Jos¨¦ Graziano da Silva: ¡°Hay familias que pasan hambre con ni?os obesos¡±
El ex director general de la FAO apuesta por las pol¨ªticas p¨²blicas para erradicar la inseguridad alimentaria y fomentar una dieta saludable
Jos¨¦ Graziano da Silva (Urbana, Estados Unidos, 74 a?os) tiene una receta contra el hambre: ¡°Pol¨ªticas p¨²blicas¡±. Ni la ¡°filantrop¨ªa¡± ni las ¡°ayudas de emergencia¡± pueden acabar con la inseguridad alimentaria en el mundo, afirma este agr¨®nomo y economista brasile?o durante una entrevista en Madrid, adonde ha viajado para participar este martes en un acto de La Casa Encendida sobre el hambre como cuesti¨®n pol¨ªtica. Ex director general de la Organizaci¨®n de la ONU para la Agricultura y la Alimentaci¨®n (FAO) entre 2012 y 2019, sabe bien que la intervenci¨®n estatal funciona. Fue el arquitecto en 2001 de Fome Zero (Hambre Cero, en portugu¨¦s), el programa que logr¨® sacar en Brasil a 41 millones de personas del umbral de la pobreza. Ahora, desde el instituto que lleva el mismo nombre, aconseja a otros pa¨ªses legislar contra el hambre y a favor de una alimentaci¨®n saludable. ¡°El a?o pasado nos visitaron 186 gobiernos¡±, presume.
Pregunta. ?Hay alimentos suficientes para toda la poblaci¨®n mundial?
Respuesta. A nivel global, tenemos suficientes reservas de cereales para alimentar a todo el mundo. Las de trigo bajar¨¢n un poco por las sequ¨ªas, pero, dividido per capita, sobra ma¨ªz, trigo, arroz o soja. Lo que pasa es que mucha gente no tiene acceso a estos productos por los precios. Pero las frutas, verduras y legumbres s¨ª son deficitarias.
P. Las cifras del hambre no consiguen retroceder a los niveles anteriores a la pandemia. ?En qu¨¦ situaci¨®n estamos?
R. La pandemia fue un desastre total. Pero en 2022 se sum¨® el impacto de la guerra en Ucrania, con el aumento del costo de los cereales en todo el mundo. Los ¨ªndices de precios de alimentos de la FAO se han disparado y son los mayores de la historia. Estamos cada vez peor.
P. ?Por qu¨¦ no mejoramos?
R. Existe una diferencia importante. El efecto de la pandemia estaba demarcado en el tiempo. Se investigaron las vacunas y la gente volvi¨® a sus ocupaciones. Pero no hay una vacuna para que la guerra termine.
En Gaza ocurre lo que ocurr¨ªa en Europa, en los tiempos de los castillos. Los enemigos los cercaban y utilizaban el hambre como t¨¢ctica de destrucci¨®n para vencer la resistencia
P. Y se suman nuevas guerras, como en Gaza o Sud¨¢n.
R. Lo que ocurre en Gaza es lo que ocurr¨ªa en Europa, en los tiempos de los castillos. Cuando hab¨ªa una invasi¨®n, la gente hu¨ªa del campo y se refugiaba dentro de los muros. Los enemigos los cercaban y utilizaban el hambre como t¨¢ctica de destrucci¨®n para vencer la resistencia.
P. ?frica es el lugar del mundo donde m¨¢s aumenta la inseguridad alimentaria. ?Por qu¨¦?
R. Seg¨²n la FAO, hay 58 pa¨ªses en situaci¨®n de emergencia alimentaria, sobre todo en ?frica y Oriente Medio. Y el problema aqu¨ª es que, aunque un productor tenga acceso a la tierra, no consigue alimentar a su familia porque no tiene agua. Con el cambio clim¨¢tico, la agricultura se convierte en una loter¨ªa.
Con el cambio clim¨¢tico, la agricultura se convierte en una loter¨ªa
P. ?La soluci¨®n deber¨ªa ser tecnol¨®gica?
R. El tema tecnol¨®gico hoy en d¨ªa est¨¢ resuelto y hay disponibilidad. Pero el tema es c¨®mo una familia rural africana accede a esta tecnolog¨ªa, c¨®mo la maneja si no tiene la capacidad t¨¦cnica ni el apoyo necesario. Cada vez va siendo m¨¢s complicado resolver el hambre por el lado tecnol¨®gico. Yo no creo que la soluci¨®n tecnol¨®gica sea una alternativa al hambre permanente en el mundo.
P. ?Cu¨¢l es la alternativa?
R. El tema ahora es m¨¢s complicado que cuando nosotros comenzamos a trabajar con el programa de Hambre Zero en Brasil. En aquella ¨¦poca, el hambre era b¨¢sicamente rural y una vacuna importante contra el hambre era aumentar la producci¨®n agr¨ªcola, sobre todo en zonas rurales. Si los peque?os productores pasaban hambre, pod¨ªas mejorar sus condiciones de vida y de trabajo. Hoy eso ya no es posible, porque la gente que tiene hambre est¨¢ en las grandes ciudades. El hambre rural solo contin¨²a en ?frica.
P. ?Ahora el hambre es urbana?
R. S¨ª, porque para salir de la extrema pobreza los pobres emigraron a la ciudad. Han dejado de ser productores y se han convertido en empleados. Pero en la ciudad, por ejemplo, no funcionan los programas de transferencia de dinero a las familias. Antes, en el campo, transfer¨ªas plata y pod¨ªas dedicarla a la alimentaci¨®n. En la ciudad a la plata se le da m¨¢s usos: el transporte, el alquiler, la educaci¨®n¡
P. ?Y qu¨¦ se puede hacer?
R. Estamos tratando de buscar otras formas. Por ejemplo, restaurantes populares, cantinas p¨²blicas o comedores comunitarios. Pero el hambre urbana tiene otra dimensi¨®n m¨¢s, porque no solo es hambre, sino mala nutrici¨®n. Nos enfrentamos a una epidemia de obesidad. Hay familias que pasan hambre con ni?os obesos por el consumo de productos procesados y ultraprocesados, con exceso de grasas, de az¨²cares o de sal.
Si un ni?o no come antes de ir a la escuela, no es culpa de la madre porque es una obligaci¨®n del Estado garantizar la alimentaci¨®n
P. ?C¨®mo se puede acabar con esto?
P. Aplicando pol¨ªticas p¨²blicas. Si seguimos con la idea de que combatir el hambre es un tema de filantrop¨ªa o de ayudas de emergencia, no vamos a ninguna parte. La alimentaci¨®n y en concreto, la alimentaci¨®n saludable, es un derecho. Si un ni?o no come antes de ir a la escuela, no es culpa de la madre porque es una obligaci¨®n del Estado garantizar la alimentaci¨®n. Convertir el hambre en un tema pol¨ªtico es acercarnos a la soluci¨®n.
P. ?Qu¨¦ pol¨ªticas p¨²blicas recomienda para lograr una alimentaci¨®n saludable?
R. En Chile, por ejemplo, hay una ley que obliga a etiquetar con grandes sellos de color negro el exceso de grasa, de sal o de az¨²car. Son sellos que alertan al consumidor y decodifican lo que est¨¢ en letra chica. Adem¨¢s, se ha prohibido la publicidad que atraiga a los ni?os a estos tipos de productos. Y no se comercializan en las cantinas escolares. Aqu¨ª [en Madrid] fui a un supermercado y me qued¨¦ impresionado de que justo a la entrada hab¨ªa tres g¨®ndolas con todos esos productos dirigidos a los ni?os. Si unos padres compran ah¨ª, es imposible no pasar por esas g¨®ndolas sin que los ni?os se sientan tentados.
P. ?Lo prohibir¨ªa?
R. S¨ª. Lo que hay que hacer es financiar los productos de mejor calidad. Por ejemplo, se pueden aumentar los impuestos a los productos que no son sanos y reinvertir ese dinero en fomentar el consumo de productos saludables. Algunos pa¨ªses lo est¨¢n haciendo¡ En definitiva, pol¨ªticas p¨²blicas.
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