Millones de vacunas contra la covid-19 caducadas en ?frica: el legado de la lucha feroz por la inmunizaci¨®n durante la pandemia
Las dosis llegaron tarde y mal al continente, cuando la poblaci¨®n ya no las consideraba necesarias y con vidas ¨²tiles cortas. Tres a?os despu¨¦s, caducan por millones ante la ca¨ªda de la demanda
El desarrollo de las vacunas contra la covid-19 en un tiempo r¨¦cord fue un ¡°triunfo de la ciencia y el ingenio humano¡±, como dijo en 2021 Ant¨®nio Guterres, secretario general de la ONU. Marcaron el inicio del fin de la pandemia, pero tambi¨¦n fueron espejo de las diferencias entre los pa¨ªses pobres y ricos. Al continente africano llegaron tarde, cuando la poblaci¨®n ya no las consideraba tan necesarias, dando espacio a la desinformaci¨®n, y en ocasiones con vidas ¨²tiles cortas que dificultaban su administraci¨®n y generaban recelos. Tres a?os despu¨¦s de las primeras campa?as masivas, estas vacunas han pasado de protagonizar la carreras por conseguir m¨¢s y m¨¢s r¨¢pido al olvido, con millones de dosis caducando en los almacenes de pa¨ªses de medio mundo.
En ?frica sin embargo, las primeras noticias de vacunas abocadas a la destrucci¨®n llegaron mucho antes, al poco de empezar a recibirlas. En abril de 2021, Sud¨¢n del Sur inmoviliz¨® 59.000 dosis que hab¨ªa recibido pocas semanas antes y que hab¨ªan caducado, de acuerdo con Reuters. Ese mismo mes, la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo (RDC) devolvi¨® a Covax ¡ªla plataforma para el acceso equitativo a la vacuna liderada por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, la ONU y la Alianza para las Vacunas (GAVI), el consorcio internacional que busca mejorar el acceso a la inmunizaci¨®n¡ª en torno a 1,3 millones de dosis que no iban a poder administrar a tiempo para ser redistribuidas.
¡°No queremos que la gente piense que nos estamos contentando con cualquier cosa que nos llega, incluso si est¨¢ caducada¡±, dijo el presidente de Malaui, Lazarus Chakwera, en una entrevista con la CNN despu¨¦s de que el pa¨ªs quemase m¨¢s de 19.600 dosis en mayo de 2021. Meses despu¨¦s, una c¨¢mara de Reuters captaba c¨®mo un cami¨®n dejaba caer un mill¨®n de dosis de AstraZeneca en un basurero de Abuya, la capital de Nigeria. Detr¨¢s de estos titulares y las bajas estad¨ªsticas de vacunaci¨®n hab¨ªa una serie de factores relacionados con el acceso desigual a estos recursos. ¡°Muchos pa¨ªses de esta regi¨®n fueron dejados atr¨¢s en t¨¦rminos de suministro¡±, dice por videollamada Richard Mihigo, entonces coordinador del Programa de Inmunizaci¨®n y Desarrollo de Vacunas de la Oficina Regional para ?frica de la OMS y, desde abril de 2022, director de Entrega, Coordinaci¨®n e Integraci¨®n de Vacunas covid de Covax en GAVI. ¡°Todos recordamos el problema con el acaparamiento de vacunas¡±, dice.
Durante la pandemia, una vez superado, con el apoyo de fondos p¨²blicos, el desaf¨ªo de desarrollar una vacuna en tiempo r¨¦cord, toc¨® repartirla. Las naciones ricas tuvieron mayor capacidad de negociaci¨®n y compra con las farmac¨¦uticas, y accedieron a ellas de manera preferente en cantidad y tiempo. ¡°Despu¨¦s de que se alcanzara un nivel alto de cobertura en Europa y la mayor¨ªa de los pa¨ªses de altos ingresos, comenz¨® a haber algo de despliegue en ?frica¡±, recuerda al otro lado de la pantalla Amadou Alpha Sall, director general del Instituto Pasteur de Dakar. Para entonces, la percepci¨®n del riesgo era menor. ¡°Las personas no ten¨ªan la sensaci¨®n de que deb¨ªan vacunarse, lo que result¨® ser un problema en c¨®mo la gente aceptaba la vacunaci¨®n¡±, comenta.
Cuando Europa dej¨® de administrar AstraZeneca, ten¨ªan muchas dosis y no sab¨ªan qu¨¦ hacer con ellas, as¨ª que las vertieron en ?frica cerca de su fecha de caducidadMohga Kamal-Yanni, responsable de pol¨ªticas de The People¡¯s Vaccine
El retraso tambi¨¦n dio espacio a la desinformaci¨®n y a las preocupaciones sobre sus efectos. ¡°Para cuando estuvieron disponibles, no hab¨ªa ese gran deseo de pon¨¦rselas. Y la gente fue culpada por ello¡±, dice por tel¨¦fono Mohga Kamal-Yanni, responsable de pol¨ªticas de The People¡¯s Vaccine, una coalici¨®n de organizaciones que busca un acceso equitativo a los recursos m¨¦dicos que ayuden a prevenir y responder a la covid-19 y pandemias futuras.
El principal canal por el que el continente accedi¨® a las vacunas fue Covax, responsable del 60% de las dosis recibidas. Este programa tambi¨¦n ofrec¨ªa apoyo log¨ªstico y para la aplicaci¨®n, y se nutr¨ªa de fondos aportados por pa¨ªses ricos y donaciones en especie. Otro 26% se consigui¨® con acuerdos bilaterales y un 12% a trav¨¦s del Equipo de Trabajo Africano para la Adquisici¨®n de Vacunas, seg¨²n la OMS. Las desarrolladas por Johnson & Johnson fueron las m¨¢s administradas en el continente (37%), seguidas por las de Pfizer-BioNTech (20%), Sinopharm (13%) y AstraZeneca (12%).
Tan importante era cu¨¢ntas y cu¨¢les llegaban como en qu¨¦ condiciones. Las naciones desarrolladas donaron excedentes, vacunas que compraron de m¨¢s o que descartaron al dar prioridad a unas, principalmente las de ARN mensajero (Pfizer-BioNTech y Moderna), sobre otras. ¡°Cuando Europa dej¨® de administrar AstraZeneca, ten¨ªan muchas dosis y no sab¨ªan qu¨¦ hacer con ellas, as¨ª que las vertieron en ?frica cerca de su fecha de caducidad¡±, cuenta como ejemplo Kamal-Yanni. ¡°Los pa¨ªses ten¨ªan mucha dificultad para conseguir vacunas y aceptaban todas las dosis disponibles. Y vimos muchas situaciones en las que los pa¨ªses recib¨ªan donaciones con una vida ¨²til muy corta, a veces de cuatro a seis semanas¡±, dice Mihigo.
La situaci¨®n lleg¨® a forzar una declaraci¨®n conjunta del Fondo Africano de Adquisici¨®n de Vacunas, los Centros Africanos para el Control y Prevenci¨®n de Enfermedades (Africa CDC) y Covax sobre estas donaciones a finales de noviembre de 2021: ¡°La mayor¨ªa de las donaciones hasta la fecha han sido ad hoc, con poca antelaci¨®n y con una vida ¨²til corta¡±, advirtieron. ¡°Esto ha hecho que a los pa¨ªses les resulte extremadamente dif¨ªcil planificar campa?as de vacunaci¨®n¡±. Para lograr una mayor cobertura y que las donaciones fuesen una fuente sostenible, establecieron unos est¨¢ndares sobre aspectos como cantidad, predictibilidad y caducidad.
Falta de demanda
En un informe hecho p¨²blico a inicios de a?o, el auditor general de Uganda, John F. S. Muwanga, escribi¨® que m¨¢s de 5,6 millones de dosis, casi la mitad de las almacenadas en el pa¨ªs y con un valor de unos 6,7 millones de euros, hab¨ªan alcanzado su fecha l¨ªmite. ¡°Hay m¨¢s vacunas covid caducadas en varios centros de salud en el pa¨ªs, y la p¨¦rdida total combinada el pr¨®ximo a?o se estima en 300.000 millones de chelines (72 millones de euros)¡±, detalla. ¡°Hace algunos a?os, la covid era un gran problema. Sin embargo, la demanda de vacunas es ahora cero. Ya no recibimos ning¨²n pedido¡±, explic¨® en la televisi¨®n p¨²blica ugandesa Moses Kamabare, director general de los Almacenes M¨¦dicos Nacionales, la organizaci¨®n gubernamental encargada de obtener, almacenar y distribuir medicinas y suministros m¨¦dicos a centros sanitarios p¨²blicos.
Entre los meses de marzo de 2021 y 2022, se pusieron m¨¢s de 10.500 millones de vacunas en todo el mundo; en el mismo periodo, entre 2022 y 2023, la cifra descendi¨® a unos 2.500 millones y, un a?o m¨¢s tarde, a casi 253 millones, seg¨²n los datos recopilados y procesados por Our World in Data. Uganda sigui¨® tambi¨¦n un patr¨®n descendente: en los 12 meses anteriores a agosto de 2022, el pa¨ªs administr¨® alrededor de 23,6 millones de dosis; en los nueve meses siguientes, 1,65 millones. En los seis meses que preceden al ¨²ltimo d¨ªa con datos disponibles, el 28 de mayo de 2023, las inoculaciones se redujeron a casi 172.000.
Hay que enfatizar que se espera un cierto nivel de vencimientos en todos los programas de vacunas con el fin de tener dosis disponibles en caso de necesidadGAVI, la Alianza para las Vacunas
¡°Es importante enfatizar que se espera un cierto nivel de vencimientos en todos los programas de vacunas con el fin de tener dosis disponibles en caso de necesidad¡±, comentan fuentes de GAVI por correo electr¨®nico. Este umbral se eleva en el caso de las pandemias, explican, por aspectos desconocidos al principio y que van evolucionando, como la epidemiolog¨ªa, las recomendaciones de abordaje o las existencias. ¡°Los factores en constante cambio y la necesidad de un suministro suficiente para responder a cambios futuros significan que siempre es mejor estimar dosis ¡®demasiado altas¡¯ y tener suficientes disponibles que ¡®demasiado bajas¡¯ e insuficientes¡±, a?aden.
Hasta el 30 de julio de 2023, fecha de la ¨²ltima actualizaci¨®n, algo menos de 26 millones de vacunas hab¨ªan caducado en el continente africano y alrededor de 15,4 millones estaban en riesgo de correr la misma suerte, seg¨²n el panel de vacunaci¨®n de la OMS. Argelia estaba a la cabeza, con m¨¢s de 9,6 millones descartadas. Senegal, Madagascar y la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo reportaron alrededor de 1,7 millones cada uno, y Mozambique y Kenia, 1,4 y 1,3 millones, respectivamente. Las vacunas vencidas y las que estaban a punto de hacerlo supon¨ªan entonces alrededor del 3,7% de los 1.114 millones recibidos (de las que el 78% han sido inoculadas), muy por debajo del umbral de desperdicio del 10% asumido por la OMS.
Pero tampoco es un fen¨®meno exclusivo del continente africano. Al menos 215 millones de dosis compradas por los Veintisiete hab¨ªan sido desechadas hasta diciembre de 2023, seg¨²n un an¨¢lisis de Pol¨ªtico, con los 83 millones de Alemania a la cabeza y 0,7 de media por habitante. Alrededor de 82 millones de dosis acabaron en la basura en Estados Unidos entre diciembre de 2020 y marzo de 2022, de acuerdo con la NBC. Hace un a?o, el ministro de Sanidad de Singapur asegur¨® que el 15% de las dosis solicitadas hab¨ªan caducado: ¡°En los pr¨®ximos meses es probable que ascienda hasta cerca del 25%¡±, asever¨®.
El escenario actual y completo es dif¨ªcil de establecer debido a la antig¨¹edad de los datos y los vac¨ªos de informaci¨®n: ¡°La mayor¨ªa de los pa¨ªses con ingresos altos tampoco comunican estos datos¡±, dicen en GAVI. La herramienta de la OMS no incluye, por ejemplo, los algo m¨¢s de 27,5 millones de vacunas cuya destrucci¨®n confirm¨® en septiembre el ministro de Sanidad de Sud¨¢frica, Joseph Phaahla. ¡°Esto es el 39% de todas las dosis que hemos adquirido, e incluye las donadas y compradas¡±, asegur¨®. Seg¨²n el ministro, el pa¨ªs recibi¨® unos 70,5 millones de dosis, algo que contrasta con los entre 41 y 42 millones que recogen la OMS y Africa CDC.
?Y si ma?ana hubiese otra pandemia?
Actualmente, y desde finales de 2021, se negocia bajo el amparo de la OMS un acuerdo multilateral para reforzar la prevenci¨®n, preparaci¨®n y respuesta a futuras pandemias. Las negociaciones han estado marcadas por las posiciones encontradas entre naciones de altos y bajos ingresos en torno a la financiaci¨®n, el acceso a pat¨®genos y a los beneficios que de ellos se generen (medicinas, diagn¨®sticos¡) y la propiedad intelectual, entre otros aspectos. ¡°Los pa¨ªses en desarrollo est¨¢n presionando para que se adopten medidas de equidad. Y realmente quieren una equidad real, no solo de palabra¡±, dice Kamal-Yanni. ¡°Aunque instamos a alcanzar un consenso antes de mayo, tambi¨¦n pedimos acabar con una victoria para ?frica¡±, se?al¨® en un art¨ªculo Jean Kaseya, director de Africa CDC, a mediados de marzo.
Kaseya mencionaba el compromiso de los l¨ªderes africanos de producir regionalmente el 60% de las vacunas en 2040. En el escenario actual, m¨¢s del 99% proviene del exterior. ¡°El hecho de que tengamos un planteamiento de autosuficiencia, es decir, que en toda ?frica nos aseguremos de que tenemos capacidad suficiente para abastecernos si se produce una pandemia, es realmente la ¨²nica manera de evitar la situaci¨®n anterior¡±, dice el director del Instituto Pasteur de Dakar. El continente ha impulsado diferentes iniciativas para alcanzar esta meta. En 2021, Sud¨¢frica, con el respaldo de la OMS, estableci¨® un programa para desentra?ar la ¡°receta¡± de las vacunas de ARN mensajero y compartir el conocimiento y la tecnolog¨ªa con productores locales. Recientemente, GAVI ha dado luz verde a un mecanismo de aceleraci¨®n, dotado con 1.000 millones de d¨®lares, para ayudar a paliar los altos costes iniciales que conlleva la producci¨®n. ¡°Esperamos que podamos incentivar a algunos pa¨ªses de la regi¨®n a poner en marcha infraestructuras m¨¢s s¨®lidas que puedan servir de palanca en caso de alg¨²n brote o pandemia importante en el futuro¡±, dice Mihigo.
¡°Es importante ser capaz de centrarse no solo en la fabricaci¨®n, sino tambi¨¦n poder desarrollar la vacuna, formar a la gente y elaborar una cadena de suministro¡±, comenta Sall. El instituto que dirige est¨¢ inmerso en el programa Madiba, ideado como una plataforma para abarcar estos aspectos. ¡°Al mismo tiempo que estamos construyendo instalaciones, estamos construyendo un centro de formaci¨®n para que la gente pueda producir e investigar¡±, dice. Tambi¨¦n est¨¢n poniendo en marcha un laboratorio para el desarrollo de vacunas, especialmente aquellas prioritarias en el continente, como las de la rub¨¦ola y el sarampi¨®n. Para que las iniciativas de producci¨®n local resulten en una mayor autonom¨ªa, reflexiona Kamal-Yanni, deben ser independientes del sector farmac¨¦utico de los pa¨ªses ricos.
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