El 0,7% de ayuda al desarrollo es posible... en los ayuntamientos
Varias localidades espa?olas dedican montos de su presupuesto a la cooperaci¨®n internacional que superan con creces la media nacional. En plena campa?a electoral, aseguran que esta solidaridad local y descentralizada no tiene color pol¨ªtico

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En la terraza del Zacar¨ªas, el bar ¡°de toda la vida¡± de Miguelturra, en medio del vaiv¨¦n de croquetas y cervezas, los vecinos presumen sin falsa modestia de dos cosas: los carnavales y el esp¨ªritu solidario de esta localidad de Ciudad Real de 15.000 habitantes. Y ambas parecen intocables. El monto dedicado a cooperaci¨®n internacional ni siquiera mengu¨® en 2009, cuando la cooperativa agr¨ªcola local Tierra de Calatrava se declar¨® insolvente y puso en la cuerda floja las finanzas del Ayuntamiento y las de unos 2.000 vecinos, que han tardado a?os en recuperar su dinero.
¡°Va en el ADN de Miguelturra. Somos gente sensibilizada y movilizada desde hace tiempo. La cooperaci¨®n se gest¨® gracias a un importante tejido asociativo y a la participaci¨®n ciudadana. El porcentaje que dedicamos ha ido creciendo y ahora estamos en el 0,59%. Esperamos llegar al 0,7% el a?o que viene¡±, dice Mar¨ªa Velasco, concejala de Bienestar Social y Cooperaci¨®n Internacional.
Hace 30 a?os, acampadas y manifestaciones masivas exigieron que se dedicara a ayuda al desarrollo el 0,7% de la renta nacional bruta. ¡°?0,7% ya!¡±, era la banda sonora de estas movilizaciones. Pero no sucedi¨®. Espa?a logr¨® llegar al 0,46% en 2009, roz¨® el 0,3% en 2022 y la nueva ley de cooperaci¨®n aprobada este a?o prev¨¦ alcanzar el 0,7% en 2030. Sin embargo, un pu?ado de municipios est¨¢ muy por encima de la media nacional, asume desde hace a?os en sus presupuestos un compromiso financiero importante y sensibiliza a la poblaci¨®n. Es la llamada cooperaci¨®n descentralizada, impulsada por gobiernos locales y comunidades aut¨®nomas para ¡°hacer frente a desaf¨ªos globales¡± y que tiene como protagonista a ¡°la ciudadan¨ªa, sujeto activo de las pol¨ªticas p¨²blicas y actor clave para la construcci¨®n de soluciones¡±, resume la Coordinadora de organizaciones para el desarrollo.
El consenso es absoluto y no depende para nada del color pol¨ªticoJulen Aranguren, t¨¦cnico de cooperaci¨®n en Zarautz
Miguelturra es una de estas localidades cuya solidaridad despunta. ¡°Cuando me llamaron para esta entrevista no entend¨ª. ?Somos un caso especial? Aqu¨ª lo vivimos de manera tan natural que no nos damos cuenta¡±, se pregunta Estrella Rojas, t¨¦cnica de cooperaci¨®n en el Ayuntamiento, liderado por socialistas en los ¨²ltimos 30 a?os. En los a?os noventa, en el fulgor de la campa?a por el 0,7%, Rojas y Rom¨¢n Rivero, primer alcalde elegido tras el franquismo, quisieron que esta cooperaci¨®n impulsada por los ciudadanos echara ra¨ªces en la agenda municipal, una iniciativa pionera en Castilla-La Mancha.
¡°Fue un movimiento precioso. Empezamos en 1995 con dos millones de pesetas (unos 12.000 euros). Financiamos, por ejemplo, la construcci¨®n de unos talleres para mujeres en la Amazonia peruana, donde viv¨ªa un sacerdote del pueblo. Era una manera de controlar que el dinero se usaba bien. Al principio ten¨ªamos muy pocos fondos y no public¨¢bamos ni siquiera convocatorias para seleccionar proyectos¡±, recuerda Rojas.
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M¨¢s all¨¢ de los partidos pol¨ªticos
La historia se repite a cientos de kil¨®metros. En Zarautz, ciudad guipuzcoana de 23.000 habitantes gobernada por el Partido Nacionalista Vasco (PNV) en coalici¨®n con el Partido Socialista, o en La Garriga, en la provincia de Barcelona, cuya alcaldesa pertenece a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Estos dos ayuntamientos llevan a?os superando el 0,7% de su presupuesto dedicado a ayuda internacional al desarrollo, animados por organizaciones y cooperantes locales que implicaron a los vecinos en proyectos concretos y crearon una ola de solidaridad que se mantiene independientemente de qui¨¦n sea el alcalde.
¡°El consenso es absoluto y no depende para nada del color pol¨ªtico. En Zarautz tenemos una tradici¨®n importante de solidaridad y hemos hecho el esfuerzo de explicar y de mostrar a los ciudadanos qu¨¦ estamos financiando con este presupuesto. Por ejemplo, el D¨ªa Mundial de los Derechos Humanos cada ONG presenta sus proyectos en la televisi¨®n local¡±, dice Julen Aranguren, t¨¦cnico de cooperaci¨®n en el Ayuntamiento.
Va en el ADN de Miguelturra. Somos gente sensibilizada y movilizada desde hace tiempo.Mar¨ªa Velasco, concejala de Cooperaci¨®n Internacional
Euskadi aport¨® en 2022 un 0,38% de su prespuesto a ayuda al desarrollo y es la comunidad aut¨®noma que m¨¢s se acerca al 0,7%, seg¨²n los datos de la Coordinadora de ONG. En Zarautz, se ha previsto un 0,72% dedicado a la cooperaci¨®n internacional en el presupuesto de 2023. La localidad super¨® la barrera del 0,7% en 2010, cuando gobernaba Eusko Alkartasuna (EA) con el PNV, retrocedi¨® levemente entre 2012 y 2017 y desde 2018 se ha mantenido de nuevo por encima de esta meta.
En La Garriga presumen de no haber bajado del 0,7% en ayuda al desarrollo desde hace a?os. ¡°Ni en los peores a?os de crisis. Ahora estamos en el 0,85% y queremos llegar al 1% r¨¢pidamente¡±, explica Joan Antoni Padr¨®s, profesor y miembro del Consejo de Cooperaci¨®n. Este ¨®rgano, existente en numerosos ayuntamientos, est¨¢ formado por un miembro de los partidos pol¨ªticos representados en el consistorio y de las ONG implantadas en la localidad y es el encargado de recibir las propuestas y orientar a las autoridades.
En los ¨²ltimos 20 a?os, el Ayuntamiento de La Garriga ha estado dirigido por ERC, el Partido Socialista Catal¨¢n (PSC), Convergencia y ahora de nuevo por ERC y ¡°todos los alcaldes han mantenido el nivel de ayuda¡±, resalta Padr¨®s. ¡°Si no supiera qui¨¦n es qui¨¦n realmente me costar¨ªa asociar a las personas con una ideolog¨ªa porque en las reuniones del Consejo todos tienen claro que la cooperacion es una prioridad¡±, agrega.
El ¡°gusanillo¡± de la cooperaci¨®n
En los ¨²ltimos 30 a?os, la alcald¨ªa de Miguelturra siempre ha estado en manos socialistas. En este momento, Laura Arriaga gobierna en coalici¨®n con IU-Podemos. ¡°La cooperaci¨®n no es un tema que genere enfrentamiento con la oposici¨®n, no ha pasado factura pol¨ªtica ni tampoco genera debate en la calle. No nos hace falta convencer al ciudadano¡±, asegura la alcaldesa.
Sus palabras son corroboradas por Luis Ram¨®n Moh¨ªno, candidato a alcalde por el Partido Popular (PP). ¡°Si ganamos las elecciones, lo vamos a seguir haciendo igual. Queremos llegar cuanto antes al 0,7%. En este pueblo tenemos el gusanillo de la cooperacion y estamos orgullosos de la solidaridad de los vecinos. Nosotros, los pol¨ªticos, somos simplemente canalizadores de ese deseo ciudadano de ayudar¡±, explica.

Pero en estas elecciones y por primera vez, en Miguelturra hay una candidatura de Vox. El aspirante a alcalde de la formaci¨®n, Juli¨¢n Margot¨®n, incluye el impulso del carnaval en su programa, pero no menciona la cooperaci¨®n. ¡°?Si en el PP tuvi¨¦ramos que pactar con Vox para gobernar? Hay l¨ªneas rojas y esta podr¨ªa ser una. Hay cosas que no son negociables¡±, garantiza Moh¨ªno.
El candidato de Vox tambi¨¦n toma el verm¨² en el bar del pueblo. Sin controlar la risa, el camarero le pone en la mesa publicidad electoral de otros partidos cuando le sirve la consumici¨®n. ¡°No sabemos d¨®nde va todo el dinero de la cooperaci¨®n, no hay transparencia, no tenemos informaci¨®n¡±, acusa Margot¨®n. ¡°Si soy alcalde veremos, decidiremos en funci¨®n de la seriedad de las ONG, pero est¨¢ claro que aqu¨ª tambi¨¦n hay gente que pasa muchas necesidades¡±, avisa. Vox fue la ¨²nica fuerza parlamentaria que no vot¨® a favor de la nueva ley de cooperaci¨®n el pasado febrero.
¡°La derecha no va a ganar nunca en Miguelturra¡±, zanja desde una mesa vecina Goyo, panadero de la localidad, arropado por el gesto de aprobaci¨®n de los dos amigos con los que toma cerveza. Los tres creen que esa tradici¨®n de solidaridad es positiva y recuerdan que en las calles del pueblo hace a?os pasean ni?os saharauis, refugiados afganos y ucranios y migrantes del Sahel. ¡°Mi familia acogi¨® de manera permanente a una ni?a saharaui, que vino varios veranos y finalmente se instal¨®¡±, afirma el panadero. ¡°Pero s¨ª habr¨ªa que vigilar m¨¢s que no haya personas que se aprovechen de nuestra generosidad¡±, matizan los tres vecinos, refir¨¦ndose a programas sociales destinados a familias de escasos recursos de Miguelturra.
Presionar localmente
En los ¨²ltimos a?os, desde Miguelturra se han financiado desde letrinas en Togo hasta desayunos para los ni?os de una peque?a escuela en Guatemala, pasando por la rehabilitacion de aldeas ecuatorianas afectadas por un vertido de petr¨®leo de Repsol. Todo concreto y con resultados evaluables. ¡°Damos un m¨¢ximo de 10.000 euros a cada proyecto porque queremos distribuir los fondos de manera justa y democr¨¢tica¡±, explica Rojas. Este a?o, la localidad dedica a cooperaci¨®n 66.000 euros y un 10% de este monto se consagra a la sensibilizaci¨®n de sus habitantes mediante actividades en colegios, actos culturales, charlas o proyecci¨®n de pel¨ªculas.
¡°Hay que empezar desde el principio: los ni?os. Que integren la solidaridad y objetivos de desarrollo como el hambre cero de la misma manera que han entendido que hay que cerrar el grifo cuando se lavan los dientes¡±, asegura Velasco.
Para Paco Matas, de la ONG Solidaridad Manchega (Solman), ¡°la solidaridad en Miguelturra tiene un sustento social que en otros lugares no se siente¡±. ¡°No ha reposado nunca sobre una sola persona, sino que hay organizaciones fuertes. Tal vez por eso en otros lugares la ayuda ha menguado cuando un responsable p¨²blico se marcha y aqu¨ª no¡±, opina.
En Zarautz se aprobaron en 2022 siete proyectos en diferentes lugares del mundo. Uno de ellos, por ejemplo, para la inclusi¨®n laboral de mujeres v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero en Cochabamba (Bolivia). Adem¨¢s, la localidad vasca tambi¨¦n forma parte de la cooperaci¨®n descentralizada orquestada por el Euskal Fondoa, una instancia supramunicipal en la que participan m¨¢s de 100 ayuntamientos y que apoya proyectos en diferentes pa¨ªses. ¡°Nosotros hemos participado en proyectos en Nicaragua, en la ciudad de Somoto, porque aqu¨ª en el pueblo hay un colectivo importante de nicarag¨¹enses. Es una manera de entrar en iniciativas de mayor envergadura, pero sigue siendo entre ayuntamientos y la contraparte siempre es un municipio¡±, explica.
Desde La Garriga se financian actualmente proyectos en M¨¦xico, Lesbos (Grecia) y L¨ªbano y, gracias al Fons Catal¨¤ de Cooperaci¨®, una instancia similar al fondo vasco, tambi¨¦n se apoyan iniciativas en Marruecos, porque en la localidad vive una comunidad importante oriunda de este pa¨ªs.
¡°Creo que localmente se puede presionar m¨¢s. En Barcelona o Madrid es m¨¢s dificil, pero en La Garriga somos menos de 20.000 habitantes y un grupo de gente organizada tiene m¨¢s capacidad para hacerse o¨ªr¡±, concluye Padr¨®s.
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