Solo con un uso sostenible de los recursos se podr¨¢ acabar con la pobreza

Cada a?o conmemoramos, y cada vez m¨¢s temprano, el llamado Overshoot Day, o D¨ªa de la Sobrecapacidad o del Sobregiro de la Tierra. Es el d¨ªa en que el consumo y la demanda de recursos naturales por parte de la humanidad supera lo que nuestro planeta puede regenerar en un a?o. A nivel mundial, en 2023 ese d¨ªa fue el 2 de agosto. En el a?o 2000, era el 15 de septiembre. En 1971 era alrededor del 25 de diciembre. El resto del a?o, vivimos hipotecando los futuros recursos del planeta. Al ritmo actual de consumo, a nivel global, estar¨ªamos usando el equivalente a 1,7 planetas Tierra. Es la conclusi¨®n de la organizaci¨®n Global Footprint Network que, desde hace a?os, hace el seguimiento de nuestra huella ecol¨®gica.

La sostenibilidad ambiental ser¨ªa ese punto de equilibrio en el que nuestro ritmo de consumo de recursos naturales a lo largo de un a?o fuera equiparable con la biocapacidad de la Tierra de regenerar estos recursos y absorber nuestros desechos en ese mismo periodo de tiempo. Actualmente, ning¨²n pa¨ªs desarrollado cumple con este criterio de sostenibilidad. Por ejemplo, si todos los habitantes del planeta consumi¨¦ramos recursos al ritmo que lo hace Qatar, habr¨ªamos acabado con los recursos globales disponibles en un a?o en tan solo 42 d¨ªas... Es decir, ?necesitar¨ªamos los recursos de nueve planetas para satisfacer nuestra demanda!

Si todos los habitantes de la Tierra consumi¨¦ramos recursos al ritmo que lo hace Qatar, necesitar¨ªamos los recursos de nueve planetas para satisfacer nuestra demanda

El 11 de febrero fue el overshoot day de Qatar. Pero no hay que ir tan lejos: si todos consumi¨¦ramos al ritmo de Luxemburgo, los recursos del planeta se habr¨ªan acabado ?el 20 de febrero! Si miramos los d¨ªas de la sobrecapacidad de Dinamarca (16 de marzo), B¨¦lgica (23 de marzo), Holanda (1 de abril), Austria (7 de abril), Finlandia (12 de abril), Suecia (21 de abril), Alemania (2 de mayo) y Francia (7 de mayo), es razonable preguntarnos: ?es Europa sostenible en su estilo de vida y consumo? Espa?a, por ejemplo, no est¨¢ lejos de los niveles medios de consumo de la Uni¨®n Europea. Hoy, 20 de mayo, ha llegado a su overshoot day, lo que significa que consume el equivalente a 2,8 planetas al a?o.

Pero si adem¨¢s vinculamos el ritmo de consumo de cada pa¨ªs con el nivel de vida de su poblaci¨®n, medido en t¨¦rminos de ?ndice de Desarrollo Humano, la foto es m¨¢s alarmante todav¨ªa. Los pa¨ªses menos avanzados son al mismo tiempo los m¨¢s ambientalmente sostenibles porque su consumo de recursos est¨¢ por debajo de la biocapacidad de la Tierra para producir lo que necesitan. Sin embargo, su poblaci¨®n vive mayoritariamente en la pobreza, sin derechos b¨¢sicos garantizados para vivir con dignidad. En el otro extremo, los pa¨ªses enriquecidos, cuya poblaci¨®n tiene los mejores est¨¢ndares de nivel de vida, acceso a derechos y vida digna, son altamente insostenibles en su ritmo de consumo de recursos naturales.

Los ciudadanos europeos vivimos con un estilo de vida y un ritmo de consumo absolutamente insostenible en t¨¦rminos de recursos naturales

Europa es uno de los grandes consumidores de recursos naturales, muy por encima de la capacidad real del planeta de producir tantos recursos y al ritmo requerido. Esto implica que los ciudadanos europeos vivimos con un estilo de vida y un ritmo de consumo absolutamente insostenible en t¨¦rminos de recursos naturales. Asimismo, para mantener este ritmo, es necesario, s¨ª o s¨ª, quitar recursos a otros habitantes de otras latitudes. Solo es posible mantener nuestros niveles de vida y consumo a costa de hacernos con los recursos de otros pa¨ªses. ?frica, parte de Asia y Latinoam¨¦rica se convierten, una vez m¨¢s, en fuentes de recursos naturales, imprescindibles para garantizar el bienestar de los ciudadanos de los pa¨ªses altamente desarrollados... La poblaci¨®n europea no llega ni al 6% del total de la poblaci¨®n mundial.

?Es posible vivir de otra manera, basados en la econom¨ªa de la suficiencia o de las necesidades, y no en la econom¨ªa del crecimiento y del consumo sin l¨ªmite? ?Es ¨¦tico vivir con un estilo de vida y de consumo que requiere forzosamente de la apropiaci¨®n de los recursos necesarios para que personas de otras latitudes puedan vivir dignamente? ?Qu¨¦ tipo de comercio mundial y de econom¨ªa son necesarias y compatibles con un mundo socialmente justo y ambientalmente sostenible?

Podemos intentar responder a estas preguntas o ignorarlas, pero la realidad est¨¢ ah¨ª y nos interpela. Redes latinoamericanas como la Red Panamaz¨®nica o la Red Iglesias y Miner¨ªa, con las que trabaja Manos Unidas, nos recuerdan que ese modelo de desarrollo ¡ªcon sus normativas y sus pr¨¢cticas enmarcadas en el paradigma econ¨®mico del crecimiento ilimitado¡ª no hace m¨¢s que seguir expoliando los recursos naturales, provocando la destrucci¨®n de ecosistemas lejanos, contaminaci¨®n, deterioro ambiental, violaci¨®n de territorios ancestrales, de derechos humanos, de derechos colectivos de pueblos ind¨ªgenas... De este modo, se convierten en territorios de sacrificio, para que los del Norte podamos seguir haciendo la transici¨®n energ¨¦tica, verde, limpia y sostenible.

Construir sociedades justas, solidarias y sostenibles pasa por una revisi¨®n cr¨ªtica y transformadora de nuestros modelos de producci¨®n y consumo y de estilos de vida, tal como plante¨® la comunidad internacional en el Objetivo de Desarrollo sostenible (ODS) 12. Esto afecta a la econom¨ªa, al comercio y al tipo de relaci¨®n que establecemos con los pa¨ªses del Sur.

Para conseguir luchar contra el hambre y la pobreza tenemos que ser capaces de cuidar del medio ambiente y de los ecosistemas, as¨ª como de hacer un uso sostenible de los recursos disponibles. Eso nos deber¨ªa hacer reflexionar, movilizarnos y caminar hacia lo que queremos construir, como personas e instituciones. Solo podremos acabar con el hambre y la pobreza en el mundo si somos capaces de cuidar los recursos disponibles y preservar los ecosistemas, los cercanos y los lejanos, para garantizar una vida digna para todos, all¨ª donde est¨¦n.

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