?ngela Le¨®n, activista: ¡°El auge de los populismos y de la ultraderecha tiene un grave impacto en la salud global¡±
Esta luchadora contra la desigualdad en el acceso a la atenci¨®n sanitaria de las mujeres reclama m¨¢s fondos para la prevenci¨®n de enfermedades y voluntad pol¨ªtica frente a las dolencias que afectan a los pa¨ªses con menos ingresos
?ngela Le¨®n (Quito, Ecuador, 33 a?os) mira con preocupaci¨®n el crecimiento de ¡°los movimientos antiderechos en todo el mundo¡±. Podr¨ªa esgrimir muchas de las razones por las que los rechaza, pero se centra en una: ¡°El auge de los populismos y de la ultraderecha tiene un grave impacto en la salud global¡±, advierte la directora ejecutiva de Women4GlobalFund, una organizaci¨®n que lucha contra la desigualdad en el acceso a la salud de mujeres y ni?as.
Este resultado es, seg¨²n Le¨®n, una consecuencia directa de las pol¨ªticas que aplican estos reg¨ªmenes, que ¡°invierten en seguridad al tiempo que desinvierten en los sistemas de protecci¨®n social¡±, analiza durante una entrevista en Madrid, donde acaba de participar en una conferencia organizada por la fundaci¨®n Salud por Derecho para abordar los retos sanitarios a nivel mundial. Y ¡°no es una tendencia aislada, sino que sucede en todo el mundo¡±, alerta.
Pero en Latinoam¨¦rica, son especialmente tangibles los ejemplos de c¨®mo la casi ¡°militarizaci¨®n de un pa¨ªs¡± deriva de forma inevitable en la violaci¨®n de los derechos humanos. ¡°El caso m¨¢s reciente es el de Argentina, un pa¨ªs que ha sido l¨ªder regional en pol¨ªticas de g¨¦nero y salud y donde [el actual presidente, Javier] Milei acaba de cerrar el Ministerio de la Mujer¡±, recuerda. Las consecuencias para ¡°la salud sexual y reproductiva¡± de las mujeres ser¨¢n ¡°catastr¨®ficas¡±.
Menos medi¨¢tico es el caso de Ecuador, donde la Asamblea debate ¡°reformar el C¨®digo Org¨¢nico Integral Penal para criminalizar la transmisi¨®n de enfermedades infecciosas¡±, apunta Le¨®n. Esta reforma pretende penar con hasta tres a?os de c¨¢rcel a quien contagie de manera intencionada una patolog¨ªa. ¡°Pero no estamos hablando solo del VIH, sino tambi¨¦n de la tuberculosis o de la misma covid-19¡±, dice con indignaci¨®n.
La Asamblea de Ecuador debate reformar el C¨®digo Org¨¢nico Integral Penal para criminalizar la transmisi¨®n de enfermedades infecciosas
Sin embargo, ¡°?es posible demostrar esa intenci¨®n de contagiar a otros?¡±, se pregunta Le¨®n, que cree que todos estos retrocesos asociados con la tuberculosis, el sida u otras enfermedades de transmisi¨®n sexual afectar¨¢n especialmente ¡°a las personas m¨¢s vulnerables¡±, como la poblaci¨®n que se encuentra en c¨¢rceles, quienes consumen drogas o quienes ejercen la prostituci¨®n. ¡°Son personas que hist¨®ricamente ya han sido criminalizadas y estigmatizadas¡± lo que har¨¢ ¡°que tengan much¨ªsimo m¨¢s miedo de ser testeadas¡±. Por ello, la medida, seg¨²n la activista, provocar¨¢ justo el ¡°efecto contrario¡±, ya que, la falta de diagn¨®stico abre las puertas de la transmisi¨®n.
Mientras en Ecuador organizaciones como las de Le¨®n se esmeran por movilizar a la sociedad civil para frenar la reforma del C¨®digo Penal, en otros pa¨ªses como Per¨² ¡°el debate parlamentario para aprobar un decreto que criminaliza a las personas trans ocurri¨® tan r¨¢pido que nadie pudo hacer nada¡±, protesta la defensora de derechos humanos. En concreto, el texto que aceptaron los parlamentarios peruanos vuelve a describir la transexualidad como ¡°una enfermedad mental¡±, una definici¨®n que la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) abandon¨® de forma oficial en 2018.
Los retos de la salud global
M¨¢s de dos millones y medio de personas murieron en el mundo, la mayor¨ªa en el Sur Global, como consecuencia de la tuberculosis, la malaria o enfermedades relacionadas con el sida en 2022, el ¨²ltimo a?o con datos consolidados. ¡°Son las tres pandemias¡± que todav¨ªa el mundo debe afrontar, seg¨²n Le¨®n. Pero para ello es necesaria ¡°una voluntad pol¨ªtica¡± que no existe, opina.
¡°La velocidad con la que se fabricaron las vacunas contra la covid es la lecci¨®n m¨¢s grande de la historia en t¨¦rminos de desigualdad, porque la voluntad pol¨ªtica puede ser grande cuando una pandemia afecta a los pa¨ªses ricos¡±, apunta la experta. Pero no lo es, contin¨²a, si quienes enferman y fallecen son de pa¨ªses con menos ingresos, como ocurre con la tuberculosis, que en 2022 provoc¨® la muerte de 1,3 millones de personas. ¡°Han pasado d¨¦cadas sin que se haya desarrollado todav¨ªa una vacuna nueva que pueda proteger a la poblaci¨®n mayor de edad¡±, donde se concentra el 90% de las muertes.
La velocidad con la que se fabricaron las vacunas contra la covid es la lecci¨®n m¨¢s grande de la historia en t¨¦rminos de desigualdad
La falta de consenso mundial en salud fue patente, destaca la activista, durante la Asamblea Mundial de la OMS, celebrada a finales de mayo en Ginebra, donde los pa¨ªses miembros del organismo fueron incapaces de acordar un tratado de pandemias que llevaban negociando dos a?os y medio y tan solo pactaron prolongar un a?o m¨¢s la negociaci¨®n. ¡°Me preocupa especialmente la desigualdad, porque los pa¨ªses del Norte tienen much¨ªsimo m¨¢s poder de negociaci¨®n que los pa¨ªses del Sur, que es justamente donde m¨¢s se deben fortalecer los sistemas sanitarios¡±, apunta la activista.
Y sin ese enfoque global el mundo no est¨¢ seguro. ¡°Las enfermedades no conocen las fronteras y puede ocurrir que un brote epid¨¦mico en un lugar espec¨ªfico se convierta en una nueva pandemia en el contexto actual de gran movilidad humana¡±, explica Le¨®n.
Pero el gran reto para la activista es invertir en prevenci¨®n, lo que no solo evitar¨ªa la aparici¨®n de enfermedades, sino que supondr¨ªa ¡°un gran ahorro al no tener que afrontar futuros tratamientos¡±. ¡°Es la parte fundamental dentro del control de las enfermedades y apenas se dedican fondos¡±, protesta la activista. El motivo, contin¨²a, es que el impacto de destinar dinero a la prevenci¨®n ¡°se ve en 20 o 50 a?os¡± y los ¡°gobiernos quieren presentar resultados r¨¢pidos ante la ciudadan¨ªa¡±.
Y, sin embargo, esos ¡°fondos s¨ª existen¡±, sostiene. ¡°Pero est¨¢n en los lugares equivocados, en las pol¨ªticas que fortalecen ese enfoque de seguridad frente a las pol¨ªticas sociales¡±. Ocurre en pa¨ªses como ¡°El Salvador y Ecuador, que invierten en la militarizaci¨®n de las ciudades para aumentar la seguridad, cuando la causa real de la inseguridad son los problemas relacionados con la educaci¨®n, la salud, la vivienda o la nutrici¨®n¡±.
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