hora de entender e interpretar la ley humanitaria internacional y las reglas de la guerra, algo que se ha puesto de manifiesto con la guerra en Ucrania. ¡°Se est¨¢ seleccionando y politizando la dignidad de la gente, se est¨¢ diciendo que unos merecen justicia y otros no tanto¡±, acusa.
¡°Yo creo que los ucranios necesitan toda la ayuda posible, que Rusia debe ser objeto de sanciones, pero lo que no se puede hacer es apoyar el derecho a la autodeterminaci¨®n de Ucrania con declaraciones, investigaciones, dinero y armas y no decir nada contra la ocupaci¨®n israel¨ª. Esta selectividad es muy muy peligrosa¡±, prosigue.
En 2021, el Tribunal Penal Internacional (TPI) anunci¨® la apertura de una investigaci¨®n por cr¨ªmenes de guerra cometidos en Palestina a partir de junio de 2014 que implica a Israel y a las milicias de la franja de Gaza, encabezadas por Ham¨¢s. La decisi¨®n, criticada por el Gobierno de Israel, que rechaza la jurisdicci¨®n de los jueces de La Haya, fue recibida con esperanza por los palestinos. Pero en los ¨²ltimos dos a?os, desde que Karim Khan se convirti¨® en fiscal del organismo, ¡°creo que nada se ha movido un mil¨ªmetro. Ojal¨¢ me equivoque. Ellos dicen que est¨¢n trabajando y avanzando y yo les digo: ¡®Miren, somos abogados, estamos all¨¢, documentando, conocemos los hechos, las v¨ªctimas y los testigos. Sabemos todo, d¨ªgannos qu¨¦ necesitan¡¯. Pero nada¡±, asegura.
¡°Finalmente, todo esto nos motiva m¨¢s porque no nos vamos a rendir. Estamos en el lado bueno de la historia, defendiendo una causa justa y terminar¨¢n pagando por nuestro sufrimiento porque han ido demasiado lejos y s¨¦ que no estamos solos. Hay una solidaridad mundial con Palestina¡±, afirma.
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