Amitav Ghosh: ¡°La historia de la nuez moscada es la historia de la maldici¨®n de los recursos¡±
El escritor indio establece en su nuevo ensayo un paralelismo entre el descubrimiento y comercializaci¨®n de esta especia y la actual crisis clim¨¢tica que, seg¨²n afirma, comenz¨® tras ¡°el descubrimiento de Am¨¦rica¡±
?Qu¨¦ importancia puede tener en el siglo XXI la historia de algo tan asequible e insignificante como la nuez moscada? Y, sin embargo, esta especia y el devenir de la poblaci¨®n que la vio nacer, la de los habitantes de las islas Banda, 10 peque?as islas volc¨¢nicas que forman parte del archipi¨¦lago de Las Molucas (Indonesia), sirven para explicar el origen de la actual crisis clim¨¢tica, seg¨²n sostiene el escritor y antrop¨®logo indio Amitav Ghosh (Calculta, 67 a?os). Porque el expolio de los recursos naturales hasta el extremo de poner en peligro la existencia del planeta ¡°no es nuevo, sino que tiene su origen en el colonialismo occidental¡± que comenz¨® tras el ¡°descubrimiento de Am¨¦rica¡±, explica Gosh en el libro que acaba de publicar en espa?ol, La maldici¨®n de la nuez moscada (Capitan Swing, 2023), un ensayo en el que establece un paralelismo entre la historia de este condimento y ¡°la de nuestro tiempo¡±.
¡°Los bandaneses ten¨ªan este maravilloso y milagroso ¨¢rbol como consecuencia de la ecolog¨ªa volc¨¢nica, y durante mucho tiempo les trajo prosperidad, hasta que se convirti¨® en la causa de su exterminio¡± en el siglo XVII, cuenta Ghosh durante una entrevista por videollamada con este diario. Y a?ade: ¡°M¨¢s del 90% de la poblaci¨®n del archipi¨¦lago fue asesinada, capturada o esclavizada¡± por ¨®rdenes del imperio holand¨¦s ¡ªel boticario Portugu¨¦s Tom¨¦ Pires dej¨® escrito en su Suma Oriental (1515) que la poblaci¨®n del archipi¨¦lago era de entre 2.500 y 3.000 personas¡ª.
El fin de la masacre era controlar y dominar el comercio de la nuez moscada, pero, sobre todo, enriquecerse, concluye el escritor. Hoy en d¨ªa un bote de nuez moscada molida de unos 60 gramos cuesta en un supermercado espa?ol menos de tres euros, en funci¨®n de las marcas. Sin embargo, ¡°en el siglo XV, un pu?ado de esta especia o de macis, la c¨¢scara de la nuez moscada, a¨²n m¨¢s valiosa, te permit¨ªa comprar una casa en la mayor parte de las ciudades europeas y hasta un barco¡±, afirma. Este extractivismo sin freno es, seg¨²n el Ghosh, el mismo que hoy en d¨ªa provoca la actual crisis clim¨¢tica.
¡°No es ning¨²n secreto que el valor del comercio asi¨¢tico impuls¨® los viajes de los grandes exploradores, como Crist¨®bal Col¨®n, Vasco de Gama o Fernando Magallanes¡±, recuerda Ghosh. ¡°Y su plan era, precisamente, encontrar las islas de las especias¡±, a?ade. El resultado de dominar el negocio de la nuez moscada, subraya el antrop¨®logo, proporcion¨® al imperio holand¨¦s enormes ganancias. ¡°El r¨¦dito a veces ascend¨ªa al 400% de lo invertido en el viaje¡±, detalla.
Las especias del pasado son ¡°el petr¨®leo o el gas natural de nuestro tiempo¡±
Por ello, el destino de las islas Banda, un lugar que una vez fue pr¨®spero y paradis¨ªaco hasta que su poblaci¨®n fue aniquilada, ¡°es la historia de la maldici¨®n de los recursos y sirve de modelo para el presente¡±, ya que las especias del pasado son ¡°el petr¨®leo o el gas natural de nuestro tiempo¡±. ¡°Para los bandaneses, los paisajes de sus islas eran lugares habitables entrelazados con la vida humana, no era tierra, sino Tierra [en may¨²sculas]¡±, describe Ghosh. Pero para los holandeses, ¡°los ¨¢rboles, los volcanes y los paisajes de las Banda no significaban m¨¢s que un recurso explotable para obtener ganancias¡±. ¡°Tampoco exist¨ªa para los holandeses una conexi¨®n intr¨ªnseca entre los bandaneses y el paisaje que habitaban: sencillamente pod¨ªan sustituirse por trabajadores y gerentes que transformar¨ªan las islas en una factor¨ªa de nuez moscada¡±.
Esa concepci¨®n, la de eliminar a la poblaci¨®n local de las islas Banda para apoderarse de sus recursos, ¡°pudo ser concebida porque se hab¨ªa hecho antes en Am¨¦rica¡±, recuerda el antrop¨®logo. ¡°Los espa?oles lo estaban haciendo, los portugueses lo estaban haciendo y esto se convirti¨® en el patr¨®n europeo de c¨®mo interactuar con las personas en cualquier lugar¡±, un modo de operar que, seg¨²n el escritor, el imperio holand¨¦s conoc¨ªa bien ¡°porque uno de sus ejes, Nueva ?msterdam, que hoy en d¨ªa es Nueva York, se encontraba en Norte Am¨¦rica¡±.
La esclavitud que alimenta el capitalismo
De esta violencia, surge lo que el escritor denomina como ¡°el m¨¢s asombroso proyecto demogr¨¢fico llevado nunca a cabo¡± que, en ¨²ltima instancia, ¡°permitir¨ªa el nacimiento del capitalismo¡±. Seg¨²n Ghosh, ese proyecto consisti¨® en ¡°eliminar a la poblaci¨®n de un continente [Am¨¦rica] para reemplazarla, por una parte, por blancos europeos como jefes y, por otra, por africanos y nativos americanos esclavizados como fuerza de trabajo¡±. ¡°El capitalismo fue esencialmente posible por la esclavitud, especialmente en Am¨¦rica del Norte, porque hoy est¨¢ demostrado que muchas de las t¨¦cnicas que despu¨¦s se usaron para fabricar coches en cadena fueron inventadas primero en las plantaciones¡±, afirma. Y esas t¨¦cnicas se aplicaron despu¨¦s a las Banda.
Para los holandeses, ¡°los ¨¢rboles, los volcanes y los paisajes de las Banda no significaban m¨¢s que un recurso explotable para obtener ganancias¡±
De hecho, seg¨²n Ghosh, la mayor¨ªa de los fil¨®sofos brit¨¢nicos del siglo XVII defendieron ideas que conectan con la esclavitud, como el pol¨ªtico brit¨¢nico Francis Bacon, que concibi¨® precisamente la idea de que ¡°hay que torturar a la naturaleza para extraer sus mercanc¨ªas¡±, un concepto ¡°todav¨ªa hoy muy presente¡±, critica Ghosh.
Pero m¨¢s a¨²n, en su An Advertisement Touching an Holy War (Anuncio concerniente a una guerra santa), escrito en torno al momento de la masacre de las Banda, Bacon expuso los motivos por los que consideraba l¨ªcito que los europeos cristianos pusieran fin a la existencia de ciertos grupos. En concreto, explica el escritor, porque ¡°hay naciones proscritas y excomulgadas por las leyes naturales, pa¨ªses descarriados, que no son naciones como tal, sino que se asemejan m¨¢s bien a manadas y chusma¡±. Y esa conjunci¨®n de la explotaci¨®n de la tierra y de sus habitantes para beneficiarse de sus riquezas ¡°es lo que nos ha llevado hasta donde estamos¡±. ¡°Nada es nuevo¡±, lamenta.
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