La guerra en Sud¨¢n empuja a m¨¦dicos, ingenieros y estudiantes a arriesgar su vida en las minas de oro
El pa¨ªs africano es uno de los mayores productores de este metal precioso, que sale al extranjero de forma clandestina y en cuyas explotaciones artesanales han muerto al menos 172 personas en los ¨²ltimos dos a?os
Hamid Ali so?aba con formar una familia y criar a muchos hijos. Pero todo se hizo pedazos en septiembre cuando, apenas cinco meses despu¨¦s de su boda, muri¨® en el derrumbe de un pozo de una mina de oro en un peque?o pueblo al oeste de la ciudad de Dongola, en el norte de Sud¨¢n, junto a otros siete miembros de su familia. Ali ten¨ªa 27 a?os y su esposa estaba embarazada de cuatro meses.
¡°Mi hermano se gast¨® todos sus ahorros en la ceremonia de la boda en nuestra aldea en el oeste de Sud¨¢n¡±, dice a este diario Marwan Ali, de 29 a?os. Tanto Hamid como Marwan perdieron su trabajo en una f¨¢brica de jab¨®n en Jartum cuando estall¨® la guerra entre el ej¨¦rcito sudan¨¦s y las paramilitares Fuerzas de Apoyo R¨¢pido, en abril de 2023. Fue entonces cuando decidieron ir a trabajar a las minas de oro junto a sus primos.
¡°Todo nuestro pueblo estuvo en duelo. Los lamentos de las madres, esposas y hermanas se pod¨ªan escuchar en todas las casas¡±, describe Marwan, que justamente hab¨ªa salido del pozo para descansar cuando se produjo el derrumbe. ¡°Ninguno de ellos ten¨ªa m¨¢s de 30 a?os. No pudimos salvarlos¡±.
Alrededor de 172 personas que trabajaban en la miner¨ªa de oro artesanal murieron en Sud¨¢n entre 2022 y 2023
Las muertes de Ali y sus siete primos no son incidentes aislados. Seg¨²n datos suministrados a este diario por fuentes de la Compa?¨ªa Sudanesa de Recursos Minerales (SMRC, por sus siglas en ingl¨¦s), un brazo regulador gubernamental, alrededor de 172 personas que trabajaban en la miner¨ªa de oro artesanal murieron en Sud¨¢n entre 2022 y 2023. Este pa¨ªs es el tercer mayor productor de oro de ?frica y est¨¢ entre los 20 primeros del mundo. Es dif¨ªcil obtener datos fiables del Gobierno sudan¨¦s, pero las estimaciones oficiales afirman que el 80% del oro del pa¨ªs sale de contrabando al extranjero.
Seg¨²n cifras oficiales publicadas por Planeta Futuro el a?o pasado, en 2022 el pa¨ªs produjo 109 toneladas. Abdel Azim El-Mohl, profesor de econom¨ªa en la Universidad Al-Neelain de Jartum, estima que la miner¨ªa artesanal es responsable de entre el 80% y el 90% de la producci¨®n de oro de Sud¨¢n, lo que contribuye significativamente al desarrollo y la mejora de las comunidades locales.
Al otro lado de la balanza y seg¨²n el Fondo Monetario Internacional, la tasa de desempleo en Sud¨¢n aument¨® del 32,1% en 2022 al 47,2% en 2024. Y en este momento, unos 18 millones de sudaneses (es decir, casi el 40% de la poblaci¨®n) sufre niveles agudos de insuficiencia alimentaria, lo que puede convertir a este pa¨ªs del noreste de ?frica en el escenario de la ¡°mayor crisis de hambre¡±, seg¨²n el Programa Mundial de Alimentos (PMA). Estos datos explicar¨ªan las conclusiones de varios informes recientes, que han se?alado que el n¨²mero de mineros artesanales de oro en Sud¨¢n ha aumentado de dos a tres millones en el ¨²ltimo a?o.
La ¨²nica soluci¨®n es crear conciencia, brindar orientaci¨®n y distribuir herramientas de seguridad en los mercados minerosNizar Abdu, ge¨®logo
Un salvavidas y una amenaza
En los mercados de oro de la ciudad de Dongola, unos 15 hombres de entre 20 y 45 a?os narran las dif¨ªciles condiciones que los llevaron a las minas. Son estudiantes, m¨¦dicos, funcionarios, empleados del sector privado, ingenieros o profesores universitarios que perdieron sus empleos en Jartum y no ten¨ªan otra opci¨®n. Todos recuerdan haber sido testigos de derrumbes o haber tenido la suerte de sobrevivir a algunos accidentes de este tipo.
¡°Por codicia, los propietarios de minas cavan varios pozos en una sola l¨ªnea en terrenos planos, muy cerca unos de otros, a pesar de que deber¨ªan estar al menos a 100 metros de distancia. Esto pone en peligro nuestra seguridad¡±, dijo un minero que prefiri¨® permanecer en el anonimato. ¡°Hay perforaciones continuas, martilleos e incluso se usan explosivos, lo que provoca el colapso¡±, agreg¨®.
Para el director de la unidad de producci¨®n de SMRC, el ge¨®logo Nizar Abdu, los derrumbes se deben a que no se investiga o no se entiende la naturaleza de las rocas en las ¨¢reas donde se excavan los pozos. ¡°Estos pozos no est¨¢n reforzados con pilares de hormig¨®n¡±, dijo Abdu a este diario, agregando que el uso no supervisado de explosivos provoca enormes p¨¦rdidas humanas y productivas. ¡°Porque tambi¨¦n impiden que las empresas vuelvan a trabajar all¨ª, ya que retirar los escombros de los pozos es extremadamente costoso¡±, dijo.
Este experto insiste en que es dif¨ªcil hacer respetar las regulaciones que rigen la miner¨ªa tradicional. ¡°La ¨²nica soluci¨®n es crear conciencia, brindar orientaci¨®n y distribuir herramientas de seguridad en los mercados mineros¡±, dijo. El SMRC ha reconocido p¨²blicamente las deficiencias en materia de seguridad y la ha achacado a la forma de trabajar en la miner¨ªa tradicional, en zonas remotas y aisladas donde las comunicaciones son muy malas y el hospital m¨¢s cercano puede estar a hasta 300 kil¨®metros de distancia.
Pese a los riesgos, el elevado precio del oro, de unos 69 euros por gramo actualmente, y la elevada tasa de desempleo hacen que los j¨®venes sudaneses entren a las minas.
El elevado precio del oro, de unos 69 euros por gramo actualmente, y la elevada tasa de desempleo hacen que los j¨®venes sudaneses entren a las minas
Adem¨¢s de los derrumbes, otro riesgo es la asfixia por la falta de ox¨ªgeno en los pozos profundos, donde el oro se extrae con procesos qu¨ªmicos que incluyen el uso de mercurio. ¡°Es una actividad peligrosa seg¨²n el derecho internacional, al igual que el uso de varios explosivos como TNT y C4¡å, explic¨® el coronel Khalid Suleiman Radwan, director de la Administraci¨®n General de Defensa Civil de esta regi¨®n del norte de Sud¨¢n.
Imposible sindicalizarse
A pesar de la desprotecci¨®n total a la que se ven expuestos los mineros artesanales, los intentos por organizar al gremio sindicalmente han fracasado. ¡°La raz¨®n principal es la dificultad para comunicarse con ellos, y tambi¨¦n la falta de contratos de trabajo o de un organismo oficial que regule su relaci¨®n con sus jefes¡±, explica el sindicalista Mahjub al Kinari. Y sin supervisi¨®n, es imposible garantizar la seguridad y la compensaci¨®n, agrega.
Al Kinari recuerda que Sud¨¢n ha firmado varios acuerdos internacionales, como el Convenio de Minamata sobre el Mercurio, que garantiza la seguridad de los trabajadores, pero no ha incorporado estos acuerdos en su legislaci¨®n. ¡°Sud¨¢n tambi¨¦n ha ratificado 18 convenios y un protocolo de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT), pero no ha promulgado leyes que protejan a los mineros y preserven sus derechos, pese a que contribuyen de manera significativa al PIB del pa¨ªs¡±, subraya.
Cuando la familia de una v¨ªctima pidi¨® una indemnizaci¨®n al due?o de la mina, le dijeron que era el destinoM¨¦dico convertido en minero
Los mineros y las familias de las v¨ªctimas culpan directamente al SMRC que, seg¨²n ellos, no ha proporcionado equipos de seguridad como cascos y aparatos de respiraci¨®n ni ha regulado el uso de explosivos. ¡°Cuando la familia de una v¨ªctima pidi¨® una indemnizaci¨®n al due?o de la mina, le dijeron que era el destino¡±, lamenta un m¨¦dico convertido en minero. Por todo ello, hay grupos de mineros que han creado su propio sistema de solidaridad y donan una parte del oro que encuentran a un fondo que se destina a las familias de las v¨ªctimas en caso de accidentes.
¡°Los mineros artesanales deben organizarse en empresas y contar con fondos para aumentar su productividad¡±, sugiere el profesor Abdel Azim el Mohl. ¡°Este enfoque podr¨ªa aliviar la pobreza de aproximadamente 10 millones de ciudadanos sudaneses¡±, estima. Pero el investigador ambiental de la Autoridad de Investigaci¨®n Geol¨®gica de Sud¨¢n, Saleh Ali Saleh, que se especializa en metales preciosos, no est¨¢ de acuerdo. ¡°La miner¨ªa artesanal es ilegal y da?ina para la econom¨ªa nacional y genera p¨¦rdidas significativas para el Estado y causa da?os importantes a la tierra¡±, subraya.
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