Ir como voluntario a ?frica, abrazar ni?os y colgar la foto en Instagram. No, gracias

Cada a?o, cuando se acerca el verano, Vicente Baeza, coordinador de movilizaci¨®n social y comunicaci¨®n de la ONG Movimiento por la Paz (MPDL) tiene la impresi¨®n de recibir el mismo correo electr¨®nico: ¡°Hola, soy una persona que siempre ha sido sensible ante la pobreza. Me encantar¨ªa ir a pintar, arreglar casas o dar clases a ni?os... A veces hasta te ponen el lugar al que quieren ir: Cuba, por ejemplo. Y uno piensa, pero ?qu¨¦ desconocimiento!¡±.

Ser voluntario en el extranjero durante el verano genera tanto entusiasmo en los aspirantes como reticencias en muchas ONG y receptores de ayuda. Dedicar su tiempo a los dem¨¢s es ¡°siempre loable¡±, subrayan las organizaciones, pero no todo vale. Por ejemplo, ¡°no vale pensar que vamos a pagarles unas vacaciones¡±, zanja Be?at Mart¨ªnez, t¨¦cnico de la Direcci¨®n de Juventud del Gobierno Vasco, desde donde se env¨ªa cada verano durante tres meses (julio, agosto y septiembre) unos 100 cooperantes de entre 22 y 30 a?os a diferentes lugares del mundo gracias al programa Juventud Vasca Cooperante.

Tampoco vale la imagen de una persona famosa abrazando a ni?os africanos o rodeada de ind¨ªgenas de la Amazonia difundida en las redes sociales. ¡°No juzgamos a nadie, no decimos que est¨¦ bien o mal, pero nosotros huimos de eso y tratamos de detectarlo r¨¢pido porque estamos peleando por dignificar situaciones y personas y con estas im¨¢genes creemos que no se logra¡±, considera Baeza.

Por ello, y aunque a¨²n es posible cumplir el sue?o de ser voluntario durante las vacaciones de verano, las ONG, grandes y peque?as, aumentan los filtros y profesionalizan la cooperaci¨®n para limitar el llamado turismo solidario. Un tiempo m¨ªnimo de permanencia en el lugar, una formaci¨®n espec¨ªfica, vinculaci¨®n con el trabajo humanitario, cartas de motivaci¨®n, entrevistas y reuniones de voluntarios potenciales durante un fin de semana en una misma casa forman parte de los procesos de selecci¨®n de las organizaciones.

Creo que hoy en d¨ªa el concepto de voluntario incluye a muy poca gente sin experiencia. Eso de las vacaciones solidarias, de gente de buen coraz¨®n que se va un mes, cada vez existe menos

Jos¨¦ F¨¦lix Hoyo, m¨¦dico voluntario

¡°Creo que hoy en d¨ªa el concepto de voluntario incluye a muy poca gente sin experiencia. Eso de las vacaciones solidarias, de gente de buen coraz¨®n que se va un mes, cada vez existe menos. No digo que en su justa medida no pueda estar bien, pero la realidad es que el trabajo de las ONG se ha profesionalizado mucho y adem¨¢s, cada vez trabajan m¨¢s con personal local¡±, opina Jos¨¦ F¨¦lix Hoyo, m¨¦dico de Urgencias del hospital universitario de M¨®stoles y voluntario desde hace 25 a?os en M¨¦dicos del Mundo.

Su primera misi¨®n fue a Am¨¦rica Central en 1998, tras el hurac¨¢n Mitch y casi ha perdido la cuenta de las que han seguido, todas en sus vacaciones o gracias a permisos. ¡°No vamos a hacernos fotos. Est¨¢ claro que la imagen de una persona famosa en ?frica tiene mucha visibilidad, pero a nosotros nos parece criticable usar una imagen de negros ¡®salvados¡¯ por los abrazos de los blancos cuando lo que queremos es acompa?ar a esas personas para que se labren un futuro, en este caso, en el ¨¢mbito de la salud¡±, insiste.

Ninguna de las ONG consultadas para este art¨ªculo pone reglas a sus voluntarios en el uso de las redes sociales, pero s¨ª les insisten en el respeto a las personas con las que van a convivir, en que hay una legislaci¨®n que protege a los ni?os y en la necesidad de aprovechar la oportunidad para integrarse en la realidad que les va a rodear varios meses. ¡°Y a veces la realidad hace el resto. Por ejemplo, en muchos lugares ni siquiera hay una buena conexi¨®n para estar tuiteando o publicando fotos¡±, afirma Be?at Mart¨ªnez.

Volver con una mirada diferente

¡°Llevaba tiempo buscando una experiencia as¨ª. Mi balance es muy positivo y me gustar¨ªa volver a hacer algo similar en el futuro. Creo que cualquiera que tenga ganas y actitud puede encontrar un proyecto que se adec¨²e a lo que ¨¦l o ella puede ofrecer. Hay filtros de selecci¨®n y eso est¨¢ bien¡±, explica Manex Garaio, inform¨¢tico vasco de 30 a?os, que estuvo en Per¨² el a?o pasado con la organizaci¨®n Ayuda en Acci¨®n para desarrollar dos aplicaciones para cooperativas locales.

Mart¨ªnez resalta que el objetivo del programa vasco de voluntariado es sensibilizar a los j¨®venes y por ello no eligen necesariamente a personas vinculadas ya con la cooperaci¨®n. ¡°Preseleccionamos a 200, es decir, el doble de los voluntarios que finalmente ir¨¢n y los juntamos en un albergue un fin de semana. All¨¢, el comit¨¦ de selecci¨®n va viendo c¨®mo es la convivencia, los caracteres, las dificultades y aptitudes. Despu¨¦s de esos dos d¨ªas, lo tenemos mucho m¨¢s claro¡±, explica el responsable.

Es muy importante trabajar las expectativas de los voluntarios y decirles que no van a acabar con el hambre ni con los conflictos

Vicente Baeza, MPDL

A Leire ?lvarez Gracia acaban de comunicarle que pasar¨¢ tres meses con el Foro Rural Mundial en El Salvador. ¡°Voy a ayudar a una asociaci¨®n que se dedica a la agricultura familiar y local a constituirse como ONG. Estoy muy motivada, s¨¦ que va a ser una experiencia humanamente buena y que me dar¨¢ experiencia para poder ejercer en terreno en un futuro¡±, afirma la joven vasca, que estudia un m¨¢ster de cooperaci¨®n al desarrollo.

La ONG PSE Por la Sonrisa de un Ni?o, que trabaja en la educaci¨®n y formaci¨®n de m¨¢s de 6.000 ni?os y j¨®venes que viven en la extrema pobreza en Camboya, env¨ªa desde hace 20 a?os durante un mes voluntarios de Espa?a, Francia y Reino Unido con un objetivo muy preciso: prestar apoyo escolar a 3.000 ni?os que corren el riesgo de no volver a las aulas tras las vacaciones estivales, en las que regresan a sus entornos, a menudo complicados y conflictivos. ¡°Nuestro programa tiene una finalidad muy concreta y a nosotros nos funciona porque hemos logrado reducir el abandono escolar. Y los voluntarios regresan con una mirada diferente hacia el mundo¡±, explica Pablo Alonso, coordinador de la ONG en Espa?a.

El responsable coincide que el proceso de selecci¨®n permite identificar r¨¢pidamente a las personas que buscan un reconocimiento en redes sociales, quieren irse de vacaciones o simplemente conocer a gente de su edad. ¡°Al final nos encontramos con un grupo de personas concienciadas y serias. Por ejemplo, nosotros pusimos un m¨ªnimo de edad de 19 a?os porque pensamos que cuando un joven cumple 18, puede intentar primero un voluntariado en Espa?a, donde tambi¨¦n hay mucho que hacer, y luego ya pensar en salir a otro pa¨ªs¡±, explica.

Un ingrediente m¨¢s

La Fundaci¨®n CINDE, que apoya en El Salvador programas educativos para ni?os que vienen de ambientes de violencia y exclusi¨®n, lleva a?os enviando voluntarios para periodos cortos. ¡°Apoyan a maestras, trabajan en la cocina de las escuelas, hacen los deberes de matem¨¢ticas o ingl¨¦s con los ni?os, prestan apoyo administrativo... Nuestro balance es muy positivo¡±, explica Cristina Incl¨¢n, coordinadora del programa de voluntariado internacional de la entidad. ¡°Fue muy enriquecedor, me choc¨® lo que vi y me supo a poco. El viaje me sirvi¨® desde el punto de vista humanitario y tambi¨¦n profesional porque hice fotograf¨ªas con las que organic¨¦ mi primera exposici¨®n¡±, explica Claudia Vi?as, de 26 a?os, que fue voluntaria con esta entidad.

En la Fundaci¨®n Pablo Horstmann, con hospitales y escuelas en Kenia y Etiop¨ªa, organizan voluntariados de m¨ªnimo dos meses para m¨¦dicos y enfermeras especializados en pediatr¨ªa y neonatolog¨ªa. En 15 a?os han enviado m¨¢s de 500 profesionales para estas misiones cortas y han formado a otros tantos sanitarios locales. ¡°En nuestro caso, el turismo solidario es raro porque buscamos un perfil profesional muy espec¨ªfico que necesitamos para que el proyecto siga. Nos escribe gente para ir poco tiempo, pero sabemos que es m¨¢s dif¨ªcil que su trabajo tenga un impacto. Finalmente, los responsables somos nosotros, las ONG, para encauzar las ayudas, para lograr que la solidaridad funcione y genere impacto¡±, explica Bel¨¦n Manrique, responsable de comunicaci¨®n.

Los responsables somos nosotros, las ONG, para encauzar las ayudas, para lograr que la solidaridad funcione y genere impacto

Bel¨¦n Manrique, Fundaci¨®n Pablo Horstmann

Las grandes ONG cubren el desplazamiento y los gastos de hospedaje y manutenci¨®n del voluntario, adem¨¢s de un seguro. En las m¨¢s peque?as, la persona debe financiarse el viaje y a menudo se exige un seguro de viaje complementario. En todos los casos, la formaci¨®n previa, de mayor o menor duraci¨®n, sobre el pa¨ªs al que van, la ONG y el proyecto en el que participar¨¢n, es indispensable.

¡°Para nosotros es muy importante trabajar las expectativas de los voluntarios y decirles que no van a acabar con el hambre ni con los conflictos. Tambi¨¦n hay que subrayar que no van a un puesto de trabajo, van a aderezar. Yo suelo decir que son como un ingrediente m¨¢s de un plato, que da calidad y aporta, pero no son el ingrediente principal¡±, compara Baeza.

MPDL enviar¨¢ este a?o 17 voluntarios, la mayor¨ªa de ellos sin vinculaci¨®n con el mundo humanitario, para misiones de nueve meses en diferentes pa¨ªses, ya que han comprobado que pasar uno o dos meses en un proyecto no bastan para impregnarse ni para lograr contribuir sustancialmente.

¡°El fin de todo esto es la transformaci¨®n, que los voluntarios regresen, aporten algo y den a conocer las causas de la situaci¨®n que les ha tocado vivir. Por ejemplo, nosotros hemos enviado una persona a Jordania a trabajar con refugiadas y formarlas en el uso de las redes sociales. Cuando ella a su vuelta cuente c¨®mo viven en los campos y qu¨¦ problemas tienen tendr¨¢ mucho m¨¢s valor que si lo digo yo¡±, concluye Baeza.

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