Jos¨¦ Antonio Alonso, economista: ¡°Las pol¨ªticas p¨²blicas tienen un sesgo anti infantil¡±
El experto en cooperaci¨®n al desarrollo presenta su libro ¡®El futuro que habita entre nosotros¡¯ en el que desgrana las causas y consecuencias de la pobreza que afecta a los ni?os. Opina que no se toman medidas contundentes porque los menores no tienen influencia ni voto
El doctor en Ciencias Econ¨®micas y catedr¨¢tico en la Universidad Complutense de Madrid, experto en cooperaci¨®n al desarrollo, Jos¨¦ Antonio Alonso (1953), recibi¨® un encargo de su ¡°viejo amigo¡± Jos¨¦ Luis Garc¨ªa Delgado: que dictase tres clases magistrales sobre pobreza infantil en la C¨¢tedra Econom¨ªa y Sociedad, en la Fundaci¨®n laCaixa. Alonso acept¨® la invitaci¨®n e imparti¨® las conferencias en septiembre de 2021. Pero no par¨® de investigar un tema que, pese a su dilatada experiencia en el sector del desarrollo ¡ªha sido miembro del Comit¨¦ de Pol¨ªticas de Desarrollo de la ONU y miembro del Comit¨¦ Asesor de la Fundaci¨®n Bill y Melinda Gates en Europa, entre otros¡ª apenas hab¨ªa ocupado su agenda.
De sus indagaciones ha nacido su ¨²ltimo t¨ªtulo, El futuro que habita entre nosotros (Galixia Gutenberg), que ha presentado este martes en la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional (AECID), acompa?ado de autoridades en la materia como Carmen Gayo, directora del Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil o Jos¨¦ Mar¨ªa Vera, director de Unicef Espa?a. Durante la redacci¨®n de su libro, Alonso descubri¨® que ¡°las pol¨ªticas p¨²blicas tienen un sesgo anti infantil que no se corresponde con el discurso¡±. En gran medida, opina, porque los ni?os no votan.
Pregunta. A pesar de su dilatada experiencia en cooperaci¨®n, ?qu¨¦ le ha sorprendido de su investigaci¨®n para escribir este libro?
Respuesta. Siempre decimos que la pobreza no es solo de ingresos, pero en realidad, los datos son b¨¢sicamente de ingresos. Hay una pobreza derivada de la vulneraci¨®n del derecho al afecto y la protecci¨®n. Hablo de los ni?os abandonados, sin un entorno de protecci¨®n y tutela, sin ese n¨²cleo de afecto que es necesario para el desarrollo de la persona. Lo segundo que no me hab¨ªa planteado es el tema de la voz y la representaci¨®n de los menores. Me empec¨¦ a encontrar con que las pol¨ªticas p¨²blicas tienen un sesgo anti infantil que no se corresponde con el discurso.
P. En el libro hace un recorrido por la pobreza infantil en la historia. ?Cu¨¢l es la fotograf¨ªa actual?
R. A pesar del progreso durante el ¨²ltimo periodo, los datos de pobreza infantil han mejorado poco. Ha ca¨ªdo fundamentalmente porque China e India, que ten¨ªan vol¨²menes muy elevados de poblaci¨®n bajo la l¨ªnea de pobreza, sacaron a buena parte de la poblaci¨®n de esa situaci¨®n. Pero seguimos encontrando que, de cada dos pobres en el mundo, uno es un menor. Y la pobreza infantil es mayor que la general. Esto pasa en el mundo en desarrollo y en la mayor¨ªa de los pa¨ªses de la OCDE. Los pa¨ªses en lo que no se da este fen¨®meno son aquellos que han puesto en marcha pol¨ªticas sociales m¨¢s claramente dirigidas a combatir la pobreza infantil o a mejorar el bienestar de los menores.
La pobreza infantil, de alguna manera, lanza el gesto acusatorio m¨¢s que ning¨²n otro tipo de pobreza, no a quien la padece, sino al resto de la sociedad
P. El Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil calcula que este problema le cuesta a Espa?a m¨¢s de 63.000 millones de euros al a?o y que m¨¢s inversi¨®n en combatirla, reducir¨ªa ese coste. ?Solo por esto nos deber¨ªa importar m¨¢s atajarla?
R. Nos debe importar porque no es una pobreza m¨¢s. Genera efectos que son duraderos en el tiempo y condiciona las vidas futuras de las personas. Hay otra raz¨®n moral, de responsabilidad social. La pobreza infantil, de alguna manera, lanza el gesto acusatorio m¨¢s que ning¨²n otro tipo de pobreza, no a quien la padece, sino al resto de la sociedad, porque tenemos la obligaci¨®n de su tutela y protecci¨®n, y estamos incumpliendo. Hay, adem¨¢s, una pr¨¢ctica. La lucha contra la pobreza infantil es la mejor inversi¨®n en t¨¦rminos de rentabilidad social. No solo nos permite crecer, sino tambi¨¦n eludir costes en t¨¦rminos de salud, violencia, delincuencia, etc¨¦tera y, en definitiva, construir una sociedad m¨¢s pr¨®spera. Consentir la pobreza infantil no solo es una forma de injusticia, sino que adem¨¢s es una forma de idiotez colectiva.
P. Sin embargo, defiende que los ni?os no solo nos deben importar por el adulto que van a ser.
R. Cuando reflexion¨¦ sobre el t¨ªtulo, ten¨ªa una duda: muchas veces se habla de la infancia sin otorgarle valor a lo que los ni?os son, sino pensando en lo que van a ser como potencia. Y no quisiera trasladar esa idea. No creo que haya que combatir la pobreza infantil porque eso en el futuro nos sit¨²a mejor. Hay que combatirla porque la est¨¢n padeciendo en estos momentos y les incapacita para tener una vida feliz. Es importante no ver solamente en la infancia la potencia del adulto que va a ser. Los ni?os tienen aspiraciones vitales e ilusiones.
P. ?Cree que hay una visi¨®n paternalista?
R. La tendencia es recaer en un paternalismo que deber¨ªamos desechar. Una cosa es que reconozcamos que tenemos una responsabilidad especial con los menores y otra pensar que ellos no saben lo que quieren hacer y ni siquiera consultarles. Hay que considerar al menor no solo como un sujeto de protecci¨®n, sino como un ser capaz de incidir sobre la realidad que le afecta. Pero hay mucha hipocres¨ªa, precisamente porque la infancia genera consensos d¨¦biles. Nadie est¨¢ en contra de que apoye a la infancia, pero eso no se traduce de manera efectiva en las pol¨ªticas. La mayor parte de los pa¨ªses est¨¢n permanentemente consiguiendo mayores logros para los adultos que para menores. Est¨¢ muy claro que es porque los adultos votan e influyen y los menores no.
Hay que combatir la pobreza infantil porque la est¨¢n padeciendo en estos momentos y les incapacita para tener una vida feliz
P. ?Los menores deber¨ªan votar?
R. No tengo una opini¨®n clara, pero creo que lo debemos discutir. Tendr¨ªamos que abrir este debate, que en Espa?a no se da como en Estados Unidos y en los pa¨ªses n¨®rdicos. Una opci¨®n es que un menor que expresamente lo solicite pueda ejercer su voto. El hecho de que solicite votar implica ya una cierta madurez, muestra que le preocupa lo que est¨¢ pasando. Est¨¢ la alternativa de rebajar la edad hasta los 16, pero no s¨¦ si una frontera temporal definida es el mejor modo de resolver el problema.
P. ?C¨®mo contribuir¨ªa eso a reducir la pobreza?
R. Habr¨ªa una mayor preocupaci¨®n de los partidos pol¨ªticos por los intereses de los menores. Las pol¨ªticas p¨²blicas se construyen a base de presiones de los distintos colectivos por imponer sus intereses. Que los menores pudieran ejercer esa presi¨®n activa ayudar¨ªa a que la pol¨ªtica les diese mayor relevancia. Hoy su ¨²nico modo de influir en la pol¨ªtica p¨²blica es a trav¨¦s de los padres, pero ah¨ª hay mucha mediaci¨®n. Ayudar¨ªa a enriquecer la vida democr¨¢tica, a formar ciudadanos porque desde muy peque?itos estar¨ªan preocupados por expresar su opini¨®n, y construir¨ªa pol¨ªticas p¨²blicas m¨¢s equilibradas. Entiendo que genera muchos problemas y tiene muchos inconvenientes que habr¨ªa que estudiar.
Nadie est¨¢ en contra de que apoye a la infancia, pero eso no se traduce de manera efectiva en las pol¨ªticas
P. ?Qu¨¦ lecciones pueden aprender de China e India los pa¨ªses de ?frica subsahariana, donde se concentra hoy el problema?
R. Que el empleo es un primer pilar para combatir la pobreza infantil. Una de las razones por las que Espa?a tiene una mayor incidencia de pobreza infantil que el resto de Europa es porque las tasas de desempleo y la inestabilidad laboral son muy superiores. El pleno empleo en trabajos formales aprovisiona a las familias con rentas. Es una v¨ªa que China us¨® activamente. Es un mecanismo que los pa¨ªses en desarrollo de ?frica debieran aprender. En muchas ocasiones, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial e incluso los donantes les anima a modelos de crecimiento m¨¢s orientados a ventajas competitivas en los mercados internacionales que a la generaci¨®n de una masa de iniciativas de emprendimiento del propio pa¨ªs. Eso deber¨ªa corregirse.
P. El rostro de la pobreza en el mundo es de ni?a africana, ?la lucha contra la pobreza infantil tiene que tener perspectiva de g¨¦nero?
R. La perspectiva de g¨¦nero es b¨¢sica y hay que incorporarla desde el diagn¨®stico. Si uno observa los datos de trabajo infantil, aproximadamente el 60% son ni?os. Pero la realidad es que no se cuenta el trabajo dom¨¦stico, el que hace la ni?a dentro del hogar. Es importante visibilizar a la ni?a porque en muchos casos simplemente no aparece las estad¨ªsticas.
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