Los beneficios de la migraci¨®n circular en Guatemala: un sue?o americano de ida y vuelta
Unos 9.000 guatemaltecos viajaron a EE UU con contratos de trabajo temporal en un a?o, una cantidad todav¨ªa ¨ªnfima comparada con los cientos de miles de deportados y detenidos por intentar cruzar de forma irregular la frontera
Desde su campo de moras, Arnoldo Chile mira el volc¨¢n de Agua con la serenidad de quien est¨¢ exactamente donde quiere estar. Tiene 33 a?os y todo lo que siempre ha so?ado: tierra propia y una casa que comparte con su esposa en la aldea El Rej¨®n de Sumpango, a una hora de Ciudad de Guatemala. Con una visa H-2A para trabajadores agr¨ªcolas en mano, para Arnoldo ha sido todo un vaiv¨¦n con Estados Unidos desde 2016. Cada a?o, est¨¢ ocho meses en California, donde trabaja en la log¨ªstica de una empresa agroalimentaria, y cuatro meses en Guatemala, donde se encarga del campo de moras comprado con sus remesas.
En la aldea Rancho Alegre, al otro lado de Sumpango, Roselia Canel mira por la ventana de su cuarto mientras borda un g¨¹ipil, pensando que pronto tendr¨¢ el dinero suficiente para construir un taller de moda en el terreno que acaba de comprar. En las afueras de la ciudad, Juan Pacache y su esposa echan abono a su plantaci¨®n de arveja china (guisante de nieve), mientras que, a 15 kil¨®metros de ah¨ª, en Santiago Sacatep¨¦quez, Vilma Lemus atiende a los ¨²ltimos clientes del d¨ªa en su tienda de fruta.
Los tres trabajaron como campesinos en floricultura en Dakota del Sur (Estados Unidos) durante unos meses de 2023. ¡°Ganaba alrededor de 4.000 d¨®lares al mes (unos 3.700 euros). Despu¨¦s de cuatro meses de trabajo, ahorr¨¦ suficiente para comprarme un terreno y ayudar a mi familia con los gastos cotidianos¡±, explica Canel. La modista est¨¢ convencida de que si logra regresar a Estados Unidos unas tres veces m¨¢s, podr¨¢ abrir su propio negocio de bordado.
Chile, Pacache, Canel y Lemus son algunos de los muchos centroamericanos que se ven obligados a emigrar a Estados Unidos por razones econ¨®micas, pero de los pocos que tuvieron la oportunidad de hacerlo de manera regular.
Chile explica que tuvo la suerte de viajar con una visa, sin necesidad de recurrir a un coyote (traficantes de personas), gracias a un programa de env¨ªo de trabajadores agr¨ªcolas temporales de la Cooperativa Cuatro Pinos. Seg¨²n el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, alrededor de 9.000 personas de Guatemala viajaron a EE UU con un contrato de trabajo temporal en 2022. De estos, 2.982 se fueron con la visa agr¨ªcola H-2A y 5.999 con la H-2B para trabajadores temporales no agr¨ªcolas, seleccionados por reclutadores privados o mediante el Programa de Movilidad Laboral del Ministerio de Trabajo de Guatemala.
Ganaba alrededor de 4.000 d¨®lares al mes (unos 3.700 euros). Despu¨¦s de cuatro meses de trabajo, ahorr¨¦ suficiente para comprarme un terreno y ayudar a mi familia con los gastos cotidianos¡±Roselia Canel, migrante guatemalteca
A pesar del aumento de las visas regulares temporales, esta tendencia a¨²n contrasta con los 55.302 deportados v¨ªa ¨¢rea desde EE UU, los 19.665 v¨ªa terrestre desde M¨¦xico y los 222.085 guatemaltecos detenidos en el intento de cruzar de forma irregular la frontera del pa¨ªs norteamericano solamente en 2023. Un coyote en promedio cobra 7.500 d¨®lares (casi 7.000 euros) a un migrante irregular por su traslado desde Guatemala hasta EE UU, la forma predominante de viajar a Norteam¨¦rica para un guatemalteco forzado a desplazarse por falta de empleo, inseguridad o persecuci¨®n.
El tr¨¢mite de una visa laboral temporal puede demorarse hasta 120 d¨ªas y obtenerla no es nada sencillo. Todo empieza cuando los empleadores en Estados Unidos solicitan al Departamento del Trabajo una certificaci¨®n laboral que demuestra la necesidad de contratar trabajadores temporales extranjeros debido a la falta de mano de obra local. Luego, el empleador hace una petici¨®n de trabajadores no migrantes y, si ning¨²n trabajador local se presenta para el puesto, comienza el proceso de selecci¨®n en el extranjero, a menudo con el apoyo de empresas o entidades reclutadoras. Una de ellas es Cierto Global, cuya directora, Johana Bustamante, explica que seleccionan mano de obra calificada a trav¨¦s de organizaciones de campesinos en Guatemala. ¡°Realizamos entrevistas y evaluamos las habilidades en recolecci¨®n de fresas o en el corte de arvejas, por ejemplo. Una vez que la empresa haya seleccionado a los trabajadores, iniciamos el tr¨¢mite de la visa¡±, aclara.
Las visas H2-A no tienen l¨ªmite. Las H2-B tiene un tope de 66.000 visas, ampliado en 2024 a otras 64.716 visas adicionales dirigidas principalmente a personas con experiencia previa con empresas estadounidenses. Esto dificulta la aceptaci¨®n de trabajadores en su primera experiencia. Adem¨¢s, hasta la fecha, EE UU ha acogido principalmente a trabajadores temporales mexicanos, a los que otorg¨® en 2022 el 91% de las visas concedidas, lo que reduce las oportunidades de contrataci¨®n para guatemaltecos y otros centroamericanos.
Los timos de los coyotes
¡°En 2008 mi hermana y yo escuchamos sobre un se?or que enviaba campesinos a Estados Unidos a cambio de 10.000 quetzales (casi 1.200 euros) por visa¡±, cuenta Vilma Lemus, de 45 a?os, mirando el suelo con tristeza. Vendi¨® el ¨²nico terreno que ten¨ªa para reunir el dinero, pero el coyote desapareci¨®. Lo perdi¨® todo. ¡°Por muchos a?os pens¨¦ en no marcharme, luego conoc¨ª a Cierto Global y volv¨ª a confiar en la posibilidad de viajar regularmente a Estados Unidos¡±, a?ade.
En marzo de 2023, Lemus se fue a plantar flores a una empresa estadounidense por una temporada. Solo tuvo que pagar 400 quetzales (48 euros) por el pasaporte. El billete a¨¦reo, la visa y el alojamiento fueron proporcionados por el empleador, algo normal en los reclutamientos de trabajadores agr¨ªcolas. Al regresar a casa, Lemus logr¨® pagar las deudas acumuladas y ayudar a mantener a sus tres hijos, una sobrina y su madre octogenaria. ¡°Hubo momentos que incluso no com¨ªamos. Gracias al dinero que he ganado en el extranjero, pude cubrir gastos b¨¢sicos y alquil¨¦ una tienda donde vendo vegetales, fruta y trajes t¨ªpicos¡±, cuenta Lemus.
Entre los reclutadores reconocidos por el Ministerio de Trabajo de Guatemala se encuentra la Cooperativa agr¨ªcola Cuatro Pinos, que implementa desde 2016 un programa de migraci¨®n regular exclusivo para familiares de socios. Vanessa Garc¨ªa, encargada de responsabilidad social de Cuatro Pinos, recalca que en el ¨²ltimo a?o han enviado a 150 trabajadores, quienes en conjunto enviaron un mill¨®n y medio de d¨®lares en remesas, invertidas en la producci¨®n aqu¨ª. ¡°La migraci¨®n temporal permite que no arriesguen la vida en el camino. No tienen que pagar la deuda al coyote y consiguen mantener los v¨ªnculos familiares porque regresan en pocos meses¡±, declara.
La migraci¨®n temporal permite que no arriesguen la vida en el camino. No tienen que pagar la deuda al coyote y consiguen mantener los v¨ªnculos familiares porque regresan en pocos meses¡±Vanessa Garc¨ªa, encargada de responsabilidad social de la Cooperativa agr¨ªcola Cuatro Pinos
Un migrante irregular suele vivir en el extranjero una media de 13,6 a?os antes de regresar a su hogar, con el riesgo de perder los lazos familiares y comunitarios. El desarraigo de estos migrantes contrasta con la experiencia de Juan Pacache, que en dos d¨¦cadas ha convivido con la migraci¨®n circular, primero hacia Canad¨¢ y ahora hacia Estados Unidos, sin perder el v¨ªnculo con su familia. ¡°Mi casa y mi cultivo de arveja china son el fruto de mis remesas¡±, dice Pacache. Presume de que despu¨¦s de su primer viaje, invirti¨® en la educaci¨®n de sus hijos. ¡°Ahora todos mis ahorros sirven para comprar tierra, fertilizantes, semillas y para contratar gente que trabaje conmigo¡±. Su prop¨®sito es reinvertir el dinero para beneficiar tambi¨¦n a los que no tuvieron la posibilidad de viajar.
En Guatemala, el env¨ªo de remesas aument¨® un 11,5% en los primeros ocho meses del 2023 en comparaci¨®n con el a?o anterior, representando casi el 19% del PIB. Seg¨²n el informe de Acci¨®n contra el Hambre Migraci¨®n regular temporal a Canad¨¢ y Estados Unidos, tanto los migrantes regulares como los irregulares env¨ªan remesas, pero los regulares lo hacen con m¨¢s frecuencia, con montos mensuales m¨¢s altos, adem¨¢s de regresar a su hogar con mayores ahorros y experiencia laboral.
En general, las mujeres son una minor¨ªa en los programas de empleo temporal agr¨ªcola. Los empleadores estadounidenses prefieren la mano de obra masculina y muchas veces carecen de viviendas exclusivas para ellas. ¡°Me siento afortunada por haber sido seleccionada el a?o pasado¡±, subraya Canel. Considera que han demostrado trabajar ¡°igual o m¨¢s r¨¢pido¡± que los hombres. ¡°Deber¨ªan darnos m¨¢s oportunidades de viajar, especialmente porque la migraci¨®n con el coyote es muy peligrosa para nosotras¡±, sentencia.
Mientras Canel espera la aprobaci¨®n de su visa para viajar nuevamente a Estados Unidos, Lemus y Pacache regresaron a Dakota del Sur en marzo de este a?o, donde se quedar¨¢n unos meses. Trabajan duro toda la semana. Por la noche llaman a sus familias, para compartir el d¨ªa. Aunque a veces se siente solos, la idea de regresar pronto y de mejorar la vida en su pa¨ªs de origen les llena de energ¨ªa. Pacache cree que las autoridades guatemaltecas deben considerar que la gente quiera irse a trabajar al extranjero. ¡°Tienen que facilitarnos el proceso de contrataci¨®n en Canad¨¢ y Estados Unidos, permitiendo a quienes deciden migrar hacerlo de forma regular. Queremos vivir aqu¨ª, en este pa¨ªs que estamos construyendo con nuestras remesas y pedimos que se respeten nuestros derechos como trabajadores migrantes¡±, concluye.
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