Redise?ar nuestras ciudades desde su ¡®jugabilidad¡¯
Casi el 70% de los ni?os del mundo vivir¨¢ en zonas urbanas para 2050, muchos de ellos en barrios marginales. Un urbanismo por y para la infancia nos abrir¨¢ ventanas de resiliencia y alegr¨ªa
El 11 de junio se celebr¨® por primera vez el D¨ªa Internacional del Juego, esa instancia tan fundamental de nuestras vidas que nos permite aprender sobre el mundo y nosotras mismas, socializar y divertirnos. Si bien es esencial en la infancia ¡ªy deber¨ªa formar parte de la vida siempre¡ª, varios estudios muestran que se juega menos y peor. Esto nos ubica frente a una oportunidad: evaluar y mejorar nuestras ciudades desde su jugabilidad. Hacerlo nos permitir¨¢ tocar otras dimensiones clave como la inclusividad, resiliencia o salud, accionando palancas transformadoras como la renaturalizaci¨®n, movilidad o el comercio local. Para ello solo hay un camino: involucrar a los mejores jugadores, los ni?os.
A algunos les gusta referirse a los ni?os como ¡°nuestro futuro¡±. T¨¦cnicamente es cierto: lo m¨¢s probable es que nos sobrevivan a los adultos. Pero los ni?os son tambi¨¦n nuestro presente: son un poco m¨¢s que un tercio de la poblaci¨®n mundial. Las decisiones que se tomen hoy afectar¨¢n m¨¢s a los ni?os, de hoy y de ma?ana, que a nosotros, los adultos. Se calcula que en 2050 casi el 70% de los ni?os del mundo vivir¨¢ en zonas urbanas, muchos de ellos en barrios marginales. Por un momento, pensemos en nuestros barrios y ciudades en t¨¦rminos de jugabilidad y movilidad, desde el punto de vista de los ni?os y de su salud: ?hay espacios saludables cerca de donde viven? ?Pueden salir y cruzar la calle solos sin riesgo de que les atropelle un coche? ?Cu¨¢nta contaminaci¨®n respiran? ?Hay suficientes lugares donde puedan jugar sin peligro, con libertad y amplitud, sin tener que estar encerrados en casas o perimetrados por vallas? Consideremos tambi¨¦n el clima y la biodiversidad: ?los espacios p¨²blicos duros (colegios incluidos), completamente pavimentados, son y ser¨¢n amigables, incluso habitables, para los ni?os en el clima que viene? ?Tienen contacto con la naturaleza en las ciudades?
Las ¨²ltimas investigaciones sobre el juego en el Reino Unido, dirigidas por la profesora Helen Dodd, muestran que los ni?os en edad de asistir a la escuela primaria est¨¢n perdiendo la libertad de jugar de forma independiente y no se les permite jugar solos al aire libre hasta los 11 a?os, dos a?os m¨¢s que a la generaci¨®n de sus padres. El British Children¡¯s Play Survey, el mayor estudio de este tipo, descubri¨® otro detalle importante: en la muestra de 1.919 padres o cuidadores con un hijo de entre 5 y 11 a?os, los ni?os jugaban una media de tres horas al d¨ªa, y aproximadamente la mitad de ese tiempo al aire libre.
La naturaleza es nuestra mejor aliada frente al cambio clim¨¢tico, especialmente para poblaci¨®n vulnerable como los ni?os
Al aire libre y rodeados de biodiversidad. Es ah¨ª donde tienen que jugar, donde los diversos est¨ªmulos naturales permiten un mejor desarrollo cognitivo y una buena salud (mental incluida) para ni?os y adultos. La naturaleza es nuestra mejor aliada frente al cambio clim¨¢tico, especialmente para poblaci¨®n vulnerable como los ni?os. Los refugios clim¨¢ticos sin tanto asfalto y hormig¨®n, y con mucha vegetaci¨®n, tierra y sombras naturales, los y nos protegen frente ante las altas temperaturas, a la vez que generan ese entorno m¨¢gico para el juego: la selva, el bosque, el huerto.
En los noventa surgi¨® un movimiento de ciudades amigables para los ni?os, cuya acci¨®n culmin¨® en la Child-Friendly Cities Initiative, patrocinada por Unicef. Estas perspectivas han aumentado en la ¨²ltima d¨¦cada, como ilustra en su ¨²ltimo libro Tim Gill, investigador ingl¨¦s y defensor mundial del juego y la movilidad de los ni?os al aire libre desde hace d¨¦cadas. Por ejemplo, la Bernard van Leer, una ONG con sede en los Pa¨ªses Bajos centrada en el desarrollo de la primera infancia, lanz¨® su iniciativa Urban95 en 2016, enfocada en las perspectivas de los ni?os en la planificaci¨®n urbana. Ciudades de todo el mundo, desde Vancouver a Barcelona, Tirana y Boa Vista (Brasil), han adoptado elementos favorables a la infancia, y algunas, como Rotterdam, han cambiado profundamente como resultado del cambio de perspectiva.
En Shenzhen, en el sur de China, se pidi¨® a menores de 18 a?os que participaran en el redise?o de un parque local, sin permitir a los padres ofrecer orientaci¨®n u opiniones, utilizando diferentes t¨¦cnicas para ni?os de distintas edades. Por ejemplo, a los menores de seis a?os se les hizo participar cont¨¢ndoles cuentos y haci¨¦ndoles preguntas. En Am¨¦rica Latina, la Red OCARA, que promueve experiencias y proyectos sobre ciudad, arte, arquitectura y espacio p¨²blico en los que participan ni?os y ni?as, lanz¨® un ¡°kit detector de obst¨¢culos¡± para involucrar a los ni?os en el redise?o de calles, con talleres de intervenci¨®n en espacios p¨²blicos (por ejemplo, poniendo parches en las calles con baches).
En la ciudad estadounidense de Boulder (Colorado), una iniciativa lanzada en 2009 consigui¨® que los ni?os participen directamente en la remodelaci¨®n de la ciudad, junto con urbanistas. Ni?os de tan solo cuatro a?os participaron en el redise?o del ?rea C¨ªvica del centro de la ciudad. Los organizadores utilizaron excursiones, construcci¨®n de maquetas y cuestionarios con los ni?os mayores, y con los m¨¢s peque?os se limitaron a observar sus preferencias. En general, a los ni?os les gustaba un contacto m¨¢s directo con la naturaleza: imaginaban una biblioteca en la copa de un ¨¢rbol para leer, rodeados de flores y p¨¢jaros; imaginaban un puente transparente, donde pudieran pararse y observar el arroyo. Quer¨ªan tener m¨¢s acceso a aventuras emocionantes, como enormes roc¨®dromos desde los que saltar o aterrizar en camas el¨¢sticas. Y no quer¨ªan ni basura, ni bicicletas a toda velocidad, ni coches.
Parece bastante elocuente que nos est¨¢n pidiendo a gritos renaturalizaci¨®n, movilidad activa, econom¨ªa circular, socializaci¨®n, espacios de arte y juego. De ese modo, se beneficiar¨¢ nuestra salud y nos beneficiaremos todos ¡ªel comercio local incluido¡ª.
Algunas ideas que proponen los ni?os son demasiado locas, claro: un parque hecho de caramelos, con puentes llenos de ca?ones que lanzan chorros de agua a los que van en kayak. El problema es que los adultos podemos ser igual de irracionales cuando se nos consulta sobre urbanismo, dice Mara Mintzer, directora y cofundadora de la iniciativa de Boulder, y no todas las sugerencias tienen por qu¨¦ llegar al proyecto final. ¡°No podemos ni debemos esperar que los ni?os nos den todas las respuestas, ese es nuestro trabajo. No es f¨¢cil hacerlo bien, con demasiada frecuencia el resultado es simb¨®lico o decorativo¡±, como dijo Gill.
No deber¨ªamos darnos palmaditas en la espalda cuando incluimos a los ni?os en la toma de decisiones como si fuera un gran logro. Simplemente deber¨ªamos incluirlos, del mismo modo que a todos los dem¨¢s. Porque solo la gobernanza verdaderamente inclusiva tiene la llave del futuro, y la diversidad de la creatividad que nos llevar¨¢ hasta su puerta. Porque solo habr¨¢ revoluci¨®n jugando.
Desde M?XICO, Ciudad de Puebla: proyecto de participaci¨®n y urbanismo t¨¢ctico, Calle Escolar Segura https://t.co/qPiauvFty9 pic.twitter.com/AJaFtaCQpQ
— Red OCARA (@OCARAred) May 3, 2018
Puedes seguir a Planeta Futuro en X, Facebook, Instagram y TikTok y suscribirte aqu¨ª a nuestra ¡®newsletter¡¯.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.